Télam 10y

Julio Velasco: "Se buscan culpables y no soluciones"

BUENOS AIRES -- Julio Velasco, flamante
entrenador del seleccionado argentino de vóleibol, asegura que vino
"zen" al país después de vivir afuera 31 años y que su único
objetivo es que el equipo "juegue bien", en el ciclo que tendrá como puntos salientes el
Mundial de Polonia (en septiembre próximo) y los Juegos Olímpicos
de Río 2016.

"No tengo expectativa de cambiar el exitismo que hay acá. Sé
que si pierdo me van a masacrar, pero no es mi preocupación. Toda
mi energía está puesta en mejorar el equipo, por eso digo que vine
zen", manifestó Velasco en referencia a la palabra tomada del
budismo que señala un estado de relajación.

"Estoy más allá del bien y del mal. Me gustaría darle una
contribución a la Selección de mi país como hice en otros. Me
parecería un fin de carrera muy bueno", agregó Velasco,
quien revolucionó el vóley en Italia en la década del 90 y se
convirtió en uno de los entrenadores más prestigiosos del mundo.
En ese sentido, el técnico platense, de 62 años, amplió su
filosofía de cómo conducir un grupo.

"Estoy harto de proclamas. No pongo objetivos de resultados
ni nada. Digo: resolvamos las cosas chiquitas. A mis jugadores lo
único que les voy a pedir es que juguemos bien al vóley", indicó.
"No tenemos que ser modelo de nada. No nos creamos los
mejores ni los peores, laburemos en vez de hablar. En el vóley no
se puede ganar si no jugás bien. No es como en el fútbol. El vóley
es un
deporte de precisión", explicó mate en mano en diálogo con
periodistas.

Para Velasco, el principal cambio técnico en el seleccionado
pasará por tener un receptor puro, aunque no sea de los más fuertes
en ataque.

"Con las características de Argentina, necesitamos buena
recepción para poder jugar rápido, aprovechar a la calidad de
nuestros armadores, porque no tenemos atacantes tan físicos",
opinó.

El otro gran interés de Velasco pasa por "la motivación" de
los jugadores. "No me refiero a lo que un jugador quiere hacer,
sino a lo que está dispuesto a renunciar".

"Saber decir que no es difícil, más cuando sos joven. Pero
los entrenamientos son muchos e intensos. El que no renuncia a
ciertas cosas, como salidas de noche durante la semana de práctica,
va a entrenar mal o se va a lesionar", enfatizó.

El concepto de convencer a los jugadores, de "seducir", fue
algo que llamó la atención hasta de Pep Guardiola, que antes de
dirigir y ganar todo con Barcelona, invitó a comer a Velasco para
saber más sobre manejo de grupos.

"Si sos Brad Pitt, te ponés en la barra y las minas vienen
solas. Pero si no tenés esa facha hay que buscar por otro lado, ver
qué enganchas. De la misma forma, un entrenador tiene que seducir a
sus dirigidos, ver cómo llegarle a cada uno de forma individual",
manifestó.

"Yo quiero jugadores que hagan un poco como los de beach
voley, que se autoentrenen y sean protagonistas del proceso. No es
que yo los agarro y los llevo de la mano a la victoria, por más
currículum que tenga. No funciona así", añadió.

"Mi método es en gran parte sacar lo mejor de cada jugador,
capacidades que por ahí tienen adormecidas", completó.
Sobre la salida de Javier Weber, último técnico del
seleccionado, por problemas con el grupo, Velasco comentó: "Trato
de entender lo que pasó, pero sin que me influya demasiado. Creo
mucho en dar una oportunidad a la gente. No sólo la salida de Weber
fue tortuosa, sino la de casi todos los técnicos que tuvo el vóley,
espero no terminar igual".

"Por ejemplo, Luis Muchaga, que fue el DT medalla de bronce
en Seúl `88, está olvidado. Parece que se entrenó solo ese
equipo... Todos, Daniel Castellani, Fabián Armoa, Jon Uriarte,
Weber se fueron mal porque no se busca los problemas sino los
culpables", declaró.

"Lo paradójico es que todos los técnicos que fueron
`serruchados`
consiguieron resultados en sus equipos después. Esto tendría
que hacer reflexionar a todo el ambiente y a los jugadores también,
porque son los primeros que van a hablar para echarle al técnico la
culpa de todo", agregó.

Velasco, que está probando jugadores a la espera de que se
sumen los que van terminando sus competencias de clubes (en el
exterior y en Argentina), dice que se encontró con la calidad de
voleibolistas que "esperaba", aunque con más cantidad.

"El nivel es bueno, en algunos muy bueno y la excelencia es
lo que hay que buscar para el nivel internacional. Me encontré con
lo que esperaba y la sorpresa fue la cantidad de jugadores. Nadie
es número puesto en la Selección, es un equipo abierto".

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