MIAMI -- Andy Murray y Tommy Haas tuvieron un arranque de año con marcados vaivenes. El escocés aún no encuentra su mejor versión luego de la operación de espalda y no disputa una final desde Wimbledon 2013. El alemán alcanzó la definición en Zagreb, pero se despidió en el debut de Australia y suma dos retiros en apenas tres meses. En el horizonte inmediato, y con el antecedente de lo conseguido el año pasado, ambos encuentran en el Masters 1000 de Miami una buena oportunidad para volver a hacer ruido en un torneo grande.
En 2013, Murray se alzó con el título en Key Biscayne, mientras que Haas alcanzó las semifinales tras tumbar a Novak Djokovic, logrando su mejor registro en un torneo de serie Master en los últimos siete años y medio.
"Me suele ir bien en Miami. Es un lugar que conozco, me entreno mucho allí y he tenido buen nivel en el pasado", apuntó Murray. En la previa, el escocés se entrenó con David Ferrer, justamente a quien venció en la final de 2013.
El escocés debutará ante el austrailano Matthew Ebden o el polaco Lukasz Kubot, con el objetivo primero de mejorar lo hecho en Indian Wells, donde se despidió en octavos de final, y seguir recuperando ritmo de juego: "Mis partidos han sido algo irregulares estas últimas semanas, pero espero tener un buen rendimiento".
Haas, en tanto, enfatizó lo realizado en 2013 como motivación para esta nueva edición: "Siempre da confianza jugar en un torneo en el que te fue bien anteriormente. Te da ganas de volver. Lo del año pasado fue increíble y ojalá pueda jugar tan bien como lo hice esa semana".
El alemán espera por el taiwanés Yen-Hsun Lu o el kazajo Mikhail Kukushkin. Y a poco de cumplir 36 años, avisa que no se pone plazos: "Mientras siga saludable y pueda competir a este nivel, voy a seguir jugando".