Carlos A. Nava 10y

A Pacquiao solo le faltó el nocaut

LAS VEGAS -- Manny Pacquiao llegó tarde, pero seguro. p

El boxeador filipino estaba satisfecho del apoyo casi unánime de los aficionados, del espectáculo que brindó arriba del cuadrilátero y, sobre todo, del triunfo sobre Tim Bradley.

Pacquiao estaba seguro de que había hecho más que suficiente para coronarse de nueva cuenta campeón Welter de la Organización Mundial de Boxeo frente a 15 mil 621 aficionados en la arena del MGM de Las Vegas.

De hecho, sólo dijo que había quedado una cuenta pendiente: el nocaut.

"Traté, en realidad traté muy duro", dijo Pacquiao más de dos horas después de que terminó la pelea, cuando por fin apareció en conferencia de prensa con 32 puntadas de sutura en su rostro.

"No debemos subestimar a Bradley", añadió. "Es muy duro. Fue mucho mejor boxeador esta vez que la primera. Aguantó todo. Pero creo que hice el trabajo suficiente para ganar de manera clara".

Pacquiao fue declarado ganador por decisión unánime, muy diferente al primer enfrentamiento que tuvo con Bradley en 2012, cuando a pesar de que pareció dominar la pelea escuchó cómo los jueces dieron por triunfador a su oponente.

El filipino, campeón mundial en ocho diferentes categorías, lució velocidad, movimiento, agresividad y estrategia durante toda la pelea.

Sin embargo, por momentos parecía demasiado precavido cuando tenía arrinconado o a modo a Bradley, quien desde el asalto inicial tuvo una molestia en una pantorrilla.

Por más que Pacquiao golpeó, Bradley nunca cayó, en particular durante la segunda mitad del combate, en la que al menos en tres ocasiones parecía que se doblaba.

"Bradley estuvo salvaje por afuera, entonces intenté ir por adentro", explicó Pacquiao. "Sabía que tenía que hacer más en esta pelea que lo que hice en la anterior. Traté de finalizarlo varias veces, pero no caía. Muchas veces le pegué fuerte, pero seguía ahí...", agregó.

Pacquiao reconoció estar sorprendido por el apoyo masivo del público que premió de principio a fin a ambos gladiadores, aunque siempre del lado del filipino, quien en un cabezazo sufrió la cortada que requirió sutura.

"Estoy sorprendido por el apoyo", dijo Pacquiao, quien fue recibido como un héroe desde antes de comenzar la función. "Sentí como que estaba en Filipinas. Hasta los mexicanos y los americanos me aplaudían".

Paquiao dijo que estaba motivado por seguir en el boxeo profesional al menos un par de años más, aunque desconocía la fecha y rival de su siguiente compromiso.

"Ese es trabajo de mi promotor (Bob Arum)", mencionó. "El mío es salir a pelear y tratar de agradar a los aficionados, a mi país".

Arum dijo que buscarán la mejor opción para Pacquiao, pero que cualquiera que fuera su siguiente oponente sería un rival competitivo y de élite.

El entrenador de Pacquiao, Freddie Roach, reiteró al mexicano Juan Manuel Márquez como el preferido para enfrentar en caso de que derrote a Mike Alvarado en su pelea del próximo mes.

Otra vez, como hizo toda la semana anterior, Roach aseguró que estarían dispuestos a enfrentar a Floyd Mayweather Jr., pero que veía poco probable que se pactara la pelea.

"Llevamos años en esto y ya estoy cansado", dijo Pacquiao. "Si Mayweather quiere enfrentarme, estaré listo. Mientras, yo seguiré mi camino".

Pacquiao tenía planeado regresar este domingo a su país, donde a fines de mes su esposa tiene programado dar a luz.

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