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LaTroy Hawkins y su familia

SCOTTSDALE, Ariz. -- Cuando LaTroy Hawkins finalmente se retire, Grandes Ligas no será el único afectado por su ausencia, los estados de Arizona y Florida verían una disminución de turismo. Eso es porque cada año, un grupo de integrantes del Club de Fans de LaTroy Hawkins viajan a los entrenamientos primaverales para apoyar al relevista donde quiera que él esté jugando y para cualquier equipo con el que juegue.

Bueno, oficialmente ellos son miembros de su club de fans. Pero los aproximadamente 40 integrantes son tan sorprendentemente cercanos que Hawkins considera que son parte de su propia familia. "Una de las mejores cosas ocurren cuando estamos hablando con él antes de los juegos, y la gente se acerca para querer interrumpir", dice Larry Campbell, integrante número 21 del club. "Y LaTroy dice, 'Ahorita no, estoy hablando con mi familia'. Él se refiere a nosotros como su familia. No como amigos. Como familia'".

"Es difícil para mí siquiera hablar de eso -- se me enchina la piel acerca de lo genuinos que son en realidad", refiere Hawkins. "Y el que ellos no quieren nada de mí. Son la gente más agradable del mundo que podrías conocer. Gente que en verdad le importas".

Bueno, como hacen todos los miembros de una familia, a veces le piden algo. Como la petición realizada por Eric Weber (integrante 230), cuando tenía 17 años y acudía a una preparatoria cerca de las Ciudades Gemelas hace una década aproximadamente. Él y Hawkins platicaban por internet un día cuando Weber de repente le preguntó al pitcher si podía tomar prestado su BMW 745 para llevar a su cita, Hannah, al baile de la escuela.

Y Hawkins dijo que sí, por supuesto. Porque ese es el tipo de persona que es Hawkins.

En el día del baile también hubo un partido de los Mellizos, así que Weber esperó por Hawkins y el auto en el Metrodome. Cuando Hawkins llegó con el BMW, un aficionado que estaba al lado de Weber preguntó de quién era ese vehículo. Weber respondió, "¡Es el auto que manejaré al baile de la escuela!". Hawkins salió y le dio las llaves a Weber.

"Y luego, la madre de LaTroy llegó con una minivan y lo recogió", recuerda Weber. "LaTroy dice, '¡Que se diviertan!', abre la puerta deslizable de la minivan y se marcha con su madre. Y luego, manejábamos por la Interestatal 94 en su BMW".

Quizá el BMW haya sido impresionante. Eric y Hannah se casaron varios años después. "Hasta la fecha, ella dirá que a mí me importaba más el auto ese día", dice Weber. "Pero eso es comprensible. Yo tenía 17 años y estaba manejando el auto de un ligamayorista".

Pero eso no es todo. Cuando los Webers se casaron, Hawkins voló desde su casa en Texas a Minnesota en la víspera de Año Nuevo con un clima terrible, para ser uno de los padrinos de Eric. No solo eso, el padrino principal tenía bronquitis, así que Hawkins tomó su lugar para pronunciar el discurso.

"Él es una persona muy amable, muy dadivosa. Simplemente quiere hacer feliz a la gente", refiere Weber. "Te agrada su presencia. Es alguien atractivo, la gente se le mantiene cerca porque es divertido convivir con él".

Por cierto, la familia Weber le devolvió el año pasado el favor a Hawkins por ese viaje en el BMW. El padre de Weber es un piloto de Delta Airlines y cuando Hawkins estaba con los Mets la temporada pasada, voló el chárter del equipo de Denver a Minnesota.

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El club de fans comenzó durante la temporada 2000 por una razón sencilla. Un día, Hawkins se detuvo a firmar autógrafos afuera del Metrodome para Eric Englund y Heidi Sutter.

"Simplemente, comenzamos a hablar con él. Era como hablar con alguien a quien no habíamos visto en mucho tiempo", recuerda Sutter. "Y él fue increíblemente amable, y nos quedamos sorprendimos. Ni siquiera hablamos mucho de béisbol. Luego de que charlamos con él durante un rato, Eric y yo dijimos, 'Deberíamos crear un club de aficionados para él'".

Así que para el siguiente juego, comenzaron a reclutar integrantes entre los aficionados que se sentaban alrededor de ellos en la sección 216 del Metrodome. El propio Hawkins se anotó al día siguiente. Y el club creció, hasta que eventualmente llegaron a ser casi mil integrantes.

