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La epidemia de la Tommy John

AP Photos

Hace unos días, el pitcher en ascenso Matt Moore fue diagnosticado con una ruptura parcial en el ligamento colateral cubital en su brazo izquierdo, con el cual lanza. Esto es impactante y demasiado familiar a la vez.

Es impactante porque Moore lanza para los Rays de Tampa Bay, quienes hasta hace poco habían tenido al pitcheo que gozaba de la mejor salud en el béisbol. Desde finales de 2005 hasta mediados de 2009, solamente un pitcher en cualquier nivel de la organización, el zurdo Jake McGee, se había sometido a la cirugía Tommy John, lo que era el promedio más bajo de cirugía reconstructiva del ligamento colateral cubital para cualquier equipo. Desde mayo de 2008 hasta agosto de 2010, solamente un abridor de los Rays en Grandes Ligas, Scott Kazmir, pasó un día en la lista de lesionados, haciendo que el staff de pitcheo de Tampa Bay fuera el más sano del béisbol y por mucho (Ambos datos vía The Extra 2%).

Y es demasiado familiar, porque significa que Moore se someterá a la cirugía Tommy John, luego de que el pitcher de 24 años y los Rays debatieron las opciones que tenían. Así que Moore se convertirá en la más reciente víctima del conteo en marcha, que lleva ritmo para romper el récord de la mayor cantidad de cirugías Tommy John en una sola temporada.

De acuerdo a una investigación realizada por Jon Roegele, periodista de los portales The Hardball Times y Beyond the Box Score, ocho pitchers en Ligas Mayores o Ligas Menores se habían sometido a la cirugía Tommy John a estas alturas el año pasado. El total anual más alto en las estadísticas de Roegele llegó en 2012, cuando 58 pitchers se sometieron a la cirugía; ese año, 12 lanzadores se habían operado ya a estas alturas.

Cuando el principal pitcher prospecto de los Piratas Jameson Taillon se sometió a la cirugía Tommy John el 9 de abril, él se convirtió en el lanzador número 20 que sufre esa suerte en 2014. Y esa cifra está creciendo. Además de Moore, el listado seguirá incrementándose cuando Cory Gearrin, relevista de los Bravos, y Brian Moran, prospecto de los Angelinos, se sometan al procedimiento en los próximos días. La temporada 2014 lleva el ritmo para aniquilar el récord anterior de cirugías Tommy John en un año calendario.

¿Qué rayos pasa? ¿Cómo es que tantos (y la mayoría jóvenes) pitchers se lesionaron de forma tan severa que necesitarán una cirugía que evitará que lancen durante un año o quizá más? ¿Qué pueden hacer los equipos para evitar que esto continúe y empeore?

Cuando se trata de identificar la causa de esta epidemia médica en el deporte, preguntarle al doctor James Andrews es el mejor lugar para iniciar. El renombrado cirujano ortopedista y experto en ligamentos ha realizado un sinnúmero de operaciones en pitchers, jugadores de fútbol americano, básquetbol e incluso luchadores profesionales, y es considerado el líder en la reparación del codo. En una entrevista con Mike Ferrin y Jim Duquette de SiriusXM Radio, el doctor ofreció su opinión acerca de esta tendencia molesta.

"El factor de mayor riesgo es jugar béisbol todo el año", dijo Andrews. "Estos muchachos no solamente están lanzando todo el año, están compitiendo todo el año, y no tienen tiempo para recuperación. Y por supuesto, las exhibiciones donde lanzan para los scouts, ahí intentan lanzar de más y se lesionan".

Ese sentimiento apareció una y otra vez cuando encuesté a un grupo de evaluadores de talento, que incluía a gerentes generales, asistentes de gerencia general, expertos analíticos y otros más. Muchos acusaron al problema de que los pitchers adolescentes reciben la oportunidad de actuar enfrente de los scouts en una manera que no era predominante en ocasiones anteriores, y lanzan de una forma que pueda llevar a lesiones como resultado.

"El crecimiento de Perfect Game y otras ligas veraniegas de béisbol ha disminuido de forma dramática el tiempo de descanso para otros peloteros jóvenes", dijo un ejecutivo de la Liga Americana. "Los jovencitos viajan por todo el país a partir de los 8 años, y juegan todo el año. Las universidades los reclutan cada vez más jóvenes, y los muchachos sienten que si no compiten en cada evento del verano o del otoño, perderán su oportunidad para exhibirse. Ese tipo de exposición también lleva a los muchachos a trabajar con esfuerzo máximo. Cuando la sección detrás del plato está llena con reclutadores y scouts, los muchachos dan el esfuerzo extra e intentan lanzar de forma demoledora. El daño que se hace de forma tempranera no se puede corregir dosificando las cargas de trabajo una vez que los pitchers llegan a la pelota profesional".

