Jordi Blanco, Corresponsal en Barcelona 10y

El reto definitivo de Messi

BARCELONA -- 6 partidos, 18 puntos, 11 goles, un sueño. Las dos primeras cifras son lo que le resta al FC Barcelona, como al Atlético o al Real Madrid, para concluir el campeonato. El tercer guarismo, los 11 goles, son los que le separan a Messi (240 anotaciones) de Telmo Zarra, máximo anotador histórico de la Liga española con 251 dianas. Un reto mayúsculo cuya consecución se entiende sería definitiva para que, alcanzado por Leo, contribuyera a la gloria azulgrana.

Mientras las tertulias se empeñan en presentar a la Pulga en continuada carrera con Cristiano Ronaldo o dan cuenta este domingo que alcanzó en la lucha por el Pichichi de esta temporada a Diego Costa, en la intimidad del Barça se observa el futuro inmediato, tanto del equipo como de su estrella, en solitario.

Si en los últimos cinco partidos de Liga Leo anotó 10 goles que se contemplaron trascendentales para que el grupo de Martino sumase los 15 puntos en disputa, nada hace pensar que sea imposible que prolongue esta racha hasta el final de temporada, en un sprint que se aventura vertiginoso y en el que de su rendimiento deben apoyarse los sueños del universo azulgrana.

Messi no es un tipo de rachas, sino que su regularidad en lo que a marcar goles se refiere es lo que ha sostenido el rendimiento del Barça estos años. Cuando el 10 de noviembre se retiró lesionado a los 20 minutos del partido en el campo del Betis (una vuelta se cumplió ayer de ello), el crack sumaba ocho goles en el campeonato, muy alejado de los 16 de Cristiano o los 13 de Diego Costa.

Por aquel entonces, los amigos de las estadísticas entendían que Leo, 227 goles en su currículum liguero, podía aspirar a alcanzar los 234 de Hugo Sánchez pero que debería esperar al próximo ejercicio para aspirar a desbancar al histórico goleador del Athletic de Bilbao, quien desde hace ya medio siglo se mantiene en el primer lugar del escalafón con esas 251 dianas. Un objetivo imposible, se decía.

Se decía y repetía a la que Messi regresó a la Liga dos meses después, el 11 de enero, con una discreta reaparición de 45 minutos en el Vicente Calderón tras haber marcado dos goles en Copa a Osasuna. Sus primeros ocho partidos oficiales tras la lesión los saldó la Pulga con cinco goles, aunque no marcó en cinco de esos encuentros.

Su capacidad de liderazgo se daba por supuesta. Su ambición por recuperar el tiempo perdido también... Pero a la vez se abandonaban objetivos utópicos. Que llevara al Barça en volandas era, es, lo esperado. Que no es poco.

Pero después de que el Barça se derrumbara en Anoeta y Zorrilla, tras perder seis puntos que se dieron como definitivos en dos partidos horribles, el orgullo que se vio en el vestuario alumbró de forma especial a Messi. Si había marcado ocho goles en seis partidos consecutivos, faltaba el empujón definitivo. Y en ello está. El Barça. Y Messi.

NÚMEROS PARA SOÑAR

Desde la caída en Valladolid el 8 de marzo (1-0), el Barça ha disputado siete partidos oficiales, con seis victorias y 1 empate. Leo ha marcado 11 goles en estos encuentros y centrándose en la Liga lleva 10 dianas en los últimos cinco partidos. Son datos que apoyan el sueño.

En el vestuario azulgrana se tiene aún presente el ánimo con el que Messi aterrizó en Madrid el pasado 23 de marzo. Aquella tarde el Barça se jugaba a cara o cruz su suerte en la Liga en el Bernabéu y a Leo se le contempló especialmente motivado. Llevó en volandas al equipo a una victoria enorme y dio a entender qué podía suceder a partir de ahí.

Si ya venía de meterle tres goles a Osasuna y repitió en el Clásico, se comprendió que en el rush final del campeonato liguero su rendimiento futbolístico y goleador debía ser la clave en la que se apoyara Martino para convertir el reto en realidad.

Y en esas están todos. Leo Messi, Gerardo Martino, el Barça. El universo azulgrana vuelve a girar entorno a un argentino empeñado en sumar records a cualquier precio y acompañar de esas marcas a su equipo.

Tres meses después de que la FIFA proclamase a Cristiano Ronaldo como el mejor futbolista del mundo y cierto aparato mediático consensuase que había llegado el momento del relevo, a Messi le ocupan otras cosas. Siempre destacó que su éxito "es el éxito del equipo" y de su mano cabalga en busca de este reto definitivo.

Porque, desengáñense, si Cristiano Ronaldo acaba la temporada liguera por encima de Leo en cuanto a goles se refiere pero el argentino se proclama campeón de Liga, la felicidad del barcelonismo será absoluta.

Y si en estos seis encuentros que restan para acabar el torneo de la regularidad a Leo le da por mantener su media realizadora y desbanca al legendario Zarra como máximo goleador de la historia de la Liga... Nada ni nadie podrá poner en cuestión que la Pulga está por encima de todo y de todos.

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