MÉXICO -- La Selección Mexicana de Futbol alcanzó un empate en Phoenix, contra Estados Unidos, que no cesó en intensidad y drama.
Más allá de la recuperación que tuvo México tras verse 2-0 abajo al medio tiempo, la actuación desplegada por algunos elementos clave del Tricolor en la primera mitad potenció diversas falencias en el funcionamiento del combinado nacional.
Específicamente he optado por destacar las fallas que el mediocampista Jesús Zavala mostró sobre el campo, ya que influyeron de forma directa en el marcador parcial que tuvo a México contra las cuerdas.
Zavala, quien tenía una especial exigencia al ser uno de los regresos a la convocatoria del Tri, se vio ampliamente rebasado por Michael Bradley, quien anotó el primer gol tras una desastrosa marca en tiro de esquina y dejó a Zavala, quien estaba de espaldas al balón y después a su marca, rezagado hacia el segundo poste.
En la última anotación norteamericana, el jugador de Monterrey se vio nuevamente fuera de sincronía cuando México perdió el balón detrás de medio campo y Bradley despegó al ataque. El centrocampista del Toronto FC habilitó a Chiris Wondolowski para el 2-0.
En términos globales, la defensiva de México se vio quebrada en los primeros 45 minutos, mas la responsabilidad del citado medio de contención no se cumplió cabalmente, lo que aumentó presión a la línea final.
Mención honorífica al portero Moisés Muñoz, quien perdió claramente la batalla de arqueros --en el mismo bando-- ante Alfredo Talavera. En el primer gol oponente, Moisés se enfocó más en buscar el choque contra los rivales en el área chica que en medir la trayectoria del balón, así como su posicionamiento en la línea.