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Super Bowl XLVI: Misma dosis

No se dejen engañar, Wes Welker no atrapó este pase que hubiera perfilado el triunfo Patriot. AP

MÉXICO -- Era la revancha o el nacimiento de una nueva dinastía. Los New England Patriots volvían a llegar al Super Bowl como favoritos, mas tenían enfrente al equipo que los venció cuando mejores pronósticos tenían.

Los New York Giants accedieron a su segundo Super Bowl en la era de Eli Manning y Tom Coughlin. Enfrente estaban Bill Belichick y Tom Brady, otra vez. Tras la sorpresa del Super Bowl XLII en que los Pats llegaban invictos y los Giants paralizaron el universo de la NFL al vencerlos, la mesa estaba puesto para emparejar los cartones.

Poco sabían los Patriots, que lo de Eli y compañía no fue coincidencia, y el Super Bowl XLVI aguardaba un desenlace que lo comprobaría.

El juego no aportó los tintes de dramatismo que caracterizaron su primer choque, no obstante, enaltecieron a un equipo compacto que supo explotar sus fortalezas defensivas y demostró, una vez más, que ya le tenían la medida a Belichick y sus pupilos.

Los Patriots parecían tejer una cabalgata en propiedad de la motivación, pero el plan defensivo de Coughlin comenzó a surtir efecto para evitar el rezago en puntos. La situación exponía uno de los ajustes más impresionantes para una franquicia a lo largo de una temporada, toda vez que los Giants arrancaron ese 2011 con numerosas bajas titulares en la defensiva.

New England, con su ataque aéreo de élite, pareció recobrar control del juego en el momento más importante, con el marcador favorable y en los últimos 10 minutos del partido. Brady los llevó hasta territorio rival hasta enfrentar situación de 2° y 11. Wes Welker, receptor de Pro Bowl y líder de la NFL por aire, no pudo quedarse con un balón que le chocó en las manos. En tercera oportunidad, Brady lanzó incompleto y los Giants se apoderaron del momento emocional.

Una serie de 88 yardas para anotación dio la voltereta para los Giants, quienes dejaron menos de un minuto en el reloj. Manning, frente al público que se rendía cada dos semanas a su hermano Peyton, en el Lucas Oil Stadium, se consolidaba como el mariscal de campo "clutch" (efectivo bajo presión) de la época moderna... y cobró con su segundo premio al JMV del Super Bowl.

Además, Eli lo lograba enfrente de uno de los más grandes con esa consideración, quien fracasó en crear su propia remontada y cayó nuevamente ante el equipo desfavorecido en los pronósticos.

Los Giants alcanzaron su cuarto Trofeo Lombardi al tiempo que los Patriots empataron lo peor marca en derrotas de Super Bowl con cuatro.