Rich Cimini 10y

Chris Johnson podría heredar la estela de Tomlinson con los Jets

FLORHAM PARK -- Todos pensaban que LaDainian Tomlinson estaba listo para la mecedora a la edad de 30 años. Fue un jugador reducido en los San Diego Chargers durante el 2009, terminando la temporada con un partido difícil de ver ante los New York Jets en los playoffs: 12 acarreos, 24 yardas.

El futuro Salón de la Fama fue despedido por su equipo de toda la vida y los Jets le dieron trabajo apostando porque el alguna vez gran corredor, pudiera reinventarse. Vieron sus precarios números del 2009 y determinaron que el corazón era un mejor barómetro que 3.3 yardas por acarreo. Estaban en lo correcto: fue estupendo en el 2010.

"Esto me ha refrescado, estar aquí", dijo Tomlinson en ese entonces.

Cuatro años después, los Jets continúan tratando de atrapar otro relámpago viejo en una botella. Esta vez se llama Chris Johnson, y hay muchas razones para creer que le puedan dar una temporada como a Tomlinson.

Los Jets toman a Johnson con 28 años, un poco más joven que Tomlinson en su arribo, pero la narrativa es similar: un estelar en extinción que viene de su peor temporada.

Johnson se tambaleó hacia el final de la temporada pasada viéndose más como un CJ1K en lugar del conocido CJ2K. A penas llegó a la marca de las 1,000 yardas con un débil 3.9 por acarreo. Los Tennessee Titans decidieron --adecuadamente-- que no tenía sentido pagarle 8 millones de dólares en el 2014.

Claramente, los Jets no toman al Johnson del 2009, aquel que se robó la liga con 2,006 yardas terrestres y su velocidad por debajo de los 4.3 segundos (en la prueba de las 40 yardas), pero deberán tener un corredor motivado con la oportunidad de replicar al Tomlinson del 2010.

Ese año, Tomlinson lideró al equipo con 914 yardas en apenas 219 acarreos, y atrapó 52 pases, tres debajo del mejor en la plantilla. Se perfilaba a ser el suplente de Shonn Greene, pero Tomlinson fue tan impresionante que se ganó el puesto titular y se convirtió en parte integral de un equipo que se quedó a las puertas del Super Bowl.

Nada irrita más a un atleta de clase mundial que le digan que no es lo suficientemente bueno, que es momento de empacar e irse. Tomlinson utilizó ese combustible hasta que su cuerpo flaqueó en el 2011. Los Jets esperan a un Johnson igualmente inspirado, quien ya toca el tema de la redención.

"Puedo cambiar las cosas malas que dice la gente en algo bueno para mí, darme motivación, mantenerme hambriento y con algo qué demostrar, probarles que están equivocados", sostuvo el jueves en conferencia telefónica.

Se decepcionarán si esperan una campaña de 1,500 yardas para Johnson, pero es mejor de lo que mostró el año pasado. Jugó 13 partidos con un esguince en los meniscos, corrió detrás de una línea ofensiva sospechosa para un equipo que no tuvo a su mariscal de campo titular por la mitad del año; condiciones muy poco ideales para un corredor.

"Chris Johnson ya no es un líder", consideró un ejecutivo de la NFL. "No sé dónde está su corazón --hay cosas bajo su cofre que no me gustan-- pero por el precio adecuado, sí, es un buen movimiento".

Los Jets pagaron una cifra líder en el mercado --dos años, ocho millones de dólares-- pero el costo es razonable. Todo indica a que tomarán una aproximación de "menos da más" con Johnson, esperanzados en que una rotación con Chris Ivory y Bilal Powell preservará el dibujo que queda en las llantas de Johnson y mejorará su eficiencia. Eso, por supuesto, está basado en la presunción que una de esas llantas no esté a punto de reventarse.

Johnson rechazó un reporte de ESPN que indicaba la presencia de artritis en su rodilla derecha tras una cirugía, e insistió que estaba sano. Vale seguir esto, porque el fuego en sus entrañas podrías extinguirse rápido si hay dolor en su rodilla. Si está sano, será una adición a la ofensiva.

"Si un mal año son 1,100 yardas, lo aceptaría siempre", expuso el analista de ESPN y ex jugador de los Jets, Damien Woody, aludiendo el año que tuvo Johnson de 1,077 durante el 2013.

Woody jugó para los Jets cuando Tomlinson llegó en el 2010. Al principio, se preguntaba si Tomlinson se había quedado sin combustible, pero esas preocupaciones se apagaron en cuanto vio al viejo corredor tomar el campo, haciendo lo suyo. Woody confía en que Johnson responderá de la misma forma.

"Las situaciones son realmente similares", consideró Woody. "Tienes dos corredores muy buenos que fueron desechados por equipos donde hallaron mucho éxito. Ahora lidian con la percepción que están acabados. Eso, obviamente, te obliga a demostrar".

Los Jets se han convertido en un destino de segundas oportunidades. Antes que Tomlinson estuvo Thomas Jones, quien fue destacado hasta que la policía del tope salarial lo obligó a mudarse. Hace un año, canjearon por Chris Ivory, quien estorbó a los New Orleans Saints por años.

Como subrayó Woody, el coach Rex Ryan tiene la forma de acercarse a los jugadores experimentados, halagando lo que sea que tengan que dar. Ahora tiene a Johnson, quien puede ser un corredor productivo siempre y cuando sus llantas sean tan poderosas como su voluntad.

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