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Super Bowl XXV: Final de antología

MÉXICO -- Tampa Bay volvía a recibir el Super Bowl en un año en el que un posible ataque a la sede del Super Bowl era tema recurrente por las decisiones políticas de Estados Unidos pero al menos por tres horas se vivieron momentos que difícilmente se le olvidarán a los amantes de la NFL.

Tras una de las interpretaciones más emotivas del himno nacional, a cargo de Whitney Houston, los New York Giants, quienes llegaban a su segundo Super Bowl, se enfrentaban a los novatos en este tipo de compromisos, Buffalo Bills, favoritos por siete puntos pese a esta situación.

Frente a frente teníamos a la mejor ofensiva y mejor defensiva en lo que a puntos se refiere y tras el enfrentamiento en temporada regular, en el que se impusieron 17-13 los Bills, se podía presagiar un gran partido en el Tampa Stadium.

Los Giants llegaban a este partido después de una dramática victoria 15-13 ante los San Francisco 49ers en el Candlestick Park y con una defensiva que sólo había permitido 211 puntos en la temporada y que fue capaz de contener a siete de sus rivales en menos de 10 puntos, incluyendo una blanqueada ante Detroit Lions.

Por su parte los Bills contaban con un mejor balance ofensivo/defensivo al colocarse como el mejor ataque de la NFL en puntos anotados y la sexta mejor defensiva en el mismo departamento. De la mano de Jim Kelly, Thurman Thomas y Andre Reed, Marv Levy y Ted Marchibroda (coordinador ofensivo) habían conformado uno de los ataques más llamativos en los últimos años.

Los Giants sabían del poder ofensivo de los Bills, situación que ya habían probado en la temporada regular, por lo que basaron su plan de juego en tener el mayor tiempo posible el balón en su posesión logrando establecer un récord del Super Bowl al utilizar 40 minutos y 33 segundos para mantener a Jim Kelly y compañía en las laterales.

Durante la primera mitad el partido se mostró muy cerrado en el que los Bills se fueron 12-10 al descanso pero en el tercer cuarto los Giants tomaron la ventaja con acarreo de una yarda de Ottis Anderson pero el conjunto de Buffalo regresaría con una anotación de 31 yardas de Thurman Thomas; los Giants consumirían siete minutos en el último cuarto para preparar un gol de campo de 21 yardas de Matt Bahr para poner el marcador 20-19, con el que a la postre se coronarían.

La historia señaló en gran medida a Scott Norwood como el gran responsable de la derrota de los Bills al fallar un gol de campo de 47 yardas con ocho segundos por jugar para darle a los Giants su segundo Super Bowl.

Ottis Anderson se convertiría en el MVP del Super Bowl XXV al conseguir 102 yardas en 21 acarreos, incluyendo la anotación de una yarda en el tercer cuarto, convirtiéndose en el primer corredor en recibir esta distinción desde que lo hiciera Marcus Allen en la edición XVIII y también el primero que lo obtendría bajo el nombre de Pete Rozelle.

El Super Bowl XXV tuvo en el emparrillado a los futuros miembros del Salón de la Fama: Marv Levy (entrenador en jefe), Jim Kelly, James Lofton, Bruce Smith y Thurman Thomas por los Bills; Lawrence Taylor y Bill Parcells (entrenador en jefe) por los Giants.

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