Andrea Adelson 10y

La percepción alrededor de Teddy Bridgewater cambió drásticamente

LOUISVILLE -- Hace un año, Teddy Bridgewater era el inequívoco prospecto Nº 1 en la posición de mariscal de campo para el Draft del 2014. Desde entonces, condujo a Louisville a 12 victorias, registró marcas personales en yardas por pase, porcentaje de pases completos, pases completos, yardas por intento y pases de touchdown, al tiempo que lanzó solamente cuatro intercepciones.

Aún así Bridgewater ha pasado de no ser cuestionado a ser cuestionado reiteradamente: por su tamaño, su decisión de no lanzar o no correr las 40 yardas en el Combinado, su actuación "promedio" en el pro day, la falta de guante, las supuestas actuaciones imprecisas durante las sesiones privadas, y su habilidad para liderar.

El escrutinio siempre sigue a los mejores prospectos en el draft, sobre todo los potenciales mariscales de campo franquicia. Geno Smith podría escribir una novela sobre el tema. Un comentario negativo se convierte en dos comentarios negativos, las cortinas de humo se convierten en realidad, y la verdad se esconde en unas cintas de juego que aparentemente han perdido su valor.

Bridgewater sigue siendo proyectado como recluta de primera ronda, pero los halagos que llenaron su carrera colegial prácticamente han desaparecido. El proceso de draft ha ensombrecido muchos de sus logros, lo que explica por qué el ex pasador de Pitt, Tom Savage, generó más expectativa en un día que Bridgewater en un mes.

"Lo que se ha dicho en los medios no es lo mismo que necesariamente se ha estado diciendo en las salas de reuniones de draft de de los equipos, donde la gente que percibe un salario por saber de esos temas hacen sus investigaciones y tareas", declaró el asistente de Texas, Shawn Watson, quien sirvió como entrenador de mariscales de campo de Bridgewater y coordinador ofensivo en Louisville. "Sólo sé que al final, tiene todas las cualidades para un jugador seguro. He visto su precisión. He visto su competitividad, su toma de decisiones. He visto cómo ha sido un gran estudiante, aprendiendo cómo mejorar su juego, cómo usar sus ojos como arma, desarrollar sus pies, desarrollar su agudeza en el bolsillo, aprender a leer todo el campo, llevarnos a la línea de golpeo y ponernos en la jugada acertada o ajustar la protección para bloquear la carga.

"Es aquello con lo que sueña cualquier entrenador de fútbol americano colegial, y creo que lo mismo se puede decir para la NFL porque puede procesar mucha información y mantenerla en su forma más simple y darte la razón. Yo sé que él tiene 'eso'. El 'eso' es algo innato a su ADN".

En los tres años en que trabajaron juntos, Watson y Bridgewater se hicieron tan cercanos como padre e hijo, así que sí, la opinión de Watson es subjetiva. Pero también conoce a Bridgewater mejor que cualquiera encargado de hacer las evaluaciones. Cuando los ejecutivos de la NFL llaman para preguntar sobre Bridgewater, él simplemente les dice: miren las cintas.

"Les dije, 'Escuchen, saquen los juegos grandes de nuestro programa", explicó Watson. "Luego miren el video. Miren las dos partes. Cuando terminas con el video, responde la pregunta: ¿Cómo sucedió? ¿Por qué sucedió? Y entonces siempre vuelves al Nº 5".

Vuelvan a su temporada freshman en el 2011, de gira contra (Nº 24) West Virginia, en apenas el sexto inicio de su carrera. Bridgewater se fue 21 de 27 para 246 yardas con una anotación en la victoria por campanada de Louisville.

Regresen a su temporada desophomore en el 2012. Jugando con una muñeca fracturada y un tobillo lesionado, Bridgewater entregó una actuación memorable de gira ante Rutgers en el cierre de la temporada regular, guiando a los Cardinals a una victoria que amarró un boleto a un tazón del BCS. En ese encuentro --el Allstate Sugar Bowl-- Bridgewater expuso a (Nº 3 Florida) en una victoria por 33-23, enviando sus bonos hasta los cielos.

Volteen a ver el último partido de su carrera, el Russell Athletic Bowl en el 2013. Jugando en contra de los Miami Hurricanes de su ciudad natal, Bridgewater tiró para una marca personal de 447 yardas con cuatro touchdowns totales.

A Watson se le ha preguntado por el tamaño de Bridgewater recientemente. Bridgewater pesó 214 libras en el Combinado. Jugó su temporada de sophomore alrededor de las 220, pero una cirugía en la mandíbula en el verano del 2013 lo descompensó y no se ha recuperado del todo. Watson está convencido de que Bridgewater puede llegar allí.

En cuanto a su poca característica demostración durante el pro day, Watson tiene lista una respuesta.

"Al final, si eres un entrenador de fútbol americano, se reduce a lo que puedo ver en video", dijo Watson. "Su currículo está en cinta. El pro day --o como yo cuando estoy viendo lanzar a un chico de preparatoria-- podrás exprimirle algunas cosas, pero la habilidad de jugar en un mundo donde están sucediendo 100 millones de cosas, es como estar en el ojo del huracán, la presencia, la calma, y entregando las jugadas, todo eso lo ha puesto en video. Por eso inició toda la discusión cuando comenzó todo, y por eso estaba allí el interés.

"Por eso es que creo que la gente a la que le pagan por tomar esas decisiones, van a mirar esas cosas porque esas cosas cuentan. Sé esto acerca de Teddy: aparece cuando prenden las luces".

Sin importar dónde se vaya, o cuándo se vaya, eso parece ser una certeza. Simplemente vean las cintas.

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