Roger Bennett 10y

¿Podrá la MLS salir de la sombra del fútbol europeo algún día?

Al ver el espectáculo ofrecido por los Dodgers y los Diamondbacks mientras ellos inauguraban sus respectivas temporadas en una cancha de cricket en Sydney, intentando globalizar a la marca devaluada de la MLB, mi mente me llevó inevitablemente a pensar en el fútbol.

Mientras la gente australiana veía con curiosidad como Yasiel Puig intentaba conseguir un cuadrangular, yo me acordé de algo que me habían preguntado hace poco sobre la fascinación de los estadounidenses con el fútbol: ¿Está inevitablemente relacionada con la fascinación que tienen con lo exótico, lo cosmopolita y foráneo?

La pregunta conlleva ramificaciones masivas para la MLS, la entidad doméstica que es tan estadounidense como Timber Joey. La liga de 18 años de edad quiere aumentar su base de simpatizantes locales. A pesar de que la popularidad del fútbol está en ascenso en Estados Unidos y que los ratings de la Premier League están subiendo, la cobertura televisiva de la MLS permanece escondida en las sombras.

El tema había sido sembrado en mi mente una semana antes de una conversación con un dirigente de un equipo de la MLS. Él me preguntó lo siguiente: ¿Podría ser que la MLS está peleando no solamente con la percepción de calidad y de olor a auto nuevo de la liga, sino que también contra el desafío que presenta la posibilidad de que el nuevo amor que Estados Unidos siente por el fútbol esté relacionado a la naturaleza global del deporte? O sea, ¿será lo mismo que los jeans de orillo japoneses, Stella Artois, "Downton Abbey" o el curiosamente acelerado perfil del cricket? ¿Hasta qué punto los norteamericanos están atraídos al fútbol precisamente porque no es un producto estadounidense? ¿En realidad ellos estarán atraídos por la cultura extranjera que rodea al fútbol europeo?

La pregunta sugiere que existe un obstáculo que presenta un desafío sumamente complicado para la liga norteamericana. David Marshall, director ejecutivo del Instituto Marshall del Negocio del Deporte en la Universidad del Sur de California, puede entender lo que sucede.

"Las ligas europeas ya están establecidas; el fútbol es el deporte más popular de Europa", él dijo al explicar la floreciente atracción. "La pasión, el compromiso... muchos equipos se han convertido en marcas que forman parte de sus vidas, parecido a lo que la NFL tiene... en Estados Unidos".

El problema según Paul Swangard, director del Centro de Marketing Deportivo Warsaw de la Universidad de Oregon, es cuestión del alcance y de la abundancia de partidos de la Premier League, la Bundesliga, la Serie A, La Liga y la liga francesa transmitidos por los canales de televisión estadounidenses. "Los simpatizantes simplemente gravitaron hacia el mejor producto", dijo Swangard. "Yo sospecho que el fútbol internacional está llevándose una porción de los ratings que le pertenecerían a la liga doméstica ante la cantidad de deportes de alta calidad a disposición del aficionado estadounidense".

Sin embargo, la habilidad de un país para consumir contenido deportivo jamás debería ser subestimada, según Stefan Szymanski, profesor de negocios del deporte de la Universidad de Michigan. "Los estadounidenses poseen un apetito enorme por ver deportes por TV", dijo Szymanski. "Ellos están agregando al fútbol a su colección existente sin dejar a la NBA o a la NFL. Ellos simplemente adquirieron un interés en el fútbol a nivel mundial. Si existe el equivalente estadounidense de Lionel Messi, él sería más popular que el verdadero, pero la versión estadounidense de Messi con una décima parte de su talento no va a alcanzar", dijo el profesor Stefan Szymanski.

El desafío de la MLS es uno que Szymanski cree que puede ser solucionado solamente con una inversión más elevada. "La Premier League gasta más o menos 30 veces más dinero que la MLS, Cuando la MLS pague esos precios, los estadounidenses van a sintonizarse", dijo Szymanski.

La estrategia reciente de alto perfil de la liga, repatriando a dos estrellas estadounidenses como Clint Dempsey y Michael Bradley y acentuando de esa manera al valor de la marca del fútbol norteamericano, cuenta con el sello de aprobación de Swangard. "La MLS no va a competir por los jugadores más talentosos del mundo. La liga debería adueñarse del fútbol estadounidense y esperar que el nivel del juego mejore con el paso del tiempo".

Marshall está de acuerdo con la estrategia de la liga de aprovechar las semillas sembradas en su propio país al máximo con futbolistas estadounidenses, considerándola una manera efectiva que tiene para diferenciarse. "El contar con nombres reconocibles -estrellas norteamericanas que debutan y se quedan en Estados Unidos- ayuda a demostrar que la liga está creciendo tanto en términos de competitividad como de relevancia a nivel mundial. A medida que la calidad del juego mejore, la gente que ha estado ignorando a la MLS para prestarle atención al fútbol internacional podría llegar a reconsiderar su postura y contribuir a su crecimiento", dijo Marshall

Szymanski no está tan seguro. "La estrategia de priorizar a los jugadores estadounidenses es lógica. La gente es patriótica. Ellos en realidad preferirían ver al talento presente en su propio país si este es lo suficientemente bueno. Si existiera un equivalente estadounidense de Lionel Messi, él sería más popular que el Messi verdadero, pero un Messi estadounidense con una décima parte del talento de la estrella del Barcelona no va a ser suficiente".

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