"LaTroy fue tan receptivo", dice Sutter. "Fue como si iniciáramos una gran amistad. Conforme pasó el tiempo, se agregaron más personas. Él alguna vez dijo, 'A ellos no les importa el beisbolista, a ellos les importa la persona. Y así fueron las cosas".

Englund, presidente del club, dice que la relación creció al siguiente año, 2001, cuando varios integrantes viajaron a ver a Hawkins y a los Mellizos en Fort Myers, Fla., y LaTroy los llevó a cenar. Cuando comenzó la temporada, Hawkins también le pidió a los integrantes del club que lo esperaran afuera del Metrodome luego del partido. Y a partir de ese momento, la relación siguió creciendo y fortaleciéndose mediante picnics, asados, rondas de golf, juegos de básquetbol, juegos de cartas, viajes al zoológico, servicios de niñeras, visitas a Gary, Ind.-- ciudad natal de Hawkins--, entre muchas otras.

"La relación es recíproca. Él nos ha invitado de cierta forma a su familia", apunta Englund. "Bien sea que algunos de nosotros fuéramos al funeral de su abuela, o ir al cumpleaños de su esposa --todos estos eventos en su vida--, él nos ha recibido como si fuéramos parte de la familia. Y nos sentimos de esa forma".

Linda Campbell (la esposa de Larry y la integrante número 20 del club) dice que cuando la esposa de Hawkins, Anita, estaba embarazada de su hija Troi, hace 12 años, ella invitó a algunas integrantes mujeres del club a un baby shower que organizaron las esposas de los peloteros de los Mellizos. Anita se sometió a una cirugía de hernia pocos meses después de que dio a luz, y no podía siquiera levantar a Troi. Así que las integrantes se reunieron y ayudaron.

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Es difícil para mí siquiera hablar de eso -- se me enchina la piel acerca de lo genuinos que son en realidad. Y el que ellos no quieren nada de mí. Son la gente más agradable del mundo que podrías conocer. Gente que en verdad le importas.

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-- LaTroy Hawkins


"Repartimos los horarios -- por la mañana, en el almuerzo, por la tarde", dice Campbell. "Fue cuando LaTroy y los Mellizos estaban en gira, así que alternamos turnos para cuidar a Troi --bañándola, dándole de comer, cualquier cosa que pudiéramos hacer por Anita. De hecho, una mañana llegamos ante de que ellos se despertaran".

Los integrantes envían tarjetas de cumpleaños y felicitaciones a la madre de Hawkins y a otros parientes. Algunos lo transportarán cuando él está en la ciudad con un equipo y no cuenta con vehículo. Cada año, el club celebra una cena en el cumpleaños de Hawkins y le llama para cantarle el "Happy Birthday".

"Sé la forma en cómo ha afectado mi vida de forma positiva", señala Hawkins. "Mi familia, mi esposa, hijo, hermano, primos, tías, abuelos. Ellos están en contacto con todos, incluso con mi hermano que está en prisión. Es sorprendente. Todavía hay gente buena en este mundo. Y ellos me encontraron a mí".

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El entrenamiento primaveral es especial para el núcleo principal del club. Los integrantes del Club de Fans de LaTroy Hawkins son aficionados de los Mellizos, pero cuando Minnesota dejó que Hawkins se marchara para unirse a los Cachorros, alrededor de una docena de integrantes decidieron hacer el viaje a Mesa, Ariz.

"Una razón por la que esto realmente despegó es que todos estábamos preocupados por él", dice Jim Holst, otro integrante del club. "Él firmó justo cuando salió de la preparatoria, y siempre ha sido un Mellizo. Luego, se marchó a los Cachorros y no queríamos que se sintiera solo. Queríamos estar ahí para apoyarlo. Así que fuimos al entrenamiento primaveral. Dijimos, 'Queremos estar aquí para ti'".

Hawkins ha cambiado de equipo 10 veces, jugando para los Mellizos, Cachorros, Gigantes, Orioles, Rockies, Yankees, Astros, Cerveceros, Angelinos, Mets y ahora los Rockies de nuevo. Él ha jugado en 10 campamentos primaverales distintos, cinco en Arizona y cinco en Florida. Y ese núcleo de integrantes del club lo han visitado en cada uno de ellos.

