<
>

Un esperado reinicio

Vegas: "No diría que estoy al 100 por ciento, pero sí al 90 por ciento" Getty Images

LA QUINTA -- Tal vez no haya mejor escenario para el reestreno de la carrera de Jhonattan Vegas que el PGA West en La Quinta, California.

Aquí fue donde, en 2011, Vegas se convirtió en el primer venezolano en ganar un torneo del PGA Tour.

Era su temporada de novato, estaba disputando apenas su quinto torneo en el circuito más importante del mundo --segundo como miembro del tour--, y demostró justamente lo que necesita ahora, tres años después: poder de recuperación.

El torneo que hoy se llama Humana Challenge se llamaba por entonces Bob Hope Classic, y se jugaba a cinco rondas. En el último hoyo de la quinta vuelta, Vegas alcanzó al green en regulación. Un par le bastaba para llevarse el triunfo. En otras palabras, dos putts le daban la gloria. Se tomó tres, sin embargo. Falló el segundo desde muy cerca y subió el hoyo, luego de no haber hecho un bogey en todo el día.

El desliz, que podría haber desmoronado a cualquier otro novato, envió a Vegas a un desempate con dos estadounidenses: Bill Haas, quien defendía el título que había obtenido el año anterior, y Gary Woodland, quien, al igual que Vegas, buscaba su primer triunfo en el PGA Tour.

Haas quedó eliminado en el hoyo inicial del playoff, al irse con par, contra birdies de Vegas y Woodland.

En el hoyo siguiente, un nuevo error de Vegas pareció sellar su suerte: envió al agua su tiro de salida. Una vez más, Vegas estuvo lejos de derrumbarse. Después de dropear, ejecutó un golpe exquisito, para dejar la pelota apenas pasada del hoyo.

Ese tiro le trasladó la presión a Woodland, que cayó con su segundo golpe al bunker del costado del green. Desde allí hizo una sacada deficiente, y no pudo salvar el par.

Vegas embocó su putt para par, alzó el trofeo, y el mundo se maravilló con la historia del joven venezolano que había aprendido a jugar con palos de escoba y piedras en un campamento petrolero de Morichal, a orillas del Río Orinoco, donde su padre era el cuidador de un campo de golf de nueve hoyos.

Dos veces en un día, a principios de 2011, Vegas logró recuperarse para salir adelante. Ahora necesita hacerlo una tercera vez.

"Para mí es increíble que hayan pasado tres años desde que gané aquí", dice Vegas, a pocas horas de pegar su tiro inicial en el Humana Challenge. "El tiempo pasa muy rápido en el PGA Tour. Tienes que dar lo mejor de ti, trabajar fuerte cada día, porque en una cerrada de ojos transcurren los años y se va tu carrera. No hay que dejar que el tiempo pase en vano. No hay que relajarse por creer que las cosas van bien".

Las cosas iban muy bien en 2011 para Vegas. A punto estuvo de ganar su siguiente torneo, después de la resonante victoria en el Bob Hope Classic. Fue también en California: el Farmers Insurance Open, en San Diego.

En la tercera ronda de ese evento le tocó salir con Tiger Woods. Era la primera vez que compartía grupo con el mejor del mundo, y le ganó por cinco golpes. Hizo 69, contra 74 de Woods, y llegó al último día como candidato a llevarse torneos consecutivos. Firmó un 68 en la ronda final, su mejor vuelta de la semana, pero no le alcanzó. Compartía la punta cuando faltaban nueve hoyos, pero terminó empatando el tercer lugar con Dustin Johnson, detrás de Bubba Watson y Phil Mickelson.

Los nombres que lo acompañaron en la cima de ese tablero muestran la categoría a la que pertenecía Vegas. Podría haber seguido compitiendo mano a mano con Johnson, Watson y Mickelson, si no hubiera sido por la lesión de hombro.

Lesión que lo dejó dos años prácticamente fuera de pista. Lesión de la que esta semana espera volver definitivamente.

"Estoy emocionado de encontrarme aquí, donde tuve éxito", declara, "con toda la energía positiva de lo que pasó hace tres años. De la lesión no estoy completamente curado, pero estoy muy cerca. No diría que estoy al 100 por ciento, pero sí al 90 por ciento. No siento dolor alguno. Ningún tipo de molestia, ninguna restricción de movilidad al hacer el swing. He recuperado la confianza en el movimiento. A diferencia de los últimos dos años, puedo volver a pegarle a la bola como le pegaba antes".

Si las expectativas eran altas a comienzos de 2011, él asegura que a comienzos de 2014 son todavía más elevadas.

"Ahora sé lo que es estar en el PGA Tour", afirma. "Conozco los campos, la gente, sé lo que se requiere del día a día en este circuito. Soy una persona mucho más madura, así que las metas han subido. Busco estar entre los mejores del Ranking Mundial, y confío en que puedo conseguirlo".

Cuando lo entrevistaron después del triunfo hace tres años, declaró emocionado que la vida no había sido fácil para él. "Tuve que luchar para llegar aquí", dijo en ese momento. "Soy un luchador. Si me fijo un objetivo, moriré por alcanzarlo".

Vegas no sabía, por entonces, que tendría que enfrentarse a una persistente lesión que lo sometería a dos años de combate fuera de las canchas. Ahora, por fin, el luchador está de regreso en su terreno, para reiniciar su carrera.

Para volver a pegarle a la bola como le pegaba antes.

Para retomar el hilo de la historia que en este lugar empezó a escribirse.