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Carlitos Tevez, el último de los Mohicanos

BUENOS AIRES -- Queridos lectores, los mundiales siempre dejan tela para cortar. De los grandes dolores que puede sufrir un jugador, el más duro es quedar afuera de un Mundial.

A lo largo de los distintos mundiales hubo deserciones, abandonos, traiciones, decisiones de camarillas o distintas ingratitudes de los directores técnicos quienes son los que deciden quienes van y quienes se quedan.

Es duro. Hay secretos, extraños conjuros, amiguismos o pactos más oscuros aún. ¿Quién no recuerda el dolor de Maradona cuando Menotti lo dejó afuera en el Mundial 78? Maradona siempre declaró que fue el dolor más grande de su vida deportiva.

Fillol y Ramón Diaz también fueron dejados afuera del Mundial 86 por decisión de Bilardo y ¿Maradona?

Pero también están otros protagonistas que no juegan por decisión propia. Varios jugadores holandeses, por cuestiones políticas o de derechos humanos no jugaron el Mundial 78. Riquelme no quiso jugar el último Mundial dirigido por Diego Armando Maradona. Pero también es cierto que Cambiasso y Zanetti quedaron afuera jugando en un nivel superlativo y ganando todo en Europa. Pelé también afuera de un Mundial por lesiones y la lista es infinita.

Es imposible imaginar que un jugador renuncie a un Mundial. Es imposible, por supuesto, siquiera imaginarse el dolor que siente otro jugador cuando es dejado afuera. La historia doméstica y secreta de los Mundiales tiene mucha política y tela para cortar.

Hoy día, sin ir más lejos, Carlitos Tevez, está a un paso de quedar afuera de un Mundial. Jugando en un alto nivel, demostrando que nadie es mejor que él en su puesto, va a quedar afuera porque el director técnico no lo considera clave para sus ideas.

En el punto más alto de su carrera y de su rendimiento, Sabella no va a convocar a un jugador que está por encima de Lavezzi, Agüero o incluso el mismo Messi, por momentos. Jugador con experiencia y gran temple, creo que ninguna selección del mundo dejaría a Carlitos afuera de un Mundial por nada del mundo.

Ojalá Sabella se de cuenta que un jugador de estas características se adapta a cualquier sistema de juego. De hecho, ha jugado en todos los sistemas de juego que se pueda imaginar el más inteligente de los técnicos. Se adaptó en Brasil, en Inglaterra aprendió el idioma, en Italia es ídolo total.

Carlos Tevez es un extraterrestre. No hay otro como él. Por encima de Di María, de Gonzalo Higuaín, por estilo, prepotencia de trabajo y salvajismo, Carlitos Tevez está por encima de todos, sin pestañear.

Ojalá no sea un detalle demasiado trágico, ojalá no sea una decisión equivocada. Después del Mundial lo sabremos.