Gustavo Sgalla 10y

El polo está de luto

BUENOS AIRES -- Desde hace tiempo anunciaba su retiro de los torneos oficiales, sin embargo a los 53 años y con casi 30 de carrera profesional, Carlos Gracida se resistía a dar un paso al costado o, en todo caso, entendió que un torneo de 14 goles no representaba un peligro mayor. Así fue que tomó parte del equipo de Santa Clara en the Freebooters Classic 14-goal Tournament en el Everglades Polo Club.

Otro jugador golpeó involuntariamente el caballo de Gracida en la cabeza con el taco. Según los presentes, el animal, aturdido, golpeó la cabeza de Gracida, dejándolo inconsciente. El mexicano cayó y su caballo rodó encima de él.

Según el parte médico sufrió sangrado e inflamación en el cerebro y nunca recuperó la conciencia. Desde un primer momento estuvo acompañado tanto por sus hijos Carlos Jr. y Mariano y su hermano, Memo, como por polistas profesionales. A pesar de la atención médica y el traslado al centro médico Delray, falleció horas más tarde.

Partió así uno de los deportistas más grandes y reconocidos que ha dado este deporte.

Este mexicano no pertenecía a la nobleza, pero su talento en el polo lo había coronado entre príncipes y reyes, de manera real, al punto de ser el elegido por el príncipe de Gales y su hijo William.

Hace pocos días Carlos Gracida le confesaba al periodista Roberto Arteaga: "He convivido con la gente más rica del mundo y yo siempre les digo una cosa...Mira cómo es la vida, tú quieres ser como yo, y yo quiero ser como tú'. Ellos quieren ser buenos jugando polo y yo quiero ser bueno haciendo negocios. La vida es así".

Y la vida para él estuvo llena de éxitos deportivos, casi como ningún otro jugador de polo: ganó 9 US Open, 10 British Open, 5 Abiertos Argentinos, y entre otros tantos logros fue el único extranjero en ganar el trofeo Olimpia de Plata al mejor en su deporte en la Argentina.

Desde hace tiempo anunciaba su retiro de los torneos oficiales, sin embargo a los 53 años y con casi 30 de carrera profesional, Carlitos sufrió una caída durante un encuentro en los Estados Unidos, y a pesar de la asistencia médica, fallecería horas más tarde.

Partió así uno de los deportistas más grandes y reconocidos que ha dado este deporte.

LA ÚLTIMA NOTA
Paradoja del destino, está fue la última nota que publicó días atrás la Revista Forbes.

Una historia de familia

Carlos nació en septiembre de 1960. Desde muy joven se ha dedicado a cultivar el deporte que también practicó su padre, y que se ha convertido en una herencia para toda la familia Gracida.

Con una maleta llena de recuerdos que ha atesorado a lo largo de su vida profesional, Gracida no olvida sus raíces familiares que le hacen tener presente que el polo se entabla en una relación del hombre con el caballo.

Eso lo aprendió bien de su abuelo Gabriel Gracida, quien era el entrenador y arrendador de los caballos del general Manuel Ávila Camacho, presidente de México de 1940 a 1946.


"Mi abuelo tenía una yegua que se llamaba Cancia y era la que ocupaba Pedro Infante en sus películas. Alguna vez Evita Perón lo vio en un show en Argentina y se lo pidió como regalo al presidente Ávila Camacho, y él no tuvo otra opción más que regalárselo. Entonces mi abuelo estuvo muy triste tres días tomando alcohol, y nunca había tomado una copa de alcohol, no era como en las películas... es una historia que muestra la relación del hombre y el caballo", recuerda Carlos.


Con esta enseñanza en su memoria, Gracida ha galopado con un taco en la mano, el cual le ha permitido golpear la bola y conseguir en 10 ocasiones la victoria en las finales del Abierto Británico, así como ser el único extranjero que ha ganado el trofeo OlImpia de Plata, que se otorga a los jugadores más valiosos en la Liga Argentina de polo.


Y a pesar de los logros obtenidos en su carrera, el mexicano dice serenamente: "Soy una persona muy sencilla, me atrevo a decir que soy noble, siempre trato de ver del otro lado de las demás personas, y soy muy sensible a las emociones de las otros, porque me gusta ayudar a los jóvenes y la gente que tiene problemas".

EL TRONO


Las victorias de Carlos Gracida no sólo han conquistado trofeos, sino que también han tocado las puertas de los castillos de la realeza. El mexicano ha sido instructor de Carlos, príncipe de Gales, así como de sus herederos William y Enrique.


Hace un año, Gracida fue invitado por el príncipe William a jugar a Inglaterra, y atesora el recuerdo de la presentación que hizo el hijo de Diana de Gales a su esposa Kate Middleton: "El príncipe William le dijo a Kate 'esta persona es el mejor jugador de polo que ha existido en la historia, es una leyenda y es el mejor, y mi padre opina lo mismo'".


