Carlos Irusta 10y

Sergio Martínez y sus reflexiones sobre Cotto, la vida, el retiro...

BUENOS AIRES -- Sergio Maravilla Martínez, el campeón mundial de peso mediano del Concejo (CMB), estuvo en la Argentina por tres intensos días. El domingo 16 fue a Ciudad Oculta y visitó un gimnasio de boxeo; el lunes 17 atendió en forma personal a diferentes medios televisivos --ESPN incluido-- , en diálogos no superiores a los 15 minutos (fueron más de media docena con algunas salidas en vivo) sin descuidar, claro, la visita a programas nocturnos de televisión. Fue durante una de las grabaciones efectuadas en la tarde del lunes, en el InterContinental hotel --en el centro mismo de la ciudad de Buenos Aires--, cuando tuvo un fugaz encuentro con su madre, Susana. Un beso y una promesa: "Mamá, mañana viajo a Madrid, cuando termine todo, a la nochecita, nos vemos tranquilos, ¿sí?". Sí, claro, por supuesto.

El martes 18 al mediodía, y en el mismo hotel, frente a un centenar de presentes, incluyendo muchas fans --se ha creado más de un club de seguidoras que juran amarlo por los tiempos de los tiempos-- , sumando los clásicos infiltrados de siempre y los periodistas, claro, estuvo algo más de una hora dialogando con todos.

El tema principal fue la concreción de su pelea con el puertorriqueño Miguel Cotto, ex campeón mundial en tres categorías, programada para el sábado 7 de junio en el Madison Square Garden de la ciudad de Nueva York. Quedaron, por supuesto, muchas frases, muchas declaraciones y muchos detalles, que aquí están...

-- Llevo siete semanas de entrenamiento, y me siento mejor que nunca. Esto de las giras es muy extenuante. Con el lanzamiento de la pelea anduvimos de un lugar a otro, incluyendo Nueva York y Puerto Rico. Es matador, pero como la pelea va por pay-per- view, es necesario mostrarse, "venderla" y eso es lo que se hace.
-- Por eso Cotto no vino a la Argentina.
-- Exacto. Se dijo que íbamos a venir pero en nuestro país no hay codificado, entonces el –que tenía, además, otros compromisos-- sintió que no hacía falta aquí.
-- Tu relación con él no ha sido del todo buena. ¿Promoción?
-- Todo vale. Se sabe que Cotto no es una persona simpática con la gente. No es querido en Puerto Rico. Tiene una manera de ser muy especial. Con esto no digo que sea mejor o peor como persona, no siempre el que sonríe todo el tiempo --como yo, por ejemplo-- va a ser mejor, claro. Pero bueno, cada loco con su tema.
-- En el ring es otra cosa.
-- ¡Seguro, esa es la historia! Como decía Bonavena, cuando suena la campana somos uno contra el otro, hasta el banquito nos sacan.

-- ¿Cómo imaginás una pelea entre Cotto y Martinez?
-- Es un choque de estilos diferentes. Dicen que las peleas las hacen los estilos y bueno... este es un caso. Cotto tiene un boxeo ortodoxo, ordenado, bien de manual. Es un hombre bien armado, con la izquierda alta protegiendo el mentón y el hígado y la derecha lista para barrer los golpes o pararlos, para luego mandar el directo. Tiene un muy buen gancho de izquierda --creo que es su mejor arma, la más peligrosa-- y rota muy bien la cintura, achicando los espacios. Yo... soy el boxeo anti ortodoxo, hago todo al revés, soy despatarrado, bajo demasiado los brazos, hago todo con las piernas, soy zurdo, me muevo mucho... El que imponga la distancia ganará la pelea.
-- De cerca, mejor para Cotto; de lejos, mejor para vos.
-- Exactamente. Esta es una pelea que la ganará quien imponga la distancia, la ganará el más inteligente. Y yo soy más inteligente.
-- Esta vez, las ventajas físicas son tuyas.
-- Sí, es cierto, por una vez al menos... El viene de categorías menores y es más chico que yo, pero no se olviden, tiene un oficio tremendo y es un guerrero.

Maravilla Martínez mide 1,78m y es 8 centímetros más alto que Cotto (1,70m) quien es seis años más joven que el argentino, quien termina de cumplir los 39 años. A los 33, Cotto suma 42 peleas, contra las 55 de Martínez. Cotto ganó 38 (31 por KO) y Martínez tiene 51 victorias (28 KO). Así que mientras el puertorriqueño tiene un porcentaje de KO que alcanza al 73.81, según Boxrec, Maravilla marca un 50.91%.

