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PARÍS -- El París Saint-Germain tiene este fin de semana la primera oportunidad para convertirse en campeón de Francia, a falta de cinco jornadas para el final de la liga gala y pocos días después de haber quedado apeado de la Liga de Campeones.  Para ello, el conjunto que entrena Laurent Blanc necesita que el Mónaco pierda contra el Rennes el sábado y que los parisienses se impongan el domingo al Lyon.
Sería una consolación para los parisienses, que el pasado martes fueron eliminados en cuartos de final de la Liga de Campeones por el Chelsea, tras caer 2-0 en Stamford Bridge tras haber ganado 3-1 en el Parque de los Príncipes. El PSG tiene casi garantizado el título liguero, ya que cuenta con 13 puntos de renta sobre el Mónaco, el único en posición matemática de arrebatárselo. Para retrasar la victoria parisiense, los de Claudio Ranieri deberán imponerse en Rennes, el club dirigido por el extécnico de la Real Sociedad Philippe Montanier, que todavía no tiene asegurada la permanencia en la primera división. Si los del Principado no lograran sumar los tres puntos, el PSG tendría el domingo la ocasión de proclamarse matemáticamente campeón por segunda temporada consecutiva. Para ello deben imponerse en Lyon a un club irregular, de glorioso pasado pero que acaba de quedar apeado de la Liga Europa y que aspira difícilmente a regresar al año próximo a la competición continental. El partido será, además, un adelanto de la final de la Copa de la Liga que parisienses y lioneses disputarán el próximo día 19. El PSG busca ganar su cuarto campeonato francés, el segundo consecutivo tras el ganado el año pasado con Carlo Ancelotti en el banquillo, el primer que levantaban en 19 años.
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