En septiembre de 2012, la reina Isabel II le entregó un premio especial a Carlos Gracida por su trayectoria en el polo y la dedicación al entrenamiento sin agresión a los caballos.

"LOGRÉ MÁS DE LO QUE SOÑÉ"


Carlos confiesa que ha llegado el momento de cerrar un ciclo: "Estoy al final de mi carrera deportiva, lo sé porque todos lo tenemos y estoy creando diferentes opciones como negocio. Ahora estoy como promotor de polo y organizo eventos".

El mexicano fundó en Estados Unidos la empresa Gracida Polo junto con el empresario Todd Morley, para desarrollar negocios en bienes raíces, así como publicaciones de vida y estilo.

Asimismo, encamina sus esfuerzos para llevar el golf, deporte que también práctica, y las actividades ecuestres a China.


"Estoy muy contento, estoy pasando una época de mi vida que es de satisfacción y de valorar los momentos apreciando más todo", asegura el empresario.

Por ahora, Carlos se enfoca en continuar heredando a sus hijos la pasión por el polo, mientras reflexiona sobre sus logros: "El otro día escuchaba una frase de una golfista que decía que para lograr algo hay que soñarlo, y yo dentro de mí pensé, yo no podría decir eso porque yo logré más de lo que soñé, y las cosas que he obtenido no las soñé de niño, ya que eran cosas inalcanzables que jamás imaginé".

LOS TRES SECRETOS PARA CABALGAR AL ÉXITO

Carlos Gracida comparte a Forbes México 3 secretos que lo han llevado al éxito.


1. No pierdas un segundo en resolver un problema: La determinación es clave para lograr el éxito y aprovechar las oportunidades. Esto sucede en el polo y en los negocios.

"Yo he convivido con las personas más ricas y poderosas del mundo, y lo que aprendí de ellos fue la decisión, así es que no pierdas un segundo en resolver un problema", dice Carlos Gracida.


2. Nunca aceptes el no: A veces las condiciones pueden ser adversas, pero es importante no perder de vista las creencias personales. El secreto es dedicarse con pasión a lo que haces como si fuera lo más preciado en tu vida.

Aunque el juego esté en contra, una respuesta negativa para el reto no es una opción, dice Gracida: "Por lo general las personas no van a creer en lo que tú crees, por eso debes confiar en los que tú piensas, seguir tus creencias y nunca aceptar el no".

3. Hay que confiar en la gente: Tal vez sea difícil confiar en las demás personas, pero es importante hacerlo.

"Hay que confiar, pero no hay que abrir las cartas, siempre tienes que tener una carta guardada en el mundo de los negocios, es como un juego de póker, hay que esperar a que sea el momento".

Antes de terminar la charla, y una noche previa a disputar la final del Abierto Mexicano de Polo, Carlos Gracida resumía su éxito en una idea: "Los negocios y el polo son lo mismo. Alguien me preguntaba si voy a ganar el torneo, y yo le decía 'sí, voy a ganar', y no debe importarte cómo suene, aunque parezca arrogante, porque estoy diciendo lo que yo creo, y tienes que creer en ti".

Cómo en sus mejores momentos, Carlitos Gracida, irradiaba confianza en sus cualidades, las mismas que en 1985 llevaron a los integrantes de La Espadaña a pensar en él. La fiebre equina de aquel año retrasó los planes y los hermanos Alfonso y Gonzalo Pieres, junto a Ernesto Trotz, completaron el conjunto con otro mexicano, Antonio Herrera. Se consagraron en Palermo "Catedral del Polo Mundial", en mayo de 1986, y ya con Carlos Gracida en el equipo, volvieron a ganar en 1987, 1988, 1989 y 1990.

La Espadaña era una verdadera máquina, un equipo precursor del polo total o la rotación constante y dueño de duelos ante Indios Chapaleufú I y II, que obligaron a extender las tribunas de Palermo.

El equipo, nacido en la localidad de Lobos, Provincia de Buenos Aires; se desarmó siendo el defensor del título más deseado en el polo mundial y tras llegar a los 40 goles de hándicap.

Cuatro años más tarde las canchas argentinas volverían a ver mucho más del talentoso jugador mexicano. Convocado nuevamente por su amigo Gonzalo Pieres, Gracida llegó para ser parte de la segunda etapa de Ellerstina, aunque para sorpresa de todos ocuparía el puesto de back. Como primer delantero -puesto original de Carlos- ya descollaba un joven llamado Adolfo Cambiaso. Ese Ellerstina de 1994, que completaban Gonzalo Pieres y Mariano Aguerre obtendría la Triple Corona Argentina sumando los títulos de Tortugas, Hurlingham y Palermo.

Carlos Gracida, había nacido en la ciudad de México, 53 años atrás, obtuvo los 10 goles de hándicap en 1985 y durante 15 años los mantuvo brillando con su talento.

El polo lo va extrañar

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