EFE 10y

Aficiones chocan en Brasil

RÍO DE JANEIRO -- Al menos tres personas gravemente heridas dejó un violento enfrentamiento entre hinchas del Atlético Paranaense y del Vasco da Gama y la suspensión temporal del partido de la última jornada del Campeonato Brasileño que jugaban en la sureña ciudad de Joinville, ciudad del estado de Santa Catarina.

Los incidentes se registraron en el estadio Arena de Joinville en un partido decisivo para ambos equipos debido a que el Atlético Paranaense necesitaba ganar para clasificarse a la Copa Libertadores y el Vasco da Gama también para huir del descenso a la segunda división.

El enfrentamiento, con brutales imágenes de violencia retransmitidas por la televisión, comenzó poco después de que el zaguero Manuel puso en ventaja al Atlético Paranaense.

El árbitro suspendió el compromiso a los 17 minutos y lo reanudó una hora después, cuando la policía informó de que la seguridad estaba garantizada.

Los jugadores de ambos equipos intentaron desde la cancha calmar la situación con llamados a la calma a los fanáticos que peleaban en los graderíos.

Los incidentes de produjeron precisamente debido a la falta de policías en el estadio, ya que los uniformados estaban concentrados en las afueras del escenario.

La policía responsabilizó de la gresca a vigilantes privados que ofrecen el servicio de seguridad dentro del coliseo.

El médico José Eduardo Dias, encargado de la atención dentro del estadio, informó de que tres aficionados fueron trasladados a hospitales con heridas de gravedad.

Uno de los heridos tuvo que ser retirado en un helicóptero que aterrizó en medio de la cancha.

Según la policía, uno de los hinchas agredidos era seguidor del Atlético Paranaense y los otros dos del Vasco da Gama.

El presidente del Vasco, el exfutbolista Roberto Dinamite, pidió la cancelación del partido por falta de garantías y llegó a decir que uno de los aficionados había muerto en el enfrentamiento, pero la información no fue confirmada por la policía.

"No están respetando lo más importante que son las vidas. No hay policías y eso preocupa a todo el mundo. No estamos pensando en primera o segunda división. Quiero retirar a mi equipo de la cancha por la falta de seguridad pero no lo hago porque podemos ser sancionados", afirmó.

Los jugadores de ambos equipos tuvieron que volver a la cancha pese a que visiblemente estaban afectados por la violencia en los graderíos.

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