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Bulls vivieron prueba de playoffs

INDIANAPOLIS -- Tom Thibodeau no se guardó nada cuando habló con sus Chicago Bulls tras la decepcionante derrota de su equipo por 91-79 contra los Indiana Pacers el viernes por la noche. A él no le gustó la falta de temple que los Bulls demostraron, él detestó la forma en que ellos no pelearon por los rebotes -- rubro en el cual Indy tuvo una ventaja de 51-36 -- pero, más que nada, él no podía aguantar el hecho de que su equipo tuvo demasiadas sequías ofensivas en el partido. Thibodeau seguramente no durmió en toda la noche al pensar en la manera que su equipo arrancó el segundo y el tercer cuarto, respectivamente. Indiana arrancó el segundo cuarto con un parcial de 8-0 y liquidó el partido con un parcial de 19-0 en el comienzo del tercero. Los Bulls se quedaron cortos en un partido que parecía contar con una atmósfera de postemporada, y Thibodeau lo sabía.

"Cuando uno se enfrenta a un equipo como Indiana, no puedes tener periodos como los que nosotros tuvimos en el arranque del segundo y el arranque del tercero", dijo Thibodeau. "Y luego tú debes conseguir rebotes durante todo el partido. Además, nosotros no podemos dejar que cualquier tipo de frustración sobre lo que no cobren los referís para nosotros nos prevenga hacer las cosas que debemos hacer para ganar".

La frustración de los Bulls era evidente en el segundo tiempo. Su capacidad ofensiva se desvaneció mientras que su defensa, la cual ha sido tan buena durante toda esta temporada, le permitió a Indiana anotar 31 puntos durante aquel tercer cuarto que terminó siendo clave. Taj Gibson pensó en una razón en particular por la cual tanto él como sus compañeros se metieron en problemas con la cantidad de faltas personales cometidas y no pudieron jugar bien en el segundo tiempo.

"Ellos son un montón de jugadores que se tiran", dijo Gibson. "Hubo varias instancias en las que se tiraron. Una vez que eso sucede, te hace pensar, ya que uno no quiere cometer otra falta menor por la manera en que los referís estaban dirigiendo el partido. Yo no sé, uno simplemente debe ser agresivo".

Gibson se negó a develar exactamente quienes eran los jugadores que se estuvieron tirando, pero en realidad eso importaba poco y nada. Los Pacers se metieron en la cabeza colectiva de los Bulls el viernes por la noche y controlaron el ritmo del partido en los momentos decisivos. Ellos fueron los agresores y los que dictaron las pautas. Ese es el rol al que los Bulls están acostumbrados como protagonistas –- y es un rol al que mejor que puedan volver a asumir pronto. La clave para los Bulls es que ellos deben dilucidar qué es lo que ellos pueden hacer para potenciar a una ofensiva que no ha podido inspirarse durante toda esta temporada.

"Si tendríamos la respuesta, lo haríamos", dijo Joakim Noah, el pivote de los Bulls. "Obviamente, uno no quiere que sucedan ese tipo de sequías en ataque -- pero sí suceden. Así que debes respaldarte en tu defensa, debes encontrar maneras de generar oportunidades para anotar en transición. Yo pienso que vamos a jugar mejor el lunes".

Esa fue la mejor noticia que los Bulls podrían recibir en todo el día -- que ellos se verán las caras con los Pacers nuevamente en ese entonces, esta vez en Chicago. Ellos también tienen a un compromiso en el medio como locales este sábado por la noche contra los humildes Philadelphia 76ers, pero ellos tienen al partido del lunes entre ceja y ceja. Los Bulls saben que existe una buena posibilidad de que ellos vuelvan a encontrarse con los Pacers en los playoffs, y ellos están esperando la oportunidad de dejarles bien en claro el mensaje de que no están por darse por vencidos.

"Yo creo que ellos jugaron bien", dijo Noah. "Ellos salieron en velocidad. Nosotros no encestamos nuestros tiros. Yo pienso que nosotros podríamos haber sido un poco mejores ofensivamente, pero ellos son un muy buen equipo en defensa. Uno tiene que darles el crédito cuando se lo merecen, uno tiene que respetar lo que ellos hacen, pero nosotros creemos personalmente que podríamos haber mejorado en algunos aspectos".

Por más frustrados que los Bulls hayan estado, fue interesante el ver que no había nadie cabizbajo en el vestuario. El partido no solamente tuvo una atmósfera de postemporada, sino que lo que sucedió después de este también lo tuvo. Noah se sentó en una silla y sacudía su cabeza de la frustración que tenía, pero los Bulls estaban confiados en su capacidad para responder y recuperarse. Parecía como sí ellos hubiesen perdido el primer juego de una serie en vez de un partido más de una temporada regular cansadora de 82 encuentros en total.

"Ellos son un muy buen equipo, y estoy entusiasmado por volver a jugar contra ellos en un par de días", dijo Noah. "Y yo estoy emocionado por jugar nuevamente contra ellos por mucho tiempo.
Estaremos de regreso".