Kiley McDaniel, analista de Scout.com orientado a la visoría de talentos, estuvo de acuerdo. "Esto se originó en la República Dominicana. Ahí, una vez que cumples 17 años, estás 'viejo', y no tienes tantas oportunidades para hacerte rico o siquiera firmar, así que el sistema está preparado para que los bateadores y lanzadores maduren lo más rápido posible en cuanto a herramientas se refiere, y la velocidad es la más importante de todas. Y ahora que los pitchers en las preparatorias pueden recibir de $5 millones a $7 millones, y son evaluados todo el año desde muy jóvenes, un país de primer mundo tiene las presiones para fomentar el mismo ambiente".

Algunos observadores se han vuelto escépticos de los métodos de entrenamientos de fuerza que utilizan los pitchers, especialmente los adolescentes.

"No solíamos ver estas lesiones, sino hasta que llegaban al nivel más alto en la pelota profesional", apunta el doctor Andrews. "Pero ahora, la mayoría de las lesiones son en el primer año de la universidad, o incluso algunos jovencitos en la preparatoria. Estos muchachos están desarrollando su cuerpo tan rápido, y su ligamento... no es lo suficientemente fuerte para seguirle el paso al cuerpo, y por eso sufren las rupturas".

Dan Jennings obtuvo su primer empleo en Grandes Ligas como scout de los Rojos de Cincinnati en 1986, y luego se convirtió en uno de los principales evaluadores de talento en los siguientes 28 años. Él recuerda la época cuando los atletas jóvenes en pleno desarrollo, usaban métodos para desarrollar fuerza que no incluía levantar la mayor cantidad de peso posible.

"En ese época, lanzabas melones en un campo, hacía cosas con tus manos -- así era cómo desarrollabas fuerza, a partir de tus codos hasta la punta de tus dedos", dijo Jennings. "Y por los nuevos programas de fuerza y acondicionamiento físico, eso ya no se usa. Para el décimo grado, te dicen que te enfoques solamente en el béisbol o en el fútbol americano; los muchachos ya no practican múltiples deportes. Tienes estos regímenes especializados donde desarrollas grupos de músculos grandes, pero no los grupos de músculos pequeños alrededor del manguito rotador o del ligamento colateral. Los músculos grandes se desarrollan de una forma tal, que cuando intentas bajar la velocidad, te puedes lesionar severamente".

Desde hace dos años, Roegele escribió una serie de artículos que buscaban resolver el misterio del incremento de la tendencia de la Tommy John. Jeff Zimmerman y Brian Cartwright hicieron equipo para producir otro estudio revelador de la Tommy John en la publicación Hardball Times Baseball Annual de 2013. Ustedes deberían leerlas todas, ya que hay bastantes investigaciones excelentes del tema, pero si quieren la versión abreviada, es ésta: Roegele descubrió que "tras un control para los roles de pitcheo y la edad, los lanzadores que terminaban siendo sometidos a la cirugía Tommy John realizaban todos los tipos de pitcheo con mayor fuerza, y empleaban más rectas y sliders que el promedio".

Un ejecutivo de la Liga Nacional respaldó estos descubrimientos. "Los muchachos están lanzando con más fuerza cada año", dijo. "La clase 2014 del draft es casi histórica en términos de brazos con poder, y eso habla más de un cambio de cultura, que va de tener inteligencia y elegancia a tener el repertorio con más fuerza, para volver locas a las pistolas de radar e impresionar a todos. Entre más fuerte lances, entre más torque le pongas a tu hombro, es más probable que te lesiones -- y eso está pasando a un ritmo histórico, a varios de los mejores pitchers del béisbol".

El problema aquí es obvio: los equipos no se detendrán para codiciar a los muchachos de gran tamaño y fuerza que lancen duro. Incluso, si ellos ignoran a los adictos al entrenamiento que se convierten en unos tontos musculosos, ellos de todas formas querrán a aquellos que tengan repertorio contundente, lo que significa que de todos modos terminarán con un daño.

"Hay muchos factores que llevan a la velocidad incrementada", dijo un ejecutivo de operaciones de béisbol de la Liga Americana. "Pienso que lo que ocurrió es que, debido al entrenamiento mejorado, los pitchers lanzan con más fuerza. Las articulaciones y los tejidos relacionados son sometidos a gran presión por la velocidad incrementada. Muchos claman que ellos pueden reducir las lesiones con 'su programa'. No hay evidencia que apoye esas afirmaciones. Me temo, de hecho, que muchos de estos programas -- varios que están bien diseñados -- de hecho incrementarán las lesiones. El problema es que también mejoran el rendimiento".


Aunque estos temas en común dominaron la mayoría de las conversaciones que tuve acerca de las lesiones y el promedio creciente de cirugías Tommy John, varios encuestados aportaron sus propias teorías. Un ejecutivo de la Liga Americana dijo que él y otros en su oficina ha debatido varias ideas últimamente sin poder llegar a algún momento revelador.

"¿Los pitchers se están apresurando para volver de las lesiones?", preguntó. "¿Bien sea apresurarse para volver de una Tommy John o de otras lesiones, en lugar de esperarse un tiempo más? La Tommy John solía tener un periodo establecido de ausencia. Ahora, ¿hay demasiada prisa para volver anticipadamente, para ayudar media temporada o para iniciar una campaña, en lugar de esperar lo suficiente?".

