Jordi Blanco/Corresponsal 10y

Barça busca consuelo en Granada

BARCELONA -- Sin tiempo que perder, aparcada aunque no olvidada la decepcionante imagen del miércoles en el Vicente Calderón, el FC Barcelona afronta con el ánimo bajo mínimos un 'partido trampa' en Granada de obligado cumplimiento.

Hace dos semanas, echando una mirada al calendario liguero, apenas se tenía en cuenta el desplazamiento a Villarreal como factible de dejarse puntos y todas las miradas se dirigían a la posible 'final' del Camp Nou en la despedida del campeonato frente al Atlético. Después de la eliminación en la Champions, nada parece al alcance claro.

Sin Bartra, por una sobrecarga, el panorama en la defensa se adivinó ayer tan desolador como sorprendente se contempla el once que se presente en Los Cármenes, donde a pesar de lo mucho que hay en juego Gerardo Martino seguirá fiel a su política de rotaciones y pensando en la final de Copa del miércoles frente al Real Madrid podría dejar fuera a Dani Alves, Jordi Alba y Xavi. De entrada Busquets apunta como central junto a Mascherano, y Song tomaría su puesto en el medio centro, entrando también en la alineación Montoya y Adriano en los laterales.

Más allá de cuestiones puntuales, sin embargo, en el Barça crece la sensación de que los partidos simples han desaparecido de sopetón y que cualquier rival está capacitado para hurgar en la herida de un equipo agobiado en todos los órdenes. "Hay veces que te toca perder y es momento de apelar a la valentía, al amor propio, a la honestidad y al orgullo", apuntó en la sala de prensa el Tata, pretendiendo ofrecer una imagen pausada y tranquila pero sin evitar mostrar la trascendencia del momento.

El entorno, tan dado a pasar de la euforia a la depresión, tiene sentenciado al entrenador argentino y apenas nadie apuesta ya por su continuidad más allá del final de temporada. Pero es en este momento cuando Martino quiere tomar el mando. "Intento mandar en el vestuario, sin duda", respondió refiriéndose a las palabras del jueves de Johan Cruyff el mister, para quien lo que ocurra de aquí a final de temporada "no cambiará mi futuro". El ambiente de funeral, por una vez, provocó que esa incógnita que se empeña en mantener el entrenador no se convirtiera en motivo de discusión.

Sí quiso el Tata aclarar sus palabras acerca de Messi en Madrid, cuando se le entendió que su intención es que no entrase mucho en juego. "Lo que quise decir es que deseaba que encontrara menos pelotas para intentar que cuando las tocara fuera más decisivo", proclamó el entrenador, quien no quiso entrar a valorar que Leo recorriera apenas 1,5 kilómetros más que Pinto en el Calderón.

"Que corra cinco, seis o quince no me preocupa. Lo que me preocupa es que encuentre pelotas con mayor calidad, para habilitar a algún compañero o para llegar al gol", cerró el entrenador, no sin mostrar su apoyo incodnicional al '10': "Es tan difícil ser en esta vida y en este fútbol Leo Messi y se es tan injusto con él... Pero recibe tantos elogios que a veces recibe críticas desmesuradas cuando alguna vez no está bien. No solo jugar, sino vivir siendo Messi debe ser difícil".

Leo, cuya actuación el miércoles en el Calderón motivó críticas no conocidas aún por parte de algunos medios catalanes, liderará este sábado el ataque azulgrana en Granada junto a Pedro y Neymar. Con o sin rotaciones, con o sin lesiones, el Barça solamente se plantea el triunfo frente a un rival que ha encadenado tres derrotas consecutivas (Atlético, Levante y Málaga) para quedar tres puntos por encima de los puestos de descenso.

"Les plantaremos cara", anunció desde Andalucía Lucas Alcaraz, entrenador del equipo rojiblanco, que solamente fue capaz de ganar 4 de los 36 partidos precedentes con el Barça (el último en 1974) y que ha encajado 99 goles en su historial de enfrentamientos.

La estadística y la diferencia entre ambos clubs darían a entender que el partido no debería tener más dificultad para el equipo de Martino. Pero el presente del Barça está tan enrarecido que ahora mismo nadie se fía de nadie.

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