Ricardo Mayorga 10y

Cambio de mando

MIAMI.-
Las comparaciones son odiosas, pero definitivamente inevitables y por estos días de futbol, el América vive de esas delicadas comparaciones en las que se coteja el rendimiento en presente con el recordado trabajo de Herrera desde la dirección técnica de los de Coapa.

Parece injusto con el "Turco", pero perfectamente válido si revisamos los estilos y los esquemas. La culpa no es de Mohamed que no traiciona sus convicciones y si se buscan responsables habría que encontrarlos en quienes escogieron al técnico argentino para reemplazar al "Piojo". El "Turco" sigue siendo fiel a lo suyo, y lo suyo no era el estilo del América que había construido en dos años Herrera.

Seduce dirigir a un equipo como América, pero deberían seducir más los principios y las maneras. América lleva tres partidos sin encontrar respuestas y todos miramos por lógica hacia el banco técnico que es desde donde se gesta lo que supuestamente vemos en la cancha.
Los retoques de Mohamed queriendo ser cauteloso primero con nombres y después con sistema no dan resultado y el futbol alegre que le inyectó el "Piojo" al América pasa ahora a ser un repetido manual de desaciertos en el que se mira más con miedo futbolístico que con alegría deportiva.

La pausa es necesaria en el futbol, es cierto, pero hay propuestas seductoras en las que el ritmo marca la música de los partidos y el atacar, atacar, atacar de Herrera pasó ahora a ser el cuidar, cuidar, cuidar de Mohamed.

Este fin de semana será otra prueba de fuego para América, ahora con su visita al Tecnológico, ante un rival que estrena ideas con Carlitos Barra y que pareciera también querer sacudir la modorra extraña en la que cayó con la conducción del "Profe" Cruz. Allí, en Rayados, nunca le creyeron al "Profe" y siempre lo consideraron poco para su equipo en un gesto reprochable, del que son responsables jugadores y una afición mal informada y extraviada que exige al ritmo de algunos comunicadores con ínfulas de nuevos ricos.

Ahora con Carlitos Barra, Monterrey, tendrá la opción de exhibir su nueva cara ante un América aporreado que requiere un resultado. El volumen ofensivo determinará ese resultado del partido y cuatro hombres podrán marcar ese destino: Nery Cardozo y "Chelito" por Monterrey y Sambueza con Martínez por el América, de quienes presumiblemente jueguen desde el comienzo en territorio regio.

El futbol es dinámica y propuesta que por pasajes merece pausas, pero en el que debe imperar el atacar para poder ganar y ese futbol hoy pocos quieren practicarlo más por temor que por indiferencia. En México los torneos cortos son enemigos de la paciencia y por ello afloran los temores tácticos. Hay que armarse de técnicos casi temerarios y con férreas convicciones para que se garantice el resultado.

La denominada escuela La Volpe parece haber dejado algunas huellas entre Herrera, Romano, Guzmán y el propio "Profe" Cruz, pero de ellos sólo el "Piojo" hoy en día es alumno aventajado, mientras los demás siempre, cuando están activos, viven caminando en la cuerda floja por sus propuestas.

Otro detalle a observar es que pareciera que para ser ofensivo en el futbol mexicano se necesitara jugar siempre con un esquema que parte de tres zagueros y dos carriles o línea de cinco como insistentemente le llama La Volpe. Son tendencias o modas que son fácilmente rebatibles si miramos hacia Europa y el futbol ofensivo y moderno que impera en la mayoría de los equipos en el Viejo Continente.

Es cierto que el futbol pasa por los jugadores, pero a ellos hay que enseñarles y trasmitirles y ahí es donde el tiempo no existe y se convierte en enemigo por la urgencia de resultados con los torneos cortos.

Lo cierto es que el América por obligación cambio de mando y por ahora pierde el rumbo, contraste marcado con Cruz Azul, que también por ahora cambio de mando y ese sí parece encontró un rumbo.

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