NEW YORK -- Carl Banks lo define como su "duro despertar".
Ocurrió en 1984. Fue el tercer recluta global saliendo de Michigan State, donde había sido elegido tres veces como All-Big Ten en la posición de apoyador y un All-America de primer equipo.
En el primer día de entrenamiento, Banks se metió al vestidor de los Giants y se presentó ante los apoyadores veteranos Lawrence Taylor y Harry Carson.
Carson miró a un sonriente Taylor, luego se voletó a Banks y preguntó, "¿Qué diablos vas a hacer sobre el campo de juego?".
Bam.
"Yo sabía que no lo había averiguado todavía", dijo Banks.
Pocos, si es que hay alguno, novatos lo saben. Banks empezó a descifrarlo más tarde ese mismo día cuando vio a Taylor de 6 pies con 3 pulgadas y 237 libras de peso entrenar como si un partido estuviera en juego.
Como jugó con Taylor por nueve temporadas y vio de primera mano la velocidad a la que Taylor practicaba y la habilidad con la que perseguía al mariscal de campo, Banks cree que es lunático siquiera mencionar al ex ala defensiva de South Carolina, Jadeveon Clowney, en la misma oración que Taylor. Es extremadamente injusto para Clowney. Y, de acuerdo a Banks, es temerario.
Tiene razón.
Siempre existe la expectativa previa al draft en esta época del año, pero comparar casualmente a cualquier prospecto con Taylor es tonto. Taylor es el jugador defensivo más grande en la historia de la National Football League. Fue un tres veces Jugador Defensivo del Año, y el único novato que jamás se ha ganado ese premio. Taylor fue nombrado All-Pro en ocho de sus primeras nueve campañas. Es uno de apenas dos jugadores defensivos en ser reconocidos como Jugador Más Valioso de la liga.
Como Michael Jordan es en el básquetbol o Tiger Woods en el golf, Taylor es el estándar en el fútbol americano para jugadores defensivos. Cambió el juego. Ganó dos Super Bowls. Fue ingresado al Salón de la Fama en su primer año de elegibilidad.
Sobre todo, Taylor consiguió todo lo que hizo porque vio el juego de un modo diferente que todos los demás. Siempre estuvo un paso adelante. Enfrentó a numerosos dobles y triples bloqueos, y no importaba. Salía a las laterales después de una serie y le decía a los entrenadores de los Giants exactamente cómo intentaban frenarlo los oponentes en su protección de pase y el mejor modo de contraatacar. y Taylor practicaba a una velocidad que pocos mostraban en los días de juego, mucho menos durante los ejercicios de media semana cuando no se llevaba marcador.
¿Se supone que Clowney es eso? No se ha puesto un uniforme de la NFL todavía. No ha participado en una jugada. Clowney es el prospecto más talentoso del draft, seguro, ¿pero el siguiente Lawrence Taylor? Por favor.
"Nº 1, estás pasando por encima de muchos grandes alas defensivas", dijo Banks, ahora comentarista para los Giants. "Deben esperar que sea tan bueno como Richard Dent, Neil Smith, Bruce Smith o Charles Haley. Si puede llegar a ese nivel, será un jugador dominante. ¿Pero quieres saltar por encima de esos jugadores y decir que es el siguiente Lawrence Taylor? Es ridículo. Te acabo de dar cuatro de los más grandes alas defensivas, ¿y no lo quieres poner en esa categoría porque ya es mejor que ellos?"
El punto de Banks es correcto. Dos de los jugadores mencionados --Bruce Smith y Dent-- están en el Salón de la Fama. Haley ha sido finalista en cada uno de los últimos cinco años. Neil Smith acumuló 104.5 capturas a lo largo de 12 temporadas y fue elegido a seis Pro Bowls.
Clowney podría terminar siendo tan bueno como ellos. Podría termina siendo tan bueno como Taylor. Pero es prematuro proyectarlo a cualquiera de las dos estratósferas, dada la relativamente poca cantidad de trabajo que produjo a nivel colegial, a menudo ante una competencia que no llegará al siguiente nivel.
¿Por qué no pisar el freno y dejar que sea el mejor Jadeveon Clowney que puede ser?
Banks mencionó otro punto. Las reglas de la liga son muy diferentes a las que estaban vigentes cuando él y Taylor jugaban. Hay menos prácticas en los campamentos de entrenamiento. Hay menos golpeo. Una vez que inicie la temporada regular, hay un número limitado de entrenamientos equipados. La mayor parte del trabajo se hace en forma de simulaciones.
Una cosa es que los mariscales de campo y los receptores desarrollen sincronía mientras trabajan su árbol de rutas. Es diferente cuando los jugadores defensivos quieren perfeccionar su arte, porque su único trabajo real sucede en los días de partido.
La práctica es un lugar donde brilló Taylor.
"LT era el tipo que siempre imponía el ritmo del entrenamiento, independientemente que odiara cada ejercicio", explicó Banks. "Se quejaba después del hecho, pero daba el 100 por ciento... Nunca se tomó una jugada, nunca se quería tomar una jugada y resentía a los jugadores que se tomaban jugadas. Hablaba de ti si no terminabas".
Eso ciertamente no ha sido el reporte de evaluación para Clowney.
Podría existir un momento en que Clowney merezca ser comparado a Taylor, pero no ahora. No todavía. Sugerir lo contrario es injusto para Clowney y una falta de respeto para Taylor.
Al menos, Clowney primero requiere tiempo y oportunidad para demostrar lo que va a hacer una vez que salga al campo de juego.