Jordi Blanco 10y

Barcelona espera al mejor Neymar

Ahí donde triunfó Ronaldinho se espera que Neymar sea capaz de dar el paso definitivo. Comparado hasta la saciedad su rendimiento con el de Gareth Bale, más puesto en el primer plano por aspectos extradeportivos que por su brillantez, el brasileño se encuentra ante el momento de la verdad. Es el partido definitivo. Falta por ver qué decidirá Martino.

Ocho meses después de aterrizar en el Camp Nou Ney se encuentra ante la hora de la verdad. Si en el partido de la primera vuelta, en casa, maravilló frente a los merengues, es en su santuario donde precisa alcanzar la excelencia. Y es por ello que su presencia en el once se considera un hecho.

"Nunca se arrugó, siempre fue un jugador especial y este es de esa clase de partidos que le gustan, que necesita" afirma Joaquim Piera, periodista catalán afincado en Brasil desde hace diez años y que ha seguido muy de cerca la eclosión de Neymar.

En Brasil, de hecho, no se entendería que Martino prescindiera de él en un encuentro de esta trascendencia y mientras se le espera con los brazos abiertos para que lidere a la selección en el Mundial, se tiene claro que debe explotar en esta recta final de la temporada en Europa.

En Barcelona la duda permanece. Neymar no tiene ni el espíritu de Pedro ni la capacidad de trabajo de Alexis, "pero a él le fichó el Barça para desequilibrar en ataque, no para convertirse en un simple peón" advierte Piera, convencido de la explosión del brasileño.

Neymar llegó al Barça por deseo expreso de un presidente que ya no está, sin la participación en su fichaje de un Director Deportivo que apenas se ha referido a él y antes que un entrenador que sigue buscando la fórmula para que case con Leo Messi, el crack indiscutible de este proyecto y cuyo entendimiento en el campo con el brasileño se ha observado en cuentagotas.

El 19 de noviembre de 2005 el Barça asaltó el Bernabéu a lomos de un Ronaldinho espectacular, autor de dos goles que motivaron que el 0-3 final fuera saludado con aplausos por los propios aficionados merengues. Aquella lejana noche Messi fue un secundario de lujo que cuatro años después dirigió el legendario 2-6 con otras dos dianas y acompañado de la mejor versión de Henry.

Cinco años más tarde, este 23 de marzo de 2014, es la fecha señalada en rojo para que Neymar recupere el sabor de la samba en versión azulgrana en un escenario que centrará las miradas de todo el mundo futbolístico.

Al final del camino liguero, en el momento de la verdad, en una temporada convulsa y a la espera de la eliminatoria continental frente al Atlético de Madrid, el Real aparece como el reto mayúsculo de un Ney plenamente convencido de superar el examen que se le presenta.

Junto a la mirada asesina de Messi, la sonrisa inabordable de Neymar es el argumento con que el Barça debería atar el futuro inmediato. Por delante de los peloteros y enfrente de un rival especial. Es ahí, en el Bernabéu, donde el brasileño debe dar el paso adelante deinitivo.

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