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Cristiano apoya al Real desde fuera

Cristiano Ronaldo, vestido de traje y gorra llegó con el grupo al Estadio Mestalla. EFE

Cristiano Ronaldo apoyó desde el estadio al Real Madrid en la Final de la Copa del Rey contra el Barcelona.

El portugués, lesionado de una rodilla y fuera de acción definitivamente, no obstante ha estado lo más cerca posible.esta mañana continuó con su plan de recuperación y al mediodía viajó a Valencia en el mismo avión con el presidente del club, Florentino Pérez, y sus compañeros lesionados.

Llegó al Mestalla en el autobús al inmueble, CR7 entró al campo vestido con el traje oscuro del equipo y una gorra negra. Los audífonos que portaba en el cuello, sólo eran un adorno, ya que todo el tiempo intercambió impresiones con sus compañeros, sobre todo con sus compatriotas, Fabio Coentrao y Pepe.

Saltó a reconocer el campo de Mestalla con los convocados como si fuera a estar el once inicial y permaneció en el banquillo mientras su equipo calentaba en la cancha.

El Real Madrid no acabó extrañando a Ronaldo en el resultado del partido, aunque sí en su trámite. Aunque la mítica carrera de Bale sentenció el encuentro a cinco minutos del final, el conjunto merengue no tuvo una claridad manifiesta en el contragolpe, a las claras su opción más viable para llegar al gol.

Condenado a mirar el partido desde la grada, su tensión fue incrementando paulatinamente mientras el Barça perseguía el empate. La impotencia del Madrid y cómo el partido se inclinaba claramente en su contra se reflejaron en el rostro del ausente más célebre de esta final.

Los claros espacios creados en la zaga azulgrana eran, quizás, lo que más ansiaba devorar. Una vez consumado el tanto de Marc Bartra, la angustia lo atrapó y no fue hasta la culminación de la galopada del galés que el alma le volvió al cuerpo.

Para el pitazo final ya Ronaldo estaba junto a sus compañeros al borde del campo y salió a celebrar en plena cancha, aunque con la moderación que implica su recuperación. Felicitó a todos sus compañeros y a también a los jugadores del Barça.

El crack, hoy de traje negro en lugar del habitual atuendo blanco, ya es bicampeón de la Copa del Rey. En esta final, dos años después de su fantástico cabezazo en el propio Mestalla, cedió el protagonismo a sus compañeros y ya marcha a Cibeles en una madrugada de poco sueño y mucho desenfreno.