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Rousseff se dice "chocada" con la violencia en el fútbol brasileño

BRASILIA -- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se manifestó "chocada" con una brutal pelea de hinchas durante un partido entre el Atlético Paranaense y el Vasco da Gama y afirmó que "el país del fútbol no puede convivir con esa violencia".

Los incidentes se registraron en el estadio Arena de Joinville en un partido de la última jornada de la liga nacional y decisivo para ambos equipos, pues el Paranaense necesitaba ganar para clasificarse a la Copa Libertadores y el Vasco da Gama también, pero para huir del descenso a la Segunda División.

En la gresca, que se desarrolló en las tribunas y obligó a interrumpir el partido durante una hora, participaron decenas de hinchas de varios equipos y cuatro personas resultaron heridas, tres de ellas de gravedad y que hoy permanecían hospitalizadas.

A través de su cuenta en la red social Twitter, Rousseff indicó que hoy conversó sobre el asunto con el ministro de Deportes, Aldo Rebelo, y que está convencida de que "es necesaria la presencia de la policía en los estadios y la prisión en flagrante en casos de violencia".

También propuso "la creación de una comisaría del hincha, para que escenas como las de este domingo sean cohibidas", pues "esa violencia va contra todo lo que creemos que es el fútbol, un deporte de pasión, pero también de tolerancia".

La condena de Rousseff se unió a la manifestada por el propio ministro Rebelo, quien mediante una nota oficial exigió hoy que los responsables por los incidentes sean "identificados y castigados".

La policía confirmó hoy que tres personas que participaron en la pelea han sido detenidas y serán acusadas de "intento de homicidio" y "asociación ilícita".

El partido se reanudó después de una hora interrumpido y acabó con una sonora goleada del Atlético Paranaense por 5-1, que condenó al Vasco da Gama a la Segunda División y le valió al equipo de Paraná su clasificación para la Libertadores de 2014.