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Raptors dan batalla en el Atlántico

NUEVA YORK -- Jason Kidd dice que es demasiado pronto para fijarse en la tabla de posiciones de la División Atlántico y quién está primero a fines de enero.

Y sin embargo, el lunes por la noche, el normalmente estoico entrenador de los Brooklyn Nets estuvo tan apasionado en el banco durante los últimos segundos de un juego entre los Nets y los Raptors como si estuviera clavando dagas contra los Boston Celtics en las finales de la Conferencia Este 2002 nuevamente.

Cuando Deron Williams le sacó una carga a Kyle Lowry con 19.8 segundos en el reloj, Kidd festejó con el puño a lo Tiger Woods mientras Dwane Casey de los Toronto Raptors se volvía loco en el mismo lateral.

No se equivoquen, Kidd, quien construyó una carrera de Salón de la Fama al anticipar siempre su siguiente paso, sabía que el partido del lunes por la noche entre los Raptors y los Nets tenía más peso que un partido cualquiera en plena temporada regular. Ambos equipos jugaron como si la división estuviera en juego.

Los Nets han sido el equipo más caliente de la NBA en 2014, superando a todos en su camino excepto por un equipo en Año Nuevo -- los Raptors.

Jugando sin el lesionado DeMar DeRozan, Toronto dejó su marca en Brooklyn, aturdiendo a los Nets con el robo de un pase de entrada de Williams y un tiro en salto de la victoria ejecutado por Patrick Patterson con 6 segundos en el reloj para robar una victoria por 104-103 de los Nets de Kidd.

Los Nets (20-23) desperdiciaron una ventaja de tres puntos en los últimos 17 segundos y la oportunidad de acercarse a medio juego de los Raptors (23-21). Por segunda vez en el 2014, los Nets se despidieron de una racha de cinco victorias en manos de los Raptors.

La División Atlántico podría ser la más débil de la NBA. Pero si el partido del lunes fue un anticipo de lo que vendrá, los Raptors les están dejando saber a los Nets, y a los Knicks también, que van a dar batalla por el título de la división.

Ganar el Atlántico es fundamental para los Nets y los Knicks si quieren tener alguna posibilidad de hacer ruido en la postemporada. Ambos equipos abrieron la campaña con arranques extremadamente decepcionantes y se aferran a la esperanza de ganar la división y de alcanzar al menos el sembrado nro. 4.

Llegar a los playoffs con el séptimo u octavo sembrado sería una sentencia de muerte en la primera ronda contra Indiana o Miami. Aparentemente, los Raptors van a hacer todo lo posible para echar a perder las esperanzas divisionales de los Nets y los Knicks.

Cuando comenzó la temporada, el Atlántico supuestamente iba a quedar entre los dos equipos de Nueva York. Se suponía que Toronto, Boston y Philadelphia iban a estar más preocupados por adquirir valores a futuro y pelotitas de ping-pong para la lotería.

Pero Casey tiene a Toronto pensando en los playoffs.

"Queremos estar en el baile", dijo Casey antes de la emocionante victoria de los Raptors. "No era nuestro objetivo de cara a la temporada".

Los Raptors están demostrando que podrían colarse el gran baile a pesar de que el gerente general Masai Ujiri está reestructurando el equipo con las salidas de Andrea Bargnani y Rudy Gay. Ujiri aún tiene un par de semanas hasta la fecha límite de intercambios para hacer más maniobras (léase Lowry), lo que podría cambiar su futuro inmediato.

Sin embargo, por ahora los Raptors están desafiando las probabilidades. Tienen una marca de 16-9 desde el canje de Gay.

"Arrancamos la temporada hablando de desarrollar y preparar a Jonas Valanciunas", dijo Casey. "Ahora [también se trata del desarrollo] de Terrence Ross... Para nosotros, haber tenido un poco de éxito en términos de triunfos ha sido un plus, un paso adelante en el proceso".

Los Nets iniciaron la campaña bajo un mandato completamente diferente. Su reloj de campeonato comenzó a correr en el momento que canjearon por Paul Pierce y Kevin Garnett el verano pasado. Y el proceso ha sido impresionante desde su comienzo tumultuoso hasta su giro repentino en el 2014.

Construidos para ganarlo todo, los Nets quedaron 11 juegos por debajo de .500 luego de una paliza en vísperas de Año Nuevo en San Antonio. Se veían como un equipo que iba a desmoronarse por completo, con problemas en el banco y en los vestidores, y con una gran cantidad de lesiones que amenazaban con destruir el huevo de Fabergé de casi $180 millones de Mikhail Prokhorov.

Pero desde aquel inicio de 10-21, Garnett hizo a los Nets tomar la resolución de Año Nuevo de dar vuelta la temporada. Kidd logró evitar que el equipo se desintegrara y siguió creciendo a medida que los Nets compilaban una marca de 10-2 desde la paliza de San Antonio.

A pesar de su último revés ante Toronto, los Nets aún están conformes con la manera en que vienen jugando.

Las cosas siempre pueden cambiar por una lesión de los Nets o por un canje de los Raptors. Pero el lunes, los Nets y los Raptors jugaron como si fueran a librar una batalla por la división sin importar cuánto hayan gastado los Nets y cuánto quieran ahorrar los Raptors.

"Sólo queremos estar en el baile a fin de año", dijo Casey.

Los Nets gastaron millones para ganar y los Raptors bien podrían forzarlos a trabajar duro para ganarse el Atlántico.

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