"Es sorprendente. Simplemente, es sorprendente. Catorce campamentos primaverales en fila. Florida. Arizona", dice Hawkins. El año pasado, cuando firmé el 29 de enero, ellos ya habían definido sus planes para Arizona, porque les gusta viajar a Arizona. Luego, firmé con los Mets y ellos me dijeron, 'Ya cambiamos nuestras reservaciones'. Cancelaron todo y dijeron, 'Nos vemos en Florida'".

"Para ser honesto, nos agrada ir más a Phoenix que a Florida, porque todos los equipos están ahí", señala Larry Campbell. "Así que el año pasado, antes de que LaTroy firmara, quisimos anticiparnos y reservamos para Phoenix. Era a finales de enero, y obvio, él firmó con los Mets. Entonces, le pregunté a mi esposa, '¿Te gustaría ir a Port. St. Lucie?'".

En su punto más alto, de 15 a 20 integrantes del club viajaban al entrenamiento primaveral. Ahora, es aproximadamente la mitad. Los viajes siguen siendo divertidos --¿quién no preferiría ponerse bloqueador solar en lugar de quitar la nieve del camino?-- pero existen sacrificios en el club. Después de todo, ellos son aficionados de los Mellizos, y Hawkins no ha lanzado para Minnesota en más de una década.

"Cuando él estaba con los Yankees, fue cuando realmente tuve conflict, porque no soporto a los Yankees", dice Sutter. "Tenía que decirle a la gente que apoyábamos a LaTroy. Así que, en cualquier lugar donde esté, somos aficionados de LaTroy. Pero no tenemos que ser aficionados de los Yankees".

* * *

Una de las integrantes de mayor edad y más apasionadas del Club de Fans de LaTroy Hawkins en esos viajes iniciales al campamento primaveral era la madre de Sutter, Granny Lynne, quien era una longeva poseedora de boletos para toda la temporada de los Mellizos. Pero ella comenzó a sufrir de demencia, y el año pasado, cuando los Mets tuvieron una serie en Minnesota, Hawkins se aseguró de visitarla en la unidad de cuidados donde vivía.

"Sabíamos que probablemente era la última vez que la vería", dijo Sutter. "Ella tenía demencia, pero se acordaba de él. Siempre preguntaba, '¿Cómo está Hawk? ¿Cómo está Hawk? ¿Cómo está mi muchacho?'. Ella se refería a él como su otro hijo.

"Luego del juego sabatino entre Mets y Mellizos, él dijo, 'OK, voy a visitar a mi madre'. Se reunió conmigo en la unidad de cuidados, y le llevó muchos obsequios. Ella estaba muy emocionada porque él estaba ahí para visitarla, y LaTroy estuvo de buen humor gracias a ella. Estuvo casi dos horas con mi madre, platicando y riendo. Trajo una pelota y una gorra, y se las firmó.

"Es lo que él hace. Hace todo por la gente que le importa".

Cuando Granny Lyne murió el mes pasado, fue sepultada con la gorra y la pelota que Hawkins le había autografiado.

"Siempre está ahí por nosotros. Y nos divertimos a su lado. Es un ser humano increíble", afirma Sutter. "Esperamos que él nunca deje de lanzar. Es como, 'OK, tiene 41 años este año y un equipo lo quiso'. No podemos imaginar que él esté fuera del diamante, que no esté en la lomita lanzando.

"Es muy fácil. Seguimos viajando al entrenamiento primaveral con cualquier equipo que esté, en cualquier parte donde entrene, ahí es donde estaremos para el entrenamiento primaveral. Somos sus aficionados".

Hawkins está entre los 20 primeros de la lista de partidos lanzados. Si él puede lanzar en otros 57 partidos -- trabajó en 72 la temporada pasada -- llegará a la meta de 1,000 encuentros, algo que solamente han hecho 15 pitchers. Dependiendo si Jose Contreras se queda en el roster de los Vigilantes, Hawkins podría ser el pitcher de mayor edad en el béisbol esta temporada.

Pero uno de estos años, Hawkins se retirará. Los viajes al entrenamiento primaveral terminarán. Pero el club de aficionados y las relaciones no lo harán. No se puede, porque después de todo, son una familia.

"Él es un hombre honesto y justo", dice Holst. "Trabaja muy duro y trata a todos con mucho respeto. Es la única razón por la que me uní al club. Llegué a conocerlo y descubrí que es un buen hombre. Nada pretencioso. Es modesto, le habla a todo mundo. Seremos amigos para siempre, hasta que uno de nosotros muera".