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Canó trata de adaptarse a Seattle

MIAMI -- Cuando los Marineros de Seattle lleguen al Yankee Stadium el próximo 29 de abril para una serie de tres partidos, producirá el regreso del dominicano Robinson Canó a Nueva York, donde pasó los primeros nueve años de su carrera.

Canó firmó durante el invierno un contrato por 240 millones de dólares y diez temporadas con Seattle, un equipo de poca historia y el único de la Liga Americana que jamás ha estado en una Serie Mundial.

A su paso por Miami, donde los Marineros juegan este fin de semana ante los Marlins, Canó comparó ambas ciudades y el ambiente beisbolero que se respira en cada una.

"Estoy esperando ese día. Siempre será algo especial regresar al Yankee Stadium, pues fue allí donde crecí como pelotero, donde viví grandes momentos y quiero enviarle un abrazo a los fanáticos que siempre me dieron su apoyo", dijo el intermedista dominicano, aunque a sabiendas de que la exigente afición neoyorquina podría recibirlo con sonados abucheos.

El quisqueyano habló sobre su nuevo destino, donde debe estar hasta el 2023.

"Seattle es una ciudad bonita, donde me he sentido bien, que se ve de una manera cuando estás fuera, pero cuando vives ahí se ve de otra", explicó de manera poco convincente.

"Nueva York es algo que no tiene comparación con nada. Sabemos que es una ciudad muy grande, con mucha gente, con un ambiente deportivo intenso donde siempre la gente va al estadio a apoyar al equipo".

Canó es ahora la gran estrella de un equipo que busca reestructurarse en torno a su figura, luego de cuatro temporadas perdedoras consecutivas.

"No creo que sea sólo yo. Pienso que tenemos un gran equipo. No creo que un solo jugador pueda hacer un equipo. Tenemos gran talento, calidad para hacer algo bueno este año".

Sin embargo, al menos en este inicio de campaña, los Marineros están en el mismo punto donde terminaron el 2013: con balance negativo y en penúltimo lugar de la división Oeste, sólo por delante de los Astros de Houston, el peor equipo de todo el béisbol.