BUENOS AIRES -- El entrenador de Quilmes, Ricardo Caruso Lombardi, aseguró el martes que son sus futbolistas los que lo ratificarán en el cargo que dejó tras la derrota del sábado pasado ante Estudiantes de La Plata y que volvió a tomar un día después por pedido de los jugadores.
"Por suerte lo ganamos, los jugadores son los que nos van a mantener a nosotros. Ojalá que salgamos. Vamos a luchar hasta el último partido", sostuvo el técnico en rueda de prensa tras la importantísima victoria por 3-1 frente a Vélez, en Liniers.
Al mismo tiempo, Caruso Lombardi celebró la respuesta que tuvo de parte de sus dirigidos en un partido clave para sus aspiraciones de mantener la categoría. "El equipo respondió a lo que yo pensaba, se jugó y se metió", señaló el entrenador.
Por último, se refirió a su fallida partida de la conducción técnica tras la caída ante Estudiantes: "Los jugadores me pidieron que me quede, fue un momento de tristeza, de locura, lo sufrimos mucho". "Pase lo que pase me voy a quedar con ellos", subrayó Caruso Lombardi con tres puntos de oro en su bolsillo.
Un fuerte cruce se produjo entre el vicepresidente de Vélez Sarsfield, Julio Baldomar, y la esposa del entrenador de Quilmes, Ricardo Caruso Lombardi, al término del encuentro entre ambos equipos en el estadio José Amalfitani.
Lorena, la mujer del entrenador "Cervecero", acusó inicialmente a Baldomar de agredirla físicamente: "Vino a agredirme y cuando le dijeron que era la mujer de Caruso dijo 'ah, con razón'. Este hombre (Baldomar) me rasguñó la cara y me empujó, y al terminar el partido no me dejaban bajar la escalera".
Minutos más tarde, Baldomar hizo su descargo en Radio América, donde dijo estar "sorprendido" por las declaraciones de la mujer de Caruso Lombardi, aunque aceptó que existió una discusión.
"Yo discutí con Lorena, pero discutimos, nada más. Le dije que me parecía una maleducada. Nadie empujó a nadie, hay 10.000 testigos. Ella había empezado a insultar a mi mujer", comentó el vicepresidente de la entidad de Liniers.
Por su parte, Caruso Lombardi, al dialogar con la prensa momentos después de hablar con su esposa en la puerta del vestuario, se desentendió de la situación: "Una señora estuvo gritando, después apareció el marido a agredir, pero no sé mucho. Cuando pueda hablar me enteraré".