WASHINGTON -- Los fanáticos del Miami Heat en busca de algo para sentirse bien en este momento, pueden considerar esto: ya casi termina.
Esta temporada regular inquietante e implacable.
Esta parte del calendario en el que han querido cubrirse los ojos y pellizcar sus narices está llegando a su fin. Sólo queda un partido en casa inofensivo y sin importancia el miércoles contra los 76ers antes de que el Heat cierre la temporada regular más desganada y sin vida de la era de este Big 3.
Con LeBron James y Chris Bosh optando por quedar fuera del partido del lunes para aprovechar el poco descanso que pueden conseguir antes del inicio de la postemporada este fin de semana, el Heat abandonó formalmente su búsqueda del sembradío No. 1 con una brutal derrota por 114-93 ante los Wizards.
Con la derrota del Heat, los Indiana Pacers (55-26) lograron el mejor récord del Este y entrarán a la postemporada con la ventaja en casa a lo largo de las tres primeras rondas de los playoffs. Después de ganar el Juego 7 de la conferencia y las Finales de la NBA para capturar su segundo título consecutivo la temporada pasada, las comodidades de jugar en casa no serán un lujo que el Heat va a disfrutar si termina enfrentando a los Pacers de nuevo en esta postemporada.
El Heat va a jugar ya sea en Washington o Charlotte en la primera ronda de los playoffs. El oponente será decidido el miércoles tras el partido final de la temporada regular. Pero lo cierto es que Miami (54-27) ya estaba con la cabeza en el segundo sembradío antes del inicio del partido del lunes.
"Después de algunos años, ya sabes, como equipo eres mucho mejor jugando de local que de visitante", dijo el escolta del Heat, Dwyane Wade, quien sumó nueve puntos y cuatro pérdidas de balón en 18 minutos en su segundo partido de regreso tras la lesión que sufrió en el tendón de la corva. "Y a veces, hemos sido un equipo bastante bueno de visitante. El sembradío es siempre algo importante. A la gente le encanta jugar en casa. Por lo tanto, nunca voy a decir, 'Oh, no nos importa en absoluto'. Pero eso no te garantiza nada".
Desde hace unas semanas, estaba claro que el lugar en donde terminase el Heat en la clasificación iba a significaba mucho más para los medios de comunicación que para los hombres con los uniformes dentro de la cancha. Pero la realidad siempre ha sido que el entrenador, Erik Spoelstra, nunca iba a hacer nada para poner en peligro la salud de su equipo o ir en contra de las preferencias de sus tres mejores jugadores.
Lo que ocurrió el lunes en Washington ya se había puesto en marcha dos noches antes en Atlanta, donde los Hawks se escaparon en la segunda mitad con una victoria por 98-85 frente al Heat. Fue el primer partido de Wade de vuelta tras perderse los anteriores nueve con una lesión en el tendón de la corva izquierdo, y respondió con 24 puntos sobre diez aciertos de 14 intentos en 23 minutos.
Hubo un avance en medio del retroceso general del equipo.
Después del partido, cuando James y Bosh sugirieron fuertemente que estaban cansados y les vendría bien un poco de descanso, nunca hubo dudas en cuanto a si Spoelstra iba a acceder a sus peticiones y enviarlos a la banca. La derrota del sábado le aseguró al Heat su porcentaje de victorias más bajo para la temporada desde que James, Wade y Bosh se unieron en el verano de 2010.
La derrota del lunes significa que el Heat no va a terminar con el mejor récord en el Este por tercera vez en cuatro temporadas. La primera vez que Miami terminó con el puesto Nº 2 en los playoffs se tradujo en una serie de cinco partidos que terminó con la victoria sobre Chicago en la final de la Conferencia Este, pero con una derrota de seis partidos ante Dallas en las Finales de 2011.
Spoelstra dijo que el hecho de que el Heat quedase detrás de los Pacers de nuevo en la tabla de posiciones, con Indiana dueño del desempate de cara al último partido de la temporada, influyó en su decisión de hacer descansar a James y Bosh.
"Estuvo fuera de nuestro control en algún punto y estos muchachos han acumulado una gran cantidad de kilómetros", dijo Spoesltra. "Nuestro calendario ha sido bastante extremo hacia la recta final. No es una excusa. Sólo queremos asegurarnos de que nuestros hombres se sienten bien, que están afilados y se sienten saludables. Tienen dolencias menores y un par de días van a hacer maravillas".
Wade admitió que la temporada no funcionó como se esperaba, teniendo en cuenta que las lesiones y las enfermedades obligaron al Heat a usar 20 alineaciones titulares diferentes en esta temporada. La gestión de un plantel que cuente principalmente con jugadores de rotación mayores es una prioridad en el inicio de la temporada y sigue siéndolo camino hacia la meta.
"Cuando se quiere armar un equipo veterano, es mejor que reserves un poco más de hielo", dijo Wade. "Es mejor tener un poco más de personal, ya que vas a tener un montón de hombres entrando y saliendo. Somos un equipo que ha estado allí [en las finales] tres años en fila, tratando de llegar cuatro años seguidos. Lo hemos hecho bien. ¿Podemos hacerlo mejor? Siempre se puede hacerlo mejor. Pero creo que hemos hecho un trabajo bastante decente hasta este punto".
Pronto, el descanso llegará a su fin para el Heat.
Y también terminará el estado de nerviosismo para un equipo que anhela dejar atrás el miércoles y avanzar hacia la postemporada. El Heat insiste en que muy pronto volverá a ser el potente equipo que todos conocemos.
Teniendo en cuenta cómo han abordado los dos últimos partidos, ese empujón quizá no llegue hasta que sea hora de apretar el botón de reinicio durante los playoffs.