LAS VEGAS -- Se llama Dionesia Dapidran-Pacquiao, es la madre del astro mundial Emmanuel Dapidrán Pacquiao, mejor conocido como Manny y aunque su hijo se llevó la noche, ella también tuvo su propia estrella en el MGM Grand.
La madre de Pacquiao, ataviada de blanco, robó más aplausos que muchos de los peleadores que se dieron cita en la Arena Garden y correspondió con saludos a los fanáticos que la corearon cuando apareció en las pantallas.
Pero no sólo eso, ella también tuvo su pelea aparte. La madre de Manny fue captada por las pantallas y pareció estar hechizando con sus dichos a Bradley. En una mano sostenía algo y en otra pareció estar asediando con sus impulsos, desde ringside, al que hasta ayer era campeón Mundial de peso Welter.
Dionesia apareció primero en el vestidor de su hijo. Le puso la mano en la cabeza y le dio la bendición antes de que Manny subiera al ring de la Arena Garden, donde la última vez salió noqueado tras un bombazo de derecha del mexicano Juan Manuel Márquez.
Pero luego, llegó el espectáculo. Durante la pelea, la madre de Manny sufrió, sonrió, tomó su papel y cuando se necesitó echó lumbre, comenzó a manotear y pareció echar maldiciones a Bradley, lo que fue captado por las cámaras de HBO y causó conmoción.
Al final, la mamá de Manny, la señora Pacquiao, alzó la mano y también festejó con los miles de fanáticos que se unieron la noche del sábado al regreso del peleador filipino más importante y trascendente de todos los tiempos.