Salvador Rodríguez 10y

El Sulaimán que no conocíamos

MÉXICO -- "Mucha gente pensaba que José era una persona amable, caritativa, risueña y decente con toda la gente, pero no sé si alguna vez esas personas se preguntaban cómo era cuando llegaba a casa, si era igual o cambiaba, si me lo hubieran preguntado, les hubiera dicho que era una persona maravillosa".

Son las palabras de Marta Saldívar, la verdadera mano derecha del eterno Presidente del Consejo Mundial de Boxeo, José Sulaimán, quien falleció el jueves pasado a la edad de 82 años.

Para la señora Saldívar, madre de seis hijos y abuela de 14 nietos, el líder boxístico era sólo José. Se conocieron cuando jóvenes en su natal Ciudad Victoria, donde se casaron y comenzaron una vida ligada al boxeo, pues ambos escuchaban por radio las peleas de los ya ídolos, aunque su primera pasión era otra, el beisbol.

"José era muy aficionado a muchas cosas, al boxeo, a los Quijotes, a los Cristos, a la comida, a la fotografía y al beisbol, jugó 18 años cuando era joven, fue manager alguna vez de sus cuatro hijos en las Ligas Pequeñas, esa fue una de sus grandes satisfacciones", comenzó la señora Marta.

"Y en el boxeo podían pasar muchas cosas, podía ganar o perder su peleador favorito, pero cuando hablábamos de beisbol, esa era otra cosa, cuando éramos novios y aún cuando éramos recién casados yo le pedía a Dios los sábados y domingos que por favor ganara sus partidos, porque cuando perdía, se callaba y me echaba a perder el fin de semana", confesó la esposa del victorense más famoso.

Y en el boxeo podían pasar muchas cosas, podía ganar o perder su peleador favorito, pero cuando hablábamos de beisbol, esa era otra cosa, cuando éramos novios y aún cuando éramos recién casados yo le pedía a Dios los sábados y domingos que por favor ganara sus partidos, porque cuando perdía, se callaba y me echaba a perder el fin de semana.

-- Marta Saldívar, viuda de José Sulaimán

Pero conforme se apagó la luz del beisbol y se prendió la flama del boxeo, Doña Marta aprendió a amar el deporte de los puños. "Me platicaba que de chico había hecho boxeo, en las peleas de botana, yo creo que ahí se aficionó mucho, luego escuchábamos las peleas por el radio, en Victoria entonces no había televisiones. Y poco a poco me acepté como una fanática del boxeo. Me gustaba conocer a los peleadores, conocí a todos. Me acuerdo que (Mike) Tyson me decía mamá", reveló.

Doña Marta se dijo encantada con la idea de algún día dar una muestra de fotografía con todas las imágenes que tomó su esposo por el mundo, pues, opina, hay unas muy buenas. "Estudiaba fotografía por correo, así comenzó, y ahora tenemos muchas fotografías de parte del mundo que son una maravilla, si quieren los podemos mostrar un día", comentó.

Finalmente, Doña Marta Saldívar habló de los últimos momentos, de los que sufrió Don José y su familia en más de tres meses en el hospital, aunque al final, un sentimiento de paz se alojó en cada uno de ellos.

"En la parte del boxeo, conscientes de que fue el padre deportivo de muchos, que el boxeo era su vida y que se entregó absolutamente, pero a nada quiso más que a la familia, siempre nos transmitió mucha paz, vivió 82 años de forma saludable, disfrutó mucho su vida, estos últimos 38 años (al frente de CMB) fueron una maravilla para él.

"En el hospital, los doctores, enfermeras y enfermeros, los del aseo, se quedaron sorprendidos con la forma en que a José lo quería su familia, a sus hijos siempre les dio ejemplo de respeto, de cultura, siempre se preocupó por darles amor y una gran educación. Al final, el último mensaje que nos dejó fue el de ser diferente, el de entregarse a la familia, amar a los hijos, fue la mejor herencia que nos pudo dejar a todos", finalizó.

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