Billy Russo 10y

Montero trata de resolver regla 7.13

SCOTTDALE -- Cuando salió el batazo hacia el jardín central, Miguel Montero se paró al frente al home plate y se ubicó en la posición que usualmente asume cuando hay posibilidades de una jugada de pisa y corre que representa una carrera, contra su equipo.

El lanzamiento de A.J. Pollock, el guardabosque central de los Diamondbacks de Arizona, fue perfecto y el receptor lo tomó limpiamente para luego poner su mascota, con la bola dentro, en el vértice superior izquierdo del plato y tocar a Scooter Gennett, el corredor, antes de que éste hiciera contacto con la goma. ¡OUT!

Esa acción bien puede ser tomada para ejemplificar lo que se debe hacer ahora en esas jugadas, tras lo impuesto en el reglamento de Grandes Ligas que restringe las colisiones en el home plate.

Sin embargo, no todas las jugadas son así de limpias, ni se puede decir que la intensidad de los encuentros en el spring training es la misma que en la temporada regular. Hay factores que, obviamente, cambian el contexto de las acciones.

Sea como sea, es bueno este momento para comenzar a acostumbrarse a los cambios que trae la nueva regla 7.13. Lo que no quiere decir que sea fácil, ni siquiera para el propio Montero, quien justamente antes del encuentro que disputó este domingo con su equipo, ante los Cerveceros de Milwaukee, en el Salt River Field, en Scottsdale, Arizona, le expresó a ESPNdeportes.com las dudas que le generan la recién implementada norma.

"De verdad, que es un tema que no termino de entender. Es algo bien complejo. He tenido un par de situaciones en el home en las que he podido hacer el out y tal vez pensando en qué posición debo estar, cómo debo estar y eso, se me han caído un par de pelotas", dijo Montero, quien expresó: "Tengo todas esas cosas en la cabeza ahorita, estoy confundido y no me dejan concentrarme para agarrar la pelota y hacer el out. Creo que uno prácticamente tiene que tratar de hacer lo mismo que venía haciendo y que sea lo que Dios quiera".

El receptor de los Diamondbacks no deja tampoco que esa preocupación le nuble su visión del juego, ni que se desgaste mentalmente por eso en este momento, en el que está procurando culminar exitosamente su preparación para la campaña del 2014, en la que espera reivindicarse tras los pobres resultados obtenidos hace un año.

En el 2013, Montero tuvo promedio al bate de .230, con .318 de porcentaje de embasado, .344 de slugging y .662 de OPS. Esos son los registros más bajos de su carreras desde que es titular en Grandes Ligas. Ellos generaron un profundo malestar y una profunda decepción en el venezolano.

Olvidar y superar ese atípico rendimiento ofensivo ha conllevado a Montero a tener una lucha interna.

"No te voy a negar que cuando empecé el spring training todavía sentía, atrás en la cabeza, lo que había pasado en el pasado, eso es parte de la naturaleza humana. Obviamente, superar eso es un poco difícil, porque uno quiere venir a reivindicarse y hacer un mejor trabajo, no solo que el del año pasado, que fue un año bastante malo, sino tratar de tener un mejor que los anteriores que han sido buenos", dijo el careta.

"Uno es competitivo, le gusta competir y salir al terreno a hacer las cosas bien. Lo duro de esto es que después que te preparas tanto y trabajas tan fuerte para tener éxito y no ves el éxito dices: 'bueno y los resultados dónde están? Tanto trabajar y trabajar para nada?'. Por eso es que tal vez a uno le pega un poco más. Creo que sería más fácil olvidar cuando te va mal porque no hiciste nada, a cuando te va mal después que trabajas fuerte. Eso es más frustrante", agregó.

Montero aseguró que su plan de preparación y de trabajo para este spring training no ha variado, pese a los resultados del 2013. Pues no cree que tenga que ver con algo en específico de su puesta en forma para el juego, sino en situaciones que le pasan y por las cuales tienen que pasar todos los peloteros.

La única variación que tuvo que realizar para esta pretemporada fue producto del retraso que tuvo para comenzar sus actividades de acondicionamiento físico, debido a la operación a la que tuvo que someterse por una infección en el dedo índice de su mano izquierda.

"Fue un offseason relativamente distinto, porque no pude hacer nada por dos meses. Normalmente una vez que se acaba la temporada tomo seis semanas de descanso y comienzo a entrenar a principio de noviembre. Este año no puede comenzar a hacer nada hasta principios de diciembre debido a la operación que tuve en la mano", explicó.

"Es verdad que no pude prepararme de la manera en la que quería, pero pude hacer algo. Llegué en buenas condiciones, hice unas cosas diferentes a las que hacía anteriormente, como irme de la casa al estadio y del estadio a la casa en bicicleta. Eso fue un cardio bastante bueno, por lo menos 20 millas diarias en bicicleta para tratar de recuperar los dos meses perdidos", añadió.

Montero consideró que la rutina de trabajo que tuvo que adoptar el equipo para este spring training, debido al viaje que realizarán este domingo a Australia para abrir la temporada el próximo 22, ante los Dodgers de Los Ángeles, no tuvo impacto en él, pero quizás sí en los lanzadores del equipo y dio como ejemplo la situación por la que atraviesa el líder de la rotación, Patrick Corbin, quien se lesionó el codo izquierdo en el encuentro del sábado y está en riesgo de perder la campaña.

"En lo personal no me lo alteró mucho. Posiblemente para los lanzadores sí, porque de verdad trataron de apresurarlos un poco más para tenerlos listos una semana y media antes. Eso, quizás, puede traer consecuencias a largo plazo. Ahorita pudiéramos estar viviendo una de ellas, ojalá y no sea lo que pensamos, pero son las consecuencias que no queremos tener", expresó Montero.

"Tal vez teníamos que manejarlo de una manera diferente, para tratar de comenzar la temporada regular de una manera en la que todos estuviéramos sanos. Lamentablemente no creo que sea así este año. Creo que no nos adaptamos o no nos pusimos un plan de trabajo adecuado para esos dos juegos", agregó.

Pese a los inconvenientes logísticos que genera este viaje, el venezolano aseguró estar emocionado por la experiencia, ya que será la primera vez que visitará Australia.

Hablando de emociones, Montero es conocido por su alto grado de competitividad y sus inmensas ganas de ganar.

Sus reyertas y arengas dentro de los Diamondbacks lo han hecho una figura que infunde respeto en el equipo, de la misma forma que fuera de él. El careta defiende a su organización de los ataques externos, con la misma severidad y vehemencia con que juega y se exige en el terreno.

"Juego el béisbol duro y cuando veo a otros que no lo hacen me molesta y se los dejo saber. Me gusta ganar, me divierto haciendo lo que hago y me duele cuando las cosas no salen como es", dijo Montero antes de referirse a los comentarios que hace unas semanas hiciera Heath Bell en contra del equipo y del trabajo del venezolano.

"Ahora viene y dice que no llamaba el juego adecuado para él. Pero eso es fácil, él tiene la pelota, lo único que tienes que decir es que no. Uno, yo no llamo rectas en el medio. Dos, no llamo curvas hangueadas (colgadas), entonces qué, va a buscar excusas ahora. Siempre buscan --los peloteros que acusan a sus compañeros o a sus ex equipos-- a alguien para ellos librarse, no sé si eso los hace sentir mejor o qué. De verdad no era él mismo y pudo haber dicho que no tuvo un buen año y ya, se acabó", indicó.

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