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¿Perdió Manny el instinto asesino?

MÉXICO -- Muchos creen que el 13 de noviembre de 2010 perdió Manny Pacquiao el 'Ojo de Tigre', que ese día en el ring se le vio compasivo y que el instinto que tenía, esa agresividad que lo había llevado a tocar la gloria, parecía irse extinguiendo.

"No se trata de matar al rival, se trata sólo de ganarle", dijo Pacquiao entonces al ver cómo estaba Antonio Margarito lastimado del rostro y pedía casi a gritos que el réferi Laurence Cole detuviera la golpiza que le estaba dando al mexicano.

Y Manny tenía razón. Margarito resultó con problemas en el ojo que perjudicaron su carrera pues tuvo una fractura y tuvo qué ser operado por la misma.

Después de ello enfrentó y venció Shane Mosley en 2011. Le dominó ampliamente y en vez de ir por él en busca del nocaut, también pareció estar tranquilo con una victoria por puntos.

El hecho entonces de ver a un Manny poco sediento de sangre hizo pensar que la pelea ante Juan Manuel Márquez, la tercera entre ambos, despertaría su interés por definir las cosas y despejar dudas en el ring contra el mexicano.

Pero en esa ocasión no sólo no se le vio ese instinto, sino que simplemente no pudo contra el contragolpe de Juan Manuel y aunque se llevó el triunfo, muy pocos le vieron ganar en la Arena Garden del MGM Grand.

Vino entonces la primera pelea con Bradley en 2012. Ganando cómodamente la pelea, Manny decidió no ir por el nocaut y pagó el precio, pues los jueces no correspondieron a lo que sucedió en el ring, al menos lo que Pacquiao pensaba, y terminaron por darle el triunfo a Bradley.

Para ese mismo año, a Pacquiao le volvió el instinto, ese 'Ojo de Tigre' ante Juan Manuel Márquez, a quien estaba a punto de noquear hasta que la astucia del mexicano, combinado con un error del filipino, terminaron por cobrarle factura y se quedó noqueado de forma espectacular.

Finalmente, llegó Brandon Ríos en su único pleito del 2013. Pacquiao era claro favorito para derrotar a un peleador más parado y más lento. Y no tuvo problemas en derrotarlo, pero no mostró esa agresividad de antes, no pudo noquearlo y ello ha permitido pensar a muchos que él puede ser el estadounidense quien salga avante este sábado.

Y está bien, no necesita matar a su rival o salir a lesionarlo, pero si algo llevó a Pacquiao a las alturas fue precisamente ese instinto, y sabrá que este sábado, más que nunca, deberá lucirlo para vengar aquella polémica de hace casi dos años.

De no llegar el nocaut, entonces Pacquiao habrá de cerciorarse de ganar cada round tan claramente para evitar una nueva controversia, aunque también cabe destacar que la evolución y desarrollo de Bradley ha sido notable, y que este pleito pudiera complicársele más al tagalo.