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¿Es momento de decir adiós?

MÉXICO -- Desde enero del 2006 que perdió por descalificación, pasaron siete largos años para que Anderson Silva volviera a conocer la derrota.

Y desde el 2004 que Silva no era superado por un rival dentro del octágono, hasta que Chris Weidman lo venció por nocaut el 6 de julio de este año en UFC 162.

Ahora, Weidman volvió a vencer a Silva de manera impresionante luego de bloquearle una patada que le provocó una fractura de tibia y peroné que puso fin al combate en el segundo asalto.

Independientemente de la lesión, Silva se vio superado desde el principio, Weidman lo castigó con sus golpes y lo llevó a la lona con relativa facilidad, a pesar de que el retador logró lacerar la boca del campeón con sus contragolpes desde el suelo.

El segundo round inició con la misma tónica, Weidman atacando y Silva tratando de defenderse.

Atrás quedó ese Silva que dominó la UFC desde que consiguió el campeonato al vencer a Rich Franklin en el 2006.

Fueron 11 defensas exitosas de su título e incluso se aventuró a pelear contra rivales de otras divisiones, a los que dominó sin mayor problema. Silva también estableció un récord de victorias consecutivas en la UFC con 16, hasta que Weidman apareció en su camino.

Silva enfrenta una larga recuperación de su lesión y a los 38 años de edad, tras dos derrotas consecutivas, parece que su carrera está llegando a su ocaso.

El considerado por muchos el mejor peleador de todos los tiempos luce falto de motivación, incluso después de la primera derrota declaró que le quedaban 10 peleas más en su contrato, pero que no necesariamente tenían que ser por el campeonato.

El legado de Silva nadie lo puede borrar, sin embargo sí puede empañarse si Silva continúa acumulando derrotas y no muestra esa hambre de triunfo que tenía al principio de su reinado.

Weidman es el menos culpable de esto, realizó un gran trabajo y aprovechó las ventajas que concedió su rival. La primera vez propinando un nocaut cuando Silva trataba de esquivar los golpes y la segunda ocasión cuando lanzaba patadas para alejarse del campeón, algo que Weidman ya había estudiado.

"Eso es algo con lo que me topé en la primera pelea", declaró Weidman al término del combate. "Trabajé mucho contra tipos con buenas patadas. De hecho pensaba, 'Si va a lanzar muchas patadas así, como regularmente hace, podría lastimarlo'. Sin embargo esto es una locura".

Silva señaló antes de la pelea que se estaba preparando duro para este combate, reconociendo los errores que cometió en la primera pelea.

"Todos los grandes campeones perdieron y no podía ser diferente conmigo", indicó Silva antes de la pelea. "A veces tienes buen día para trabajar y otras veces malos. La última pelea fue mi mal día. Ahora estuve entrenando mucho tiempo. Vi la pelea y vi mi técnica. Hablé con amigos y coach. Entrené fuerte mi mentalidad, porque mi mentalidad fue mala en aquel momento".

Sin embargo el trabajo de Silva no fue suficiente esta vez y cayó ante un campeón que podría no recibir suficiente reconocimiento por sus actuaciones, aunque Weidman confía en que eventualmente será reconocido por la afición.

"¿Quién sabe?", expresó Weidman. "Soy nuevo en este deporte. Tengo marca 11-0 ahora y la gente no puede entender el hecho de que vine y vencí a Anderson Silva. Pero seguramente la gente creerá [después] en mí".