Especial para ESPN 10y

La afición de Adolf Hitler al futbol, por conveniencia del régimen

MÉXICO -- En el 2008, la revista "Times" realizó una lista de los 50 peores hinchas de la historia del fútbol. En ella aparecían personajes de todo tipo, desde Benito Mussolini, que seguía al Bologna , hasta Osama Bin Laden, que según la publicación le iba al Arsenal inglés. Sin embargo, toda la atención se la llevaba el personaje que ocupaba el primer puesto, se trataba del líder y fundador de la Alemania Nazi, Adolfo Hitler.

Según la revista, Hitler era un hincha ferviente del Schalke 04, equipo que durante su régimen ganó seis campeonatos alemanes, y no perdió un solo partido entre 1935 y 1939. El listado publicado por "Times" le dio la vuelta al mundo, y en Gelsenkirchen, sede del Schalke, se dieron a la tarea de investigar más sobre la supuesta afición del Fuhrer por el equipo.

Pocos días pasaron desde la polémica publicación del Times para que los voceros del Schalke , indignados, se pronunciaran sobre el tema. En efecto, en carta abierta dirigida a la revista "Times" el portavoz del club, Gerd Voss, afirmó que no se encontró evidencia alguna del supuesto romance entre Hitler y el Schalke.

Según Voss, no existía ningún documento que demostrase que una tribuna del estadio del Schalke era denominada "Fuhrer Stand" , como lo afirmaba "Times", ni que el líder Nazi hubiera asistido alguna vez a presenciar un partido del Schalke. Tampoco existían pruebas de que Hitler hubiera tenido alguna injerencia en los títulos conseguidos por el club de Gelsenkirchen entre 1933 y 1945 agrega el vocero.

La polémica paró ahí, y ya nadie se atreve a afirmar con certeza que Adolfo Hitler era hincha del Schalke, y hasta algunos, como Ulrich Hesse, historiador y estudioso del fútbol alemán, afirman que Hitler detestaba el fútbol por ser "muy inglés". Sin embargo, el provecho que el líder nazi le sacó al deporte más popular del mundo, y a la imagen del poderoso Schalke 04 para difundir su régimen es incalculable.

Si bien es cierto que no existen pruebas de que Hitler haya asistido alguna vez a un estadio a ver un partido del Schalke, ya que sólo se tiene registro fotográfico de él en un partido de fútbol (Alemania-Noruega, en los JJOO de 1936), la propaganda nazi basada en la imagen del Schalke 04 se distribuía en grandes cantidades entre la población.

En la web se pueden encontrar varias imágenes de la época, que muestran un estadio a reventar con hinchas sosteniendo pancartas gigantes de apoyo al nazismo, y otras de los jugadores del Schalke realizando el saludo nazi antes de los partidos. Así mismo, parece imposible pensar que Hitler y sus secuaces no hayan tenido alguna injerencia en la increíble racha de imbatibilidad del equipo entre 1935 y 1939.

Aunque está comprobado que Hitler no era un asiduo seguidor del fútbol, él sabía de la popularidad de este deporte entre sus seguidores, por lo que decidió utilizarlo como medo propagandístico de su régimen. Según datos del gobierno alemán, más de 300 futbolistas judíos desaparecieron durante el mandato de Hitler. Además, desde 1933, los nazis determinaron que todas las entidades deportivas alemanas debían estar comandadas por arios.

Inmediatamente, los presidentes del Bayern Munich (Kurt Landauer), y del Borussia Dortmund (Egon Pentrup) se vieron obligados a dejar sus cargos y huir.

Para Hitler y Goebbels, su ministro de propaganda, el deporte era una manera de enaltecer el trabajo, la disciplina, y en general el físico de la raza aria, y una derrota en un partido era una catástrofe nacional que no podía salir a la luz pública.

Ejemplo de ello, lo ocurrido en agosto de 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, cuando un equipo de Ucrania, país recién invadido por Hitler, venció a un equipo conformado por miembros de la fuerza aérea alemana. Los nazistas no podían permitirse tal humillación, por lo que obligaron a los ucranianos a jugar un segundo partido, que también perdieron. Todos los integrantes del equipo ucraniano fueron asesinados, según los nazis, por pertenecer al partido comunista.

Por otra parte, en ámbito local, tanto el Borussia Dortmund, como el Bayern Munich fueron perseguidos por el régimen de Hitler por ser considerados de tendencia judía. El Schalke, en cambio, representaba el ser ideal que inculcaba el nazismo: individuos de raza aria que en equipo se convertían en un conjunto invencible. El Fuhrer, por lo tanto, era un hincha del Schalke a conveniencia.

Los triunfos del club equivalían a triunfos de la raza aria que enaltecían el régimen. Goebbels la tenía clara: "Ganar un partido era más importante para la gente que invadir una ciudad del este de Europa," escribió en su diario. Hitler lo sabía, y es por eso que su afición, seguramente aparente, por el Schalke y por el fútbol, tenían plena explicación por lo que representaba la victoria y la superioridad física de la raza aria en el Tercer Reich.

Colaboración de @Juezcentral

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