INDIANAPOLIS -- Andrew Luck no es un soñador. No lo encontrarán con los pies apoyados en el sofá de su casa o fantaseando mientras vuela por el Océano Atlántico para un partido de fútbol soccer en Europa, pensando en la gran cantidad de armas ofensivas que tendrá a su disposición la próxima temporada.
Es entendible que el mariscal de campo de los Indianapolis Colts no quiera ver demasiado lejos luego de lo que pasó la temporada pasada.
Así que nosotros lo haremos por Luck.
El pasador de tercer año guió a los Colts a un récord 11-5 la campaña pasada, a pesar de perder a cinco titulares de la ofensiva.
Las cosas deben ser diferentes la próxima temporada. Tendrá muchas opciones, más de las que ha tenido en sus primeras dos campañas en Indianapolis.
El receptor abierto Reggie Wayne (rodilla), el ala cerrada Dwayne Allen (cadera) y los corredores Vick Ballard (rodilla) y Ahmad Bradshaw (cuello) se espera que estén sanos, y los Colts sumaron profundidad en la posición de receptor al firmar a Hakeem Nicks, procedente de los New York Giants, quien tuvo temporadas consecutivas de 1,000 yardas en el 2010 y 2011.
Por muy exagerado que podría parecer, uno tiene que preguntarse: ¿Habrá suficientes balones para repartirles a todos?
"Es un buen problema para tener", declaró el entrenador en jefe Chuck Pagano. "Sólo hay un balón. Cuando tienes grandes competidores y grandes jugadores como los que tenemos, todos quieren el balón al mismo tiempo. Todos ellos saben que sólo tenemos un balón. Es una gran situación que tengamos a estos chicos de vuelta, Dwayne, Ahmad, Vick, Reggie y después haber sumado a Hakeem. Es una gran situación".
Es una gran situación, en especial cuando se tiene en cuenta lo rápido que se lesionaron el año pasado para los Colts.
Allen quedó fuera en la Semana 1. Ballard entre las Semanas 2 y 3. Bradshaw en la Semana 3. Wayne en la Semana 7.
Se llegó al punto en el que ya no era vergonzoso hacer una búsqueda rápida en internet para encontrar jugadores como el receptor Da'Rick Rogers y el ala cerrada Weslye Saunders.
A pesar de eso, Luck se las arregló para hacer mucho con poco la campaña pasada. Los Colts promediaron 24.4 puntos, ubicándose en la posición N° 14 de la liga, así que no hay duda que puede ser aún más efectivo con un depósito lleno de armas.
Eso es aterrador para los coordinadores defensivos rivales.
"Todo es cuestión que estemos en la misma página y con el mismo objetivo, y ese es ganar", sentenció Wayne. "Siempre ha sido así en nuestro vestuario, y es por eso que no veo que sea un problema".
Los egos son algo de lo que los Colts no tienen que preocuparse por cuanto hace a quién recibirá mayor atención de Luck. Esa es parte de la razón por la que calificaron a los playoffs en cada una de las primeras dos campañas de Luck. Él y el coordinador ofensivo Pep Hamilton se asegurarán que todos estén involucrados en la ofensiva de alguna manera.
Todas las armas de Luck aportan algo distinto, es por eso que el potencial de esta ofensiva es aún más prometedor.
Wayne es un receptor de posesión, es una válvula de escape a la que Luck puede recurrir sin importar la situación. Hilton es un jugador veloz que no tiene problema en dejar que los backs defensivos sepan cuándo ha hecho una jugada sobre ellos. Wayne describió a Nicks como un receptor al que nadie puede cubrir en marcación uno a uno.
El grupo de alas cerradas con Coby Fleener y Allen, el mejor de ambos, tiene el potencial para ser una dupla líder en la liga. Tampoco nos podemos olvidar del trío de corredores con Trent Richardson, Ballard y Bradshaw. No tienen que ser dominantes, sólo lo suficientemente efectivos para liberar un poco de la presión sobre Luck.
"Habrá suficientes [balones para repartir]", consideró Hilton. "Somos un equipos, así que cuando alguien se divierte, todos lo hacemos. Mientras estemos ganando y haciendo las cosas adecuadas, debemos estar bien".
La clave, por supuesto, es que todos se mantengan saludables y la línea ofensiva haga su papel por primera vez con Luck bajo centro. La línea tendrá interrogantes de nuevo ya que Khaled Holmes, quien sólo alineó en 12 jugadas la temporada pasada, tiene la ventaja para ser titular del equipo.
Es por ello que Luck y otros no se adelantan en las expectativas de ser una ofensiva tipo Peyton Manning con los Denver Broncos, la cual lideró la liga con un promedio de casi 38 puntos por partido la temporada pasada.
"En papel, nos vemos genial. Estoy muy emocionado", confesó Allen. "Realmente estoy ansioso de que todos salgamos juntos y circulemos para ver qué tan bien embonamos, y ver qué combinaciones se les ocurrirán a los coaches para ponerlas en el campo".