Incluso cuando los pitchers se toman el tiempo requerido para sanar y rehabilitar, una reciente racha de cirugías Tommy John por segunda ocasión (el más notable es Jarrod Parker, de Oakland), ha empeorado las preocupaciones de la industria.

"Estamos llegando a una era donde muchos más pitchers se han sometido a la Tommy John en la preparatoria, la universidad o a principios de su carrera profesional en la última década", dijo otro de los encuestados. "Las Tommy John no son buenas de forma eterna, y estamos llegando a un punto donde muchos pitchers se sometieron a su primera cirugía hace 5 o 10 años. Hemos mejorado también mucho en cuanto a rehabilitar esas primeras cirugías, al punto donde los pitchers pueden volver a la lomita a un nivel muy parecido al que tenían antes. Entre más exitosas sean las primeras cirugías, tendremos más segundas cirugías".

Un ejecutivo de la Liga Nacional notó que los avances en imagenología médica han contribuido al incremento de las Tommy John.

"Cada vez es más fácil identificar rupturas parciales del ligamento cruzado cubital que lleven a un pelotero a optar por la cirugía en lugar de tomar la rehabilitación", dijo. "Así que, entre más pitchers identifiquen problemas con ese ligamento y opten por la cirugía, probablemente veremos más operaciones Tommy John por segunda y tercera vez en un futuro".

Como muchos otros equipos, el club de ese ejecutivo celebra estudios copiosos acerca de todo, desde el tipo de composición física hasta biomecánicas, para determinar tendencias que podrían prevenir lesiones. Pero él no revela qué ha descubierto su equipo. Y pese a todos sus esfuerzos, ese equipo de todas formas ha tenido que lidiar con bastantes cirugías de pitchers en los últimos años.

Desafortunadamente, limitar los conteos de lanzamientos y/o adherirse al Efecto Verducci — el cual fue desacreditado el año pasado por Russell Carleton, periodista de Baseball Prospectus-, eso no garantiza un resultado positivo. Kris Medlen y Brandon Beachy, los dos abridores talentosos de los Bravos que se sometieron a su segunda cirugía Tommy John esta primavera, y pusieron en duda la temporada de Atlanta, tenían relativamente poco millaje en sus brazos antes de llegar a las Mayores. Ambos eran jugadores de cuadro convertidos, al igual que su compañero Gearrin.

Los Piratas, que recientemente se han convertido en una de las organizaciones más inclinadas hacia los analíticos y los detalles, se obsesionan hasta con los más pequeños detalles en la rutina de un pitcher joven, con tal de mantener sanos a sus prospectos. Ellos someten a sus mejores prospectos a pruebas biomecánicas, para promocionar las mecánicas de pitcheo ideales, y ellos han ido incluso mucho más allá de eso.

"Cada dos semanas, checamos nuestro peso", dijo Nick Kingham, un pitcher derecho de 22 años que fue seleccionado en la cuarta ronda del draft 2010, en una entrevista con Travis Sawchik del Tribune-Review. Las revisiones de peso son solo el inicio, señala Kingham. "Llevamos el registro de cuánto dormimos, cuánta agua tomamos, nuestra hidratación y todo lo demás. Todos los días debes hacerlo. Tenemos un sistema de puntos, e intentas conseguir la mayor cantidad posible de puntos. Tenemos mucho énfasis con la salud en esta organización".

El artículo de Sawchik fue una pieza bien investigada que elogió al grupo de pitchers prospectos de los Piratas. Un mes y un día después, Taillon se sometió a su cirugía. Quizá no debamos sorprendernos, dado el presagio que dio en el último párrafo John Hart, ex gerente general de Grandes Ligas convertido en analista de MLB Network: "¿Recuerdan a los Tres Grandes de los Mets? ¿El grupo con (Paul) Wilson, (Bill) Pulsipher y (Jason) Isringhausen? En algunas ocasiones, algunos sistemas de desarrollo funcionan a la perfección, y otros simplemente no funcionan en absoluto". Citen a la infame "Generación K", ampliamente elogiada pero que fracasó rotundamente, y los dioses del béisbol quizá no reaccionen de manera gentil.

Y en realidad, pese a toda esta teoría, los dioses del béisbol quizá tengan la culpa. Quizá sea suerte, a veces muy mala, el origen de todo esto. Aunque estamos viendo más cirugías Tommy John que antes, usualmente es una mala idea hacer juicios en el momento en que las condiciones son más caóticas; simplemente, no sabemos cómo estarán las estadísticas dentro de uno, cinco o 10 años.

"Pienso que, como humanos, buscamos relaciones casuales, pero eso no implica que exista alguna", apuntó un scout. "Podría ser cuestión de suerte, que te saliera cara 12 veces consecutivas cuando lanzaras una moneda al aire. Totalmente sin sentido".