CARSON -- No fue un partido oficial, pero Fernando Arce vivió uno de los días más especiales en su carrera como jugador. Corría el tiempo de compensación en el encuentro amistoso ante el América, cuando el técnico venezolano, César Farías, llamó del banquillo de suplentes a su hijo, Fernando David Arce Juárez, de 17 años.
Cuando el cuatro árbitro publicó el cambio en la tarjeta electrónica, Arce padre se percató que sería él quien debía abandonar el terreno de juego. Se acercó hacia la banda y con un beso en la mejilla le dio la bienvenida a su hijo a las canchas profesionales.
Se trató solo de un intenso pero amistoso empate entre Tijuana y América, suficiente para que César Farías pudiera ver a los jóvenes Xolos que buscan un lugar en el primer equipo. Ahí estaba Arce Jr., con la fortuna que solo pocos tienen, de entrenar todos los días a lado de su padre y con la oportunidad de jugar a su lado.
Hoy no pudo ser el caso. El tiempo apenas alcanzó para ver un relevo generacional en la línea de cambio, como si el padre le pasara la estafeta al hijo.
En el Torneo Clausura 2014, seguramente la familia Arce tendrá más momentos para compartir entre padre e hijo.
Los Xolos de Tijuana se podrían convertir en el primer equipo mexicano que alinea a padre e hijo en un mismo partido oficial.
De momento, no queda más que plasmar el instante para la historia. La imagen de Arce dando la bienvenida a su hijo a las canchas es algo que jamás van a olvidar.