MINNEAPOLIS -- El entrenador de los Minnesota Timberwolves, Rick Adelman, decidió retirarse tras 23 temporadas en la NBA y permanecerá con el equipo en rol de consultor.
La decisión pone fin a una carrera respetada que incluye 1,042 victorias, octavo en la lista de todos los tiempos. Adelman entrenó las potencias de la Conferencia Oeste en Portland y Sacramento y también tuvo paradas en Golden State y Houston. Adelman acaba de concluir su tercera de un contrato de cuatro años que firmó con Minnesota en 2011. Había una opción mutua en el año final del acuerdo.
Marc Stein, de ESPN.com, informó en marzo que Minnesota podría contratar al entrenador de Iowa State Fred Hoiberg, un exejecutivo y jugador de los Wolves, y al coach de Michigan State, Tom Izzo (cercano al presidente Flip Saunders) altos en la lista de posibles sucesores.
La posibilidad también permanece de que Saunders, quién es el último entrenador en lleva a los Wolves a los Playoffs en 2004, añada tomar las riendas como parte de sus funciones ejecutivas. Tras pasar tiempo con Detroit y Washington, Saunders regresó a la organización de los Wolves en mayo pasado como presidente de operaciones y dueño minoritario.
Tras perder los playoffs por tercera temporada consecutiva, y con su esposa siendo tratada por trastornos convulsivos, Adelman decidió que era tiempo para el fin de una de las carreras de coach más tranquilamente influyentes en la historia de la NBA.
El introvertido entrenador nunca recibió el crédito que merecía pues trabajó bajo el radar durante la mayor parte de su carrera, pero su impacto en la liga como innovador ofensivo es incuestionable.
"Pienso que cada coach en este liga ha tomado alguno de sus conceptos", dijo el entrenador Tom Thibodeau. "Uno puede ver cada equipo ha tomado parte de la serie de la esquina como parte de su ofensiva".
Adelman ganó al menos 50 juegos en una temporada en 11 ocasiones en su carrera, ayudó a transformar a los Trail Blazers a finales de los 1980's y entonces construyó una potencia en San Antonio diez años más tarde. Tuvo un éxito modesto en Houston y Minnesota, pero se fue dejando una huella en la liga.
"Ha sido un entrenador eterno", dijo el entrenador de los Spurs, Gregg Popovich. "Ha estado en varios programas, los mejoró todos, ha hecho un gran trabajo donde quiera que ha ido, siempre ha sido subestimado y ha sido un tipo con quien los jugadores disfrutan jugar. Ese es quién es".
Cuando estaba con los Sacramento Kings, Adelman trabajó con Pete Carril, su asistente y ex entrenador de Princeton, para afinar su famosa ofensiva "de esquinas", un sistema de precisión que maximizó el talento de hombres grandes como Chris Webber, Vlade Divac y Brad Miller, todos ellos que eran pasadores talentosos desde los costados de la línea de tiros libres.
"Mucha gente ha empleado ese tipo de acción, pero nadie como él", dijo Doc Rivers, coach de los Clippers. "Él comenzó a usarla en Portland, y luego en Sacramento, a todas partes donde ha ido ha sido ganador casi todo el tiempo. Es uno de los mejores entrenadores que hemos tenido en la liga, y mucha gente no se da cuenta de eso. Creo que eso es muy malo. Pero él ha sido alguien muy bueno para el básquetbol. Ha aportado mucho al juego".
"Le he copiado cosas, honestamente", dijo Popovich.
La carrera de Adelman comenzó renuentemente en 1988, cuando asumió el puesto de entrenador en jefe con los Trail Blazers luego que Mike Schuler fuera despedido durante la temporada. A la campaña siguiente, en su primer año completo en ese puesto, Adelman llevó a los Blazers a las Finales NBA, donde perdieron ante los Detroit Pistons. Él llevó de nuevo a los Blazers a las Finales en 1992, pero cayeron ante Michael Jordan y los Chicago Bulls.
Adelman transformó a los Kings, que de ser una franquicia eternamente perdedora, llegó a ser una de las más entretenidas y exitosas en la Conferencia Oeste de 1998 a 2004, y la controversial derrota ante Los Angeles Lakers en la Final del Oeste en 2002 todavía lo persigue hasta la fecha.
"En términos del impacto que ha tenido en la liga, simplemente revisen el libro de jugadas de todos los demás", señaló Erik Spoelstra, coach del Miami Heat, quien se interesó en ser entrenador cuando observó a los equipos de los Trail Blazers dirigidos por Adelman, mientras era un base con la Universidad de Portland. "Todos tienen al menos una versión, o una pieza de su ofensiva en su libro de jugadas. Y la mayoría lo llaman Sacramento. Él ha sido un innovador increíble de este juego".
Él tuvo una escala de dos años con los Golden State Warriors de 1995 a 1997, donde aprendió duras lecciones acerca de apegarse a sus creencias y no permitir que otros influyeran en su estilo, y esa filosofía fortalecida lo ayudó durante el resto de su carrera.
Con los Houston Rockets, un equipo que no contaba con Tracy McGrady y Yao Ming, sus dos principales figuras, Adelman usó a Chuck Hayes, de 6 pies 6 pulgadas, como pívot, y llevó a los Lakers, que eran amplios favoritos, hasta el límite de siete juegos en la Semifinal del Oeste en 2009.
Sus rosters con los Minnesota Timberwolves también sufrieron una letanía de lesiones, pero de todas formas logró llevar a un equipo que se había combinado para 32 victorias en las dos temporadas previas a su contratación, hasta convertirse en un equipo de .500 tres años después.
La última temporada de Adelman en Minnesota fue frustrante. Nikola Pekovic se perdió 28 partidos, Chase Budinger nunca se recuperó totalmente tras una cirugía de rodilla previa a la campaña, y su escuadra venció a equipos como el Thunder, Heat, Spurs, Grizzlies, Rockets e Indiana Pacers pero también perdieron ante los Kings, Orlando Magic y Utah Jazz. Aun así, terminaron 40-42, con nueve victorias más que la campaña previa.
Ahora, el equipo enfrentará un verano precario, ya que Saunders necesita encontrar al entrenador indicado y hacer los movimientos de personal correctos para convencer al estelar ala-pívot Kevin Love, quien puede anular su contrato luego de la siguiente temporada, para quedarse a largo plazo.
Y pese a que Adelman se prepara para pasar más tiempo con su esposa Mary Kay y sus ocho nietos, su influencia permanecerá en la liga a la cual llamó su hogar durante 25 años.
Rivers todavía recuerda una jugada específica que Adelman usó cuando dirigía a los Kings.
"La copiamos y ganamos un partido con esa jugada en Boston, la llamamos 'Adelman'", recuerda Rivers. "Fue genial".