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Sergio Parisse: el empuje italiano

BUENOS AIRES-- Con la humildad como su principal premisa y por su gran desempeño y habilidad en el campo de juego, Sergio Parisse es el hombre del Renacimiento del rugby: un italiano por elección.

A diferencia de otros internacionales Azzurri, la histórica elección de Parisse no fue el simple hecho de cambiar a Argentina por Italia debido a la conveniencia económica o el rugby. Su padre, también Sergio, jugó para el club de L'Aquila con el que ganó el campeonato italiano en 1967. Años después, su trabajo con una compañía aérea italiana lo llevó a Argentina, donde en 1983 nació Sergio Junior, quien se formó rugbísticamente en las juveniles del Club Universitario de La Plata.

A su regreso a Italia, un joven Sergio se trasladó y jugó en el Benetton Treviso, club en el cual estuvo durante cuatro años y se consagró en tres oportunidades: dos campeonatos y una copa. A partir de ahí, no pasó mucho tiempo para que firmara con el Stade Francais en 2005.

A los 18 años debutó en la selección italiana de la mano de, por el entonces coach, John Kirwan, en lo que fue derrota por 64-10 ante Nueva Zelanda en Hamilton. No obstante, su primer try fue ante Canadá en la Copa del Mundo del 2003, mientras que su segunda conquista fue en la victoria por 30-29 sobre Argentina, en la provincia de Córdoba, en junio del 2005.

"Todas las veces que juego contra Argentina es un partido especial"

En el verano de ese mismo año se trasladó a Francia, al Stade Francais, club con el que se quedó en la temporada 2006-2007 con el título de la liga. Ese mismo año, el técnico de la Azzurra Pierre Berbizier lo convocó para disputar el Mundial del 2007.

Al año siguiente fue nominado por la IRB como el Jugador del año junto a Dan Carter, Ryan Jones, Shane Williams y el medio scrum Mike Blair. Luego, las alegrías continuarían ya que el sustituto de Berbizier, Nick Mallett, lo nombró por primera vez como capitán de la Selección azul. Sin embargo, tantos grandes logros serían opacados por una sanción que recibió de 8 semanas tras agredir al All Black Isaac Ross, en el partido del 26 de junio del 2009, en el que Italia perdió por 27-6, durante una gira de verano.

Su regreso a las canchas no fue el más feliz ya que apenas vuelto se lesionó una de sus rodillas y se perdió el Seis Naciones 2010. La temporada 2012-2013 lo colocó a Parisse como uno de los octavos más importantes del mundo, con una actuación destacada en la memorable victoria de los Azzurri sobre Francia por 23-18, en el partido inaugural del Seis Naciones del último año.

Sergio Parisse es un octavo de gran capacidad y su habilidad en el juego lo han marcado como un jugador excepcional, tanto para su club como para Italia.