Carlos Irusta 10y

Primer encuentro con el Chino

SAN ANTONIO -- El aeropuerto de Dallas, cancelado por tormenta. El odiado letrero de "demorado" aparece en casi todas las pantallas. Y, cuando de pronto aparece alguno con el "a tiempo", hay pasajeros que corren y celebran y otros que, deprimidos, siguen mirando al suelo como cuando perdió el caballo de las ilusiones.

Pero hoy es hoy, y finalmente llegamos a San Antonio con unas cuentas horas de demora, pero cuando se abre la puerta y aparece Marcos Maidana, sonriente como nunca, nos olvidamos de todo, incluyendo el frío de afuera, en donde por momentos se cruza la línea de los cero grados.

Está por caer la noche sobre San Antonio, aunque en realidad son las siete de la tarde. En uno de los Marriot del centro de la ciudad, en una suite en la que no existen privaciones, está Maidana. Está solo. Quien nos conduce y nos abre la puerta es Sebastián Contursi. Todo el grupo ha llegado ese mediodía desde Oxnard, en California, donde Marcos Maidana (30 años, 34 ganadas, 31 por KO y 3 perdidas) lleva concentrado más de tres meses. Tras su victoria en junio frente a Josesito López, en Carson, se produjo un descanso breve, porque luego se confirmó su pelea con Adrien Broner (24 años, invicto en 27 peleas de las que ganó 22 por KO) por la corona welter de la AMB.

"Adelante", dice el Chino –que es de pocas palabras pero de gestos seguros-. Ahí estamos.

"Yo sé que esta pelea es difícil, pero...le voy a pegar, seguro que le voy a pegar", dice con una sonrisa cómplice. Una remera blanca, el pelo cortito. "Yo... estoy bien, estoy muy bien entrenado...¿Y cómo la ven ustedes?", pregunta. Le decimos que habrá que tirar muchos golpes al cuerpo, que Broner es veloz, pero que tal vez no ha sido probado del todo, a fondo, con un pegador como él, y sonriendo, vuelve a lo suyo. "Ya les dije que no es un gran bailarín, está más pegado al piso, me decía Contursi que abre demasiado las piernas y hay que aprovechar. El asunto es tirarle y no dejarlo pensar, ¿no? Pero va a salir linda...".

-¿Puede ser que sea algo personal, también? Broner habló mucho.
-Y... algo de eso hay, pero ante todo es una pelea. Muy importante para los dos, pero es una pelea...

-¿El peso?
-Bien.

-¿La velocidad?
-Bien.

-¿Y la cabeza?
-De la cabeza... muy bien...

Se lo nota tranquilo, casi distendido. Luego se acercará su primo-consejero-amigo, Pileta, para sumarle alguna risa al encuentro. Maidana está esperando a Alex Ariza, el mismo que sostuvo un escándalo con Freddy Roach para la pelea entre Manny Pacquiao y Brandon Ríos, dirigido por Robert García. Y fue García quien, ahora, suma a Ariza al grupo de Marcos Maidana. Llega Ariza, el mismo que alguna vez estuvo en el rincón de Amir Khan, cuando el inglés le ganó a Maidana. Ahora –cosas del boxeo, de la vida y de la profesión- Ariza estará junto al santafecino. Son casi las ocho de la noche, y hay que hacer un poco de trabajo de mantenimiento.

"Sé que la pelea es dura, lo sabemos todos, pero Maidana siempre tuvo peleas duras y rivales difíciles", afirma Contursi. "Y con todos peleó. Aquí la oferta hay sido muy buena, y encima con la posibilidad de ganar el campeonato mundial, así que está todo encaminado. Sabemos que es difícil, pero también tengamos en cuenta que Broner viene de categorías menores, que no es un welter natural. Cuando enfrentó a Paul Malignaggi, todos decían que lo iba a noquear fácil, y yo decía que no, que estaba peleando en una categoría que es grande para él. Y si bien Broner ganó, no fue fácil...Bueno, vamos a ver qué sucede cuando Maidana le pegue. Vamos a ver...".

Primer encuentro con Maidana, cuando el equipo recién comienza a acomodarse a las habitaciones, cuando todavía no hay tiempo de armar una agenda. Falta ya muy poco para el sábado 14 de diciembre. Y, mientras todos nos vamos acomodando a nuestras habitaciones, y empezamos a armar la agenda de la cuenta regresiva, El Chino, sonriente, sabe que solamente tiene un compromiso, un momento, un encuentro y una cita con el todo o nada. Porque Maidana solamente tiene en su mente a Broner, en el ring del Alamodome, para saber quién de dos los dos es el mejor, el más fuerte. Nada más ni nada menos que una cinta con el Destino en Texas.

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