Marly Rivera 10y

Una fiesta en honor a Mariano

CIUDAD DE PANAMÁ-- Al ritmo de miles de vuvuzelas, los aficionados en el Estadio Nacional Rod Carew les dieron una bienvenida al estilo panameño a los Yankees de Nueva York y Marlins de Miami, de visita por Ciudad de Panamá para el primer partido de Grandes Ligas desde 1947.

Al tocar la canción "Enter Sandman" en el Estadio Nacional Rod Carew, Mariano Rivera, entró entre las compuertas del jardín central ante una estruendosa ovación de pie, como sucedió gran parte de sus 19 años en Grandes Ligas, antes de retirarse como el mejor cerrador de todos los tiempos con 652 salvamentos de por vida.

"Cuando el pueblo panameño cantaba el himno nacional y yo estaba parado en los jardines, se cumplió un sueño que no había podido en mi vida disfrutar", dijo Rivera después de efectuar el primer lanzamiento de la 'Serie de la Leyenda'. "Fue algo increíble y experimentarlo a casa llena con todos de pie y con esa ovación, eso no tiene precio".

David Robertson tuvo el honor de servir como receptor de Rivera al lanzar la primera bola, lo cual fue un gesto sumamente significativo.

"Lo quise hacer para que sirviera como una transferencia a mi sucesor... entregué mi legado. Fue como pasar la antorcha y esperemos que haga bien el trabajo que se la ha encomendado", dijo Rivera.

"Todo tiene un principio y un final y ahora sí que aquí terminamos la historia en casa. Hoy está el círculo completo y se ha cumplido lo que tenía que pasar, y ahora sí ha sido sellado, porque fue en casa, y no hay nada mejor que tu propia casa. Soy panameño y como panameño deseas y está en tu sangre formar parte de esto y así se cumplió".

Para Robertson también fue una experiencia inolvidable, en particular estando en Panamá, donde Rivera es un ídolo, y ante un jubiloso público.

"Era obvio que todo el mundo estaba muy emocionado de ver a Mariano y ser su receptor para el primer lanzamiento fue increíble, no todo el mundo puede decir que ha hecho eso", dijo el cerrador de 28 años. "Creo que sí fue algo como pasar la antorcha ya que las cosas se están alineando de esa manera, pero todavía no he lanzado un partido de temporada regular así que será interesante".

Tener la oportunidad de vestir la camiseta con el número 42 y compartir con sus ex compañeros una vez una vez más fue una experiencia única para "Mo", que no se había puesto el uniforme rayado desde su último partido en Grandes Ligas el 26 de septiembre de 2013.

"La realidad es que se siente muy diferente tener el uniforme puesto de esta manera. Siempre he sido un pelotero que le gusta la acción y ponerme este uniforme trae muchos recuerdos. Y sólo quiero dar gracias, gracias a los compañeros todos que nunca me dieron la espalda y la organización de los Yankees tampoco", acotó Rivera.

Cada miembro de los Yankees y Marlins recibió un estruendoso aplauso al escucharse su nombre al presentar las alineaciones sobre los altavoces del estadio nacional, pero la ovación más grande, fuera de la de Rivera, estuvo sin duda reservada para Derek Jeter.

"Derek es mi hermano y lo ha sido por muchos años y tenerlo aquí representando a los Yankees de Nueva York, de veras no puedo pedir más. Y no sólo Derek, CC, Carlos Beltrán, Alfonso Soriano, Francisco Cervelli y a Joe Girardi y a todo el cuerpo de entrenadores y los demás compañeros sólo les doy las gracias, porque nunca me han dicho que no y siempre me han apoyado al cien por ciento".

Los Bombarderos no pudieron extender la grandiosidad de la ceremonia al partido como tal, ya que cuatro lanzadores de los Marlins, el abridor Brad Hand y los relevistas Steve Cishek, A.J. Ramos y Arquímedes Caminero se combinaron para dejar a los Yankees sin hits, lo cual el piloto Joe Girard mantuvo bajo perspectiva al ser un partido de exhibición, pero al mismo tiempo concedió que le restó un poco de lustre al evento.

"La ceremonia fue increíble, y estoy seguro fue muy especial para Mo, pero no fue el tipo de noche histórica que esperábamos. Sí le quita un poco al evento, porque obviamente nos hubiera gustado anotar unos cuantos hits y carreras, pero los Marlins lanzaron excelentemente y no importa qué partido se juegue y a qué nivel uno nunca quiere salir sin conectar hits", dijo el dirigente neoyorquino al terminar el partido, una victoria triunfo 5-0 para Miami.

Adonis García se ponchó en la parte baja del noveno para sellar el 'no-hitter', pero el utility cubano afirmó que no sintió ningún tipo de presión al presentarse al plato ante el clamor de la fanaticada, que esperó desde 1947 para ver a los Yankees jugar en Panamá.

"Creo que el objetivo se ha cumplido de homenajear a Mariano, pero estamos en partidos de preparación y no le quita nada", especificó García. "Cada cual sabe el trabajo que hacer cuando las cosas no salen y estábamos tratando de hacer los ajustes en home, pero los hits no salieron, y no hay por qué preocuparse ni estar desesperados por eso".

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