Pablo Montero 10y

"Necesito estos partidos para dar el siguiente paso; sé que estoy al nivel"

BUENOS AIRES -- Santiago Giraldo acaba de sacar adelante un duro compromiso ante un especialista en tierra como Albert Montañés. Es un sólido primer paso en Buenos Aires y una continuidad de lo hecho en Viña del Mar. La chapa marca 7-6 6-2 y así se dispone a retratarlo su coach Felipe Berón, tableta -cámara- en mano.
Toma 1: complicado con tanto curioso que abandona la cancha. Toma 2: un ball boy remueve justo del tanteador las bandas con los nombres y frustra la postal del entrenador colombiano, ante el reclamo de este y algunas risas de quienes seguían la escena.

Giraldo no presta atención al paso de comedia y tampoco apura su salida. Se irá algunos minutos después, entre pedidos de autógrafos, fotos, muñequeras o lo que sea. Horas más tarde se enterará del nombre de su próximo rival: David Ferrer, N°5 del mundo, vigente bicampeón e improvisado máximo favorito ante la baja de Rafael Nadal.

"Obviamente es un partido difícil, pero jugamos parecido y las dos veces que lo enfrenté salieron duelos parejos, en los que tuve mis chances. Simplemente él ha sido más sólido que yo", le cuenta a ESPNtenis.com en la previa del duelo de octavos el N°1 de Colombia.

Los dos antecedentes con Ferrer se dieron en semifinales: en Auckland 2011 (sobre canchas duras) y en Acapulco 2012 (todavía en arcilla), curiosamente su última incursión en esa ronda a nivel ATP hasta la semana pasada en Chile, donde además registró su victoria N°100 en el circuito.

El récord de Giraldo ante jugadores del Top 10 es contundente: 0-18. Pero el colombiano no lo dramatiza y, por el contrario, lo contempla como parte de un aprendizaje en progreso: "Necesito partidos de este tipo para dar el siguiente paso. Puedo ganar o perder, pero hoy me siento capaz de jugar grandes encuentros y sacarlos adelante. Estoy en un momento de mi carrera en el que ya me ha tocado enfrentar a muchos y sé que estoy al nivel".

En ese proceso, y a poco de haber cumplido los 26 años, Giraldo se reconoce "más maduro, con más experiencia, más tranquilidad" y pone el eje en su puesta a punto para esta temporada: "Me preparé muy fuerte, mejor que nunca. Y si bien a principio de año no se me dieron los resultados, sabía que venía jugando muy bien. Hoy me siento mucho mejor en cancha y con decisión para hacer una diferencia en los momentos importantes".

Otro aspecto en permanente desarrollo es el mental, sin las explosiones de otros tiempos, y trocando raquetas rotas por cabeza fría: "Estoy muchísimo mejor en ese sentido. No te voy a decir en un 10, pero un 8, 9 comparado con antes un 3 o un 4", sonríe. "Obviamente soy una persona temperamental y puedo sacar un desahogo, pero es mucho más controlado y creo que es evidente".

En plena forma física, con un tenis en alza y una concentración trabajada, Giraldo puede reacomodar las fichas. Y hoy, en su mejor ubicación (57°) desde diciembre de 2012, tras un año de transición por una peritonitis que le hizo perder peso, ranking y ritmo de juego, el colombiano vuelve a trazarse objetivos ambiciosos: "Ya sano y de nuevo enfocado debería volver al lugar que me corresponde que es el Top 50. Y desde ahí consolidarme para intentar entrar en los 25 primeros" (fue 39° año y medio atrás).

Por primera vez en Buenos Aires, el nacido en Pereira completará la gira de tierra en Brasil y a continuación se irá rumbo a Indian Wells y Miami. Luego habrá que afinar el lápiz para el clay europeo. Pero antes de todo eso, el blanco inmediato se llama Ferrer. Y Giraldo está listo para el desafío.

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