Michael Wallace 10y

El desgaste del Rey

HOUSTON -- Noventa minutos antes del partido del martes, el entrenador de los Houston Rockets, Kevin McHale, salió de su oficina del Toyota Center para su sesión de medios previa al partido y se encontró casi con el triple de reporteros y camarógrafos que la mayoría de las noches.

"Debe haber un gran partido esta noche o algo así", dijo McHale en tono de broma.

Momentos más tarde, con un tono mucho más serio, McHale reconoció que su equipo necesitaba un partido como éste contra el actual bicampeón de Miami para medir su nivel en el último trecho de la temporada.

Dwight Howard, centro de los Rockets, le transmitió un mensaje similar al cuarto público más numeroso en la historia del estadio durante su entrevista posterior al partido desde la cancha después de que los Rockets lograran contener al Heat para llevarse una victoria por 106-103.

"Necesitamos esto todas las noches", dijo Howard, quien desafió a los fans a mostrar el mismo nivel de apoyo incluso durante aquellas noches en las que las estrellas de rock de la NBA, como LeBron James, no son la atracción principal.

Entre esos mensajes de McHale y Howard, los Rockets capturaron lo que posiblemente sea su victoria más significativa de la temporada para cortar una mala racha de siete derrotas consecutivas ante Miami. Le dio a Houston su primer triunfo sobre el Heat desde que LeBron James llegó a Miami de Cleveland como agente libre hace cuatro años.

Lo que les dio a los Rockets un poco más de confianza y validación fue la convicción de que si corrigen un par de malos hábitos y ciertos defectos persistentes en su juego durante la recta final de la temporada, Howard y James Harden podrían convertir este conjunto de jugadores en un contendiente tan formidable como cualquier equipo de la Conferencia Oeste.

Los Rockets inmediatamente enfocaron su atención en la preparación para el partido de la noche siguiente, una visita a Orlando el miércoles. Pero la actuación del martes contra el Heat será una gran herramienta de enseñanza que McHale y su equipo podrán usar para ayudarles durante las últimas semanas de la temporada regular.

Houston no jugó relativamente bien.

Pero triunfó con determinación.

Esto significa que defendieron lo suficientemente bien como para limitar a James a tres puntos en la segunda mitad y a cero en el último cuarto una noche después de que batiera un récord de la franquicia del Heat con un récord personal de 61 puntos.

También significa que lucharon con garra en los minutos finales tras haber echado a perder una ventaja de 13 puntos hacia la mitad del último segmento.

Pero en última instancia, significa que superaron trechos de juego increíblemente desprolijo y errores sin sentido para demostrarle a la liga y a ellos mismos que bien podrían estar alcanzando su pico en el momento adecuado. Los Rockets han ganado 12 de sus últimos 14 partidos en total, incluyendo seis en fila en casa, y mejoraron su marca a 13-0 en el Toyota Center contra equipos de la Conferencia Este. Con una marca de 41-19, están empatados con los Clippers y los Trail Blazers por la tercera mejor marca de la Conferencia Oeste, detrás de los Spurs y el Thunder, líder de la conferencia.

"Hemos estado jugando bien", dijo Harden. "Estos últimos meses, realmente hemos encontrado un pequeño nicho y estamos cómodos con cómo nos sentimos".

El equilibrio ha sido parte del nicho.

Los cinco titulares de Houston anotaron en dos dígitos. Howard abrió el camino con 22 puntos y 16 rebotes; Harden sumó otros 21 puntos y 11 asistencias para terminar con al menos 10 asistencias en partidos consecutivos por primera vez en su carrera; Terrence Jones anotó 19 tantos y 12 rebotes; Pat Beverley igualó su récord personal con cinco triples, y Chandler Parsons terminó con 10 puntos pero encabezó el esfuerzo defensivo de todo el equipo, que mantuvo a James a raya con nueve aciertos en 18 intentos para 22 puntos.

Y aunque arrancaron el partido intentando enfocarse en realizar las cosas que hacen bien, los Rockets salieron del juego señalando cuántas cosas pueden aprender del ejemplo establecido por el Heat al llegar a las Finales de la NBA en cada una de las últimas tres temporadas.

Cuando Miami borró un déficit de 13 puntos para empatar el partido en el último cuarto, Howard comparó cómo respondió su equipo con algunas de las características que ha observado del Heat.

"Si miras su equipo --para empezar, es un conjunto con mucha experiencia-- y cómo jugaron esta noche, mantuvieron la compostura en cada situación", dijo Howard. "Estuvimos (15) arriba, y no los vimos pelear entre sí ni nada de eso. Se mantuvieron unidos. Eso es algo que tenemos que aprender. Y creo que lo estamos logrando. Cuando lleguemos a los playoffs, y estemos en esos partidos en los que podríamos estar abajo por un par de puntos, mantener la compostura nos convertirá en un equipo mucho mejor".

Parsons agregó que Houston simplemente está intentando alcanzar el nivel que el Heat ha mantenido estos últimos tres años. Entre otras cosas, alcanzar dicho estatus implica ser capaz de defender en los momentos claves de los partidos. Los Rockets limitaron al Heat a apenas tres tiros de campo durante los últimos seis minutos del juego después de que el tanteador quedara igualado en 93-93.

James reconoció antes del partido que estaba agotado tras el épico encuentro del lunes ante Charlotte. El Heat tomó un vuelo nocturno a Houston y llegó al hotel a las 3:30 am ET. James dijo que durmió la mayor parte del día antes de llegar al estadio el martes por la noche.

"Lo peleé durante la primera mitad", dijo James, quien anotó 19 de sus 22 puntos antes del descanso. "Pero simplemente no lo tenía".

De cara al partido, McHale dijo en broma que la asignación defensiva de Parsons sobre James era "mantenerlo en menos 61 puntos" esta vez. Houston marcó a James con varios jugadores diferentes y múltiples esquemas. Beverley, un base armador, persiguió a James durante los minutos finales del último cuarto. Luego Howard, centro, pasó a marcar a James y lo obligó a lanzar un triple difícil que no entró en el último segundo.

Pero Parsons fue lo suficientemente inteligente como para saber que gran parte de la ayuda venía del calendario de la NBA.

"En primer lugar, estoy seguro de que estaba exhausto después de lo que hizo [el lunes] por la noche", dijo Parsons. "Así que lo tuve en una buena noche. Pero traté de ser físico con él. Traté de limitar sus toques y presionar sobre él balón, no dejarle hacer nada fácilmente. Y al final del partido, hicimos cambios en todo. Le mostramos cuerpos diferentes, enfoques diferentes. E hicimos un buen trabajo de no cometerle demasiadas faltas".

En esencia, ésta fue otra noche de crecimiento para los Rockets.

"Creo que nuestro equipo está madurando", dijo Parsons. "Los muchachos están dando un paso adelante y haciendo grandes jugadas. A principios de año, no habríamos tenido este resultado".

Ni la presencia que tuvieron el martes, al menos no de los medios de comunicación.

Y probablemente no con tanta frecuencia de los fans.

Pero estos Rockets han ganado tracción, atención y mucha fuerza últimamente.

^ Al Inicio ^