Ambos pelearon y perdieron con Antonio Margarito. Maravilla fue derrotado por el mexicano el 19 de febrero de 2000 (KOT 7) en Las Vegas. Esa noche, en la pelea de fondo, Erik Morales le ganó a Marco Antonio Barrera por puntos. Cotto se anotó un desquite en el 2011, y en el Madison, por abandono en el noveno asalto. Cotto es local en el Madison desde hace años.

-- Esto de pelear de visitante... Hace como doce años que lo llevo haciendo, ¿Cuál es el problema? De todas maneras, seguramente van a ir muchos argentinos al Madison, como hicieron cuando le gané a Julito Chávez en Las Vegas. Sí, claro, Cotto quiere ser la estrella de la noche, porque hasta discutió que su nombre debía ir a la izquierda del cartel, pero, vamos, igual le voy a pegar mucho y lo voy a sacar del ring.

-- ¿Y después qué?
-- ¿Después de Cotto?
-- Si.
-- No...no hay nada, porque hoy por hoy, él es mi objetivo. Yo estoy disfrutando muchísimo de todo esto, como siempre. ¿Sabes? Hace un tiempo, viéndome a mí mismo caminando en muletas, pensé seriamente en dejar el boxeo. El tema de mi rodilla me tuvo inactivo durante unos nueve meses, por ya no consejo, por orden médica. Y, ahora, que las muletas quedaron atrás, que volveré una vez más al ring, no puedo pensar en otra cosa.
-- Cierto, aunque es innegable que el tiempo pasa y...
-- Y se acerca el final, claro. Y en eso si he pensado, porque quiero que sea una gran despedida, no quiero caer en el error de casi todos, eso de no saber retirarse a tiempo. Carlos Monzón... Marvin Hagler... Finito López... se retiraron en el momento justo, pero no han sido muchos y yo quiero seguir ese ejemplo.
-- Habrá que pensar en otras actividades...
-- Sí, eso sí, está pensado, claro. Ahora mismo, durante esta inactividad forzosa --yo, que soy hiperquinético, imagínate-- , me dediqué mucho a escribir. Me encanta escribir y estoy preparándome para subir al escenario, pero no con cuerdas, no un ring, sino a un escenario teatral. Además, tengo mi empresa de boxeo y otras empresas más, así que cuando cuelgue los guantes, como suele decirse, voy a tener mucho en que ocuparme, siempre tuve en claro que esto es pasajero. ¿Te he contado lo que solemos decirnos con mi amigo Miguel De Pablos?
-- ...
-- Cada vez que subimos a una limusina gigante, cada vez que nos alojan en un hotel de diez estrellas... Nos miramos y decimos "Es mentira todo esto, es solamente un sueño". Tengo en claro que si un día pierdo, al otro día me llamarán a mi habitación de la conserjería para decirme "Señor Martínez, su habitación vence al mediodía". En cambio, cuando ganas, te llaman y de preguntan: "¿Cuántos días más quiere quedarse, señor Martínez? Es usted nuestro invitado". Así es la vida.

Quedan muchos temas. Uno de ellos es la futura posibilidad de Marcos Maidana, El Chino de Margarita, El campeón del pueblo, quien el 3 de mayo enfrentará en el MGM a Floyd Mayweather.

-- Creo que El Chino tiene una hermosa oportunidad... Espero que a disfrute mucho. El posee algo que muchos boxeadores no tenemos, que es la pegada. Yo pego, claro, pero él hace mucho daño. Y por más que Mayweather sea el mejor libra por libra desde hace... que se yo... cinco, diez años... Maidana lo puede poner nocaut, pega muy fuerte. Yo me siento feliz de ser parte de esta camada de campeones, como Maidana, Omar Narváez, Juan Carlos Reveco... y seguramente lo será Lucas Matthysse... Maidana tiene corazón, tiene garra, tiene confianza en sí mismo y puede ganar, claro que puede ganar.
-- ¿Aquella noche de Martin Murray quedará atrás?
-- Para mí, esa noche fue hermosa en un aspecto, que es el de la gente, la alegría de todos, el estadio lleno... Pero no tuve una buena noche en el ring. Suele pasarnos a todos, a veces la noche no es buena. Yo no estaba en mi mejor condición cuando se acercaba la pelea, estaba lesionado y bueno... Hubo que pelear y lo hice. Eso ya pasó, ahora me siento muy bien, estoy muy bien mentalmente, tengo muchas ganas de volver a un ring y creo que el 7 de junio les voy a dar una gran alegría a todos los argentinos, voy a volver como nunca y Cotto pagará las consecuencias.

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