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El año de Nacional

BUENOS AIRES -- Para empezar por la A debo decir que fue un año de contrastes y de constantes. De contrastes por la irregularidad de unos que se destacaron en el primer semestre y se desinflaron en el segundo, como los dos grandes de Bogotá que venían de vivir su mejor año en décadas; el Junior que con Alexis nunca pudo ni gustar ni enfocarse y, para no extenderme en el ejemplo, el Once que hizo lo contrario: terminó mejor el 2013 y volvió a cambiar al técnico.

Santa Fe salva el año por su llegada a la final de la liga 1 y su incursión en semifinales de la Libertadores. Ese doble esfuerzo le terminó cobrando la posibilidad de título en ambos frentes. Cobró su estrechez de nómina en ciertas posiciones y tal vez el planteo del partido de ida en Copa y el de vuelta en la final con Nacional en Bogotá. Llama la atención y da para capítulo aparte la salida de 17 jugadores en diciembre, todo un récord con lugar a grandes suspicacias infortunadamente.

Millonarios mantuvo el estilo que le devolvió la gloria y le sirvió para sumar por fin la ansiada 14, pero las lesiones y la falta de refuerzos en defensa lo mataron. Siendo específicos: nunca tuvo un lateral izquierdo a la altura de Ochoa, el derecho, y a pesar del esfuerzo de Zapata. Además, Franco todavía es extrañado en la zaga embajadora. Tuvo más poder arriba con la llegada de Dayro pero el desequilibrio fue su principal problema sobretodo en diciembre.

Junior del primer semestre intentó bajo las órdenes de Alexis García combatir precisamente ese desequilibrio pero se convirtió en un equipo amarrete a veces y muy lejano del paladar barranquillero. La base de ese equipo igual fue la que terminó redondeando una campaña aceptable del Zurdo López en la liga II. Fue el único equipo del cuadrangular que le dio la pelea a Nacional.

Del Once hay que decir que cuando ya tenía forma y jugaba bien, la junta directiva decide sacar a Santiago Escobar. Le tenían unas ganas terribles desde el inicio del segundo semestre. Lo culpan de la apatía de una hinchada que se alejó hace rato del Palogrande y se negó a disfrutar de un equipo que terminó de manera esperanzadora el año. Ojalá a Flavio Torres le mantengan la base y no le saquen medio plantel como lo sufrió en el Pasto, donde llegó las semifinales pese a que le costó destacarse en dicha fase.

Terminó el repaso de la primera división con los verdes, las dos constantes, los mejores del año en reclasificación, Los de Leonel y los de Osorio. Con Leo el hincha del Cali debió aprender la lección del hincha verdadero: hay que ir siempre a la cancha a alentar y tenerle paciencia a los jóvenes. Si hubo un equipo que mereció mejor suerte siempre fue el Cali. Hizo una final digna y si no llegó a coronarse además de la capacidad de Nacional fue por la falta que le hicieron tantos talentos que lo han dejado en los últimos dos años. El banco del partido de vuelta en Medellín habla por sí solo. Pero hay futuro y una buena base para pensar en lo que se viene. Claro está: si sus dirigentes no protegen el patrimonio, va a ser complicado.

Punto aparte merece lo de Nacional. El proceso dio sus frutos. Confieso que tuve mis dudas con el sistema de rotación, nunca con la persona y las capacidades de Juan Carlos Osorio. El año fue redondito y tuvo la evolución perfecta. El verde de Medellín ganaba los partidos en 15 minutos, no necesitaba más y eso es lo que persiguen todos los técnicos del mundo. Para ahorrar desde angustias hasta fuerza física.

Hoy el equipo, sin ser brillante en lo estético si lo es en funcionamiento y oficio y los resultados lo avalan.Nacional volvió a ser el de los finales de los 80 y principios de los 90 en eficiencia y tiene ambición para conseguir logros tan grandes a nivel internacional como en aquellas épocas no tan lejanas.Y aunque siempre se diga qu los protagonistas son los jugadores para nombrar algunos,Murillo,Nájera,Medina,Bocanegra,Bernal,Cárdenas,Duque o Ángel,lo de Osorio es de una trascendencia inusual por su idea y estilo,revolucionario y efectivo a la vez para una liga que necesitaba ese tipo de inyección de innovación hace rato.Sigue sin cuadrarme que suban dos equipos sin fuerza de la B y bajen dos históricos de la A.Algo se sigue haciendo mal.Para sólo tocar un tema incongruente no se pueden jugar los dos campeonatos de primera y segunda de la misma manera.El Ascenso debe tener otro sistema por obvias razones.El que suba directo debe ser el mejor del año,se debe premiar la regularidad para asegurar un equipo realmente merecedor de estar en la élite.Y el descenso no pude seguir siendo regulado con un promedio tan mal diseñado.La A hoy tiene más equipos tipo B y al viceversa prácticamente.Llegan a la máxima categoría instituciones sin espíritu y huérfanas de seguidores.Esto a mediano plazo seguirá empobreciendo la oferta y alejando la gente de los estadios.Así se fue el 2013,con la esperanza de que el año del regreso al mundial contagie los torneos domésticos de emoción y ojalá buen juego.