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Varios heridos por disparos en Roma antes de la final de la Copa de Italia

ROMA -- Al menos diez heridos dejaron como saldo los choques entre hinchas de Fiorentina y Napoli en las adyacencias del Estadio Olímpico, dos horas antes de la final de la Copa Italia.

Uno de los heridos está en estado gravísimo tras recibir un balazo en el pecho. Se trata de un hincha del Napoli de unos 30 años que debió ser operado de urgencia, según informaron fuentes policiales.

Los tres heridos de bala son aficionados del Napoli, aunque las mismas fuentes aclararon que no están vinculados con los enfrentamientos previos que los hinchas del equipo partenopeo sostuvieron con sus pares de Fiorentina.

El ataque a balazos, que se sospecha pudo haber sido perpetrado por ultras de la Roma "infiltrados" como se preveía, trasladó la tensión al interior del Olímpico, donde los fanáticos del Napoli amenazaron con suspender el partido.

Según el diario romano "Il Messaggero", alguien pudo haber efectuado una especie de "tiro al blanco" contra los napolitanos que, tras estacionar sus automóviles en las cercanías, caminaban hacia el estadio por la avenida Tor di Quinto. La hipótesis fue parcialmente desmentida por la jefatura de Policía que, según el diario "La Repubblica", arriesgó que los disparos de bala podrían no estar vinculados a choques entre "tifosi", sino a "causas ocasionales".

Según trascendió, habría sido hallada una pistola en un vivero aledaño y ahora la policía está efectuando averiguaciones el arma incautada. Más temprano, la policía reprimió a hinchas de Napoli y Fiorentina que quisieron enfrentarse en otras zonas cercanas al Olímpico, lanzándose "bombas cartas" que en su interior contienen clavos peligrosísimos.

En el interior del estadio, en tanto, los fanáticos de Napoli lanzaron una lluvia de pirotecnia al campo de juego, situación en la que un bombero resultó herido, por lo que se temió que el partido no se jugase.

Los propios hinchas del Napoli le reclamaban al plantel que dirige el español Rafael Benítez que no saliera a la cancha y sólo la mediación del capitán eslovaco Marek Hamsik y del director deportivo del Napoli, Riccardo Bigon, los hizo desistir en su postura. Hamsik y Bigon conversaron durante largo rato con los fanáticos ubicados en la Curva Norte para que depusieran su actitud, algo que lograron cuando desde la jefatura de Policía de Roma se confirmó que el ataque a balazos no había sido perpetrado por hinchas de Fiorentina.

Los jefes de la barra del club partenopeo dieron entonces su consentimiento para que el partido se pusiera en marcha y el árbitro Daniele Orsato dio el pitazo inicial a las 21,35 locales, 45 minutos después del horario previsto.

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