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CHICAGO -- Aficionados y Fanáticos al "Rey de los Deportes": Ganar nueve juegos en el primer mes de la temporada, definitivamente no es algo como para presumir, pero si revisamos a los tres equipos que terminaron abril con esa cantidad, la verdad es que el panorama es totalmente diferente para cada una de esas organizaciones. Mientras los Astros de Houston (9-19) tienen años sin poder despegar exitosamente, y a pesar del camnbio de liga, de timonel y de filosofía, todavía no se ve por donde, los Diamondbacks de Arizona (9-22) están en pleno declive, de ser una organización que todavía hace un par de años se consideraba contendiente, a una estrepitosa caída que los hizo ser el peor equipo del mes inicial del calendario; pero los Cachorros de Chicago (9-17) parecen sentir, ahora si de manera cercana, los frutos de tanta espera y de trabajar en el sistema de sucursales de la organización. La consolidación de Starlin Castro y Anthony Rizzo, los dos jugadores en los que la directiva ha puesto el destino en sus manos, es parte fundamental para el proceso que Rick Rentería, el nuevo manager del equipo, está a punto de consolidar. Para Castro, la llegada del nuevo timonel le ha significado un cambio radical en su forma de juego. Con Dale Sveum nunca existió esa comodidad, ese nivel de confianza que un joven pelotero, por más herramientas y futuro alentador que tenga, debe sentir hacia su dirigente. El comenzar mayo bateando arriba de .300 y consolidándose como el cuarto bat de la alineación, son los síntomas claros de que sus problemas mentales han quedado atrás. Rizzo, por su parte, comienza a desarrollar lo que de él se esperaba desde sus épocas en Arizona, y con números sólidos, esa combinación en el line up ha empezado a rendir frutos, y a elevar el nivel de juego de sus compañeros. El espectacular mes de Emilio Bonifacio se apagó al final, pero su inicio de temporada fue suficiente para dar esperanzas en el Norte de Chicago y para hacer quedar bien a una oficina que en verdad necesita en éste molmento congraciarse con su afición. El proceso está resultando igual de lento y complicado para Junior Lake, quien ciertamente viene algunos pasos atrás de Castro, pero cuyo potencial permite soñar con otro futuro super estrella. Lake ha comenzado la temporada con problemas para elevar su bateo y algunas situaciones mentales complicadas, pero nada que alguien que va adquiriendo experiencia en el mejor beisbol del mundo no pueda resolver, y se espera que lo haga a tiempo para cuando Javier Baez y Jorge Soler, las futuras joyas de la organización, sean llamados al primer equipo y comiencen con esas mismas dificultades. Rick Rentería sabe que viene mucho talento en camino y que todo tiene que presentarse a su tiempo, sin urgencia por acelerar procesos. Está conforme hasta ahora con lo que ha visto en su rotación de abridores y ha batallado bastante tratando de encontrar roles de su gente en el bullpen. Héctor Rondón se ha adueñado por ahora del puesto como cerrador, pero el manager sabe que cualquier falla podría llevarlo a cambiar de decisión. Lo más importante en el interior del equipo es que se ha cambiado mucho de la filosofía, se han erradicado varios de los vicios de la era de Lou Piniella y Jim Hendry, y aunque el proceso de Dale Sveum tuvo que ser cortado un año antes de lo previsto, con Rentería como nuevo timonel se respira un ambiente diferente en el interior. El siguiente paso es ahora convencer a la afición de que pronto regresarán las temporadas ganadoras. El público, por primera vez en mucho tiempo se ha alejado de Wrigley Field. En la recta final de la temporada pasada, aquellos llenos diarios dejaron de presentarse, y en el día más importante de ésta temporada, cuando se celebraron los 100 años del inmueble, tampoco tuvimos lleno total. Regresar a los aficionados no será una tarea difícil. Los Cachorros son el equipo más querido del país entero, por lo que una buena racha y peloteros atractivos harán el milagro en muy poco tiempo. Después de todo, a equipos como Yankees de Nueva York, Medias Rojas de Boston o Dodgers de Los Ángeles, o se les quiere o se les odia, pero para la mayoría de la gente que sigue el beisbol de las Grandes Ligas, existe su primer equipo e inmediatamente después los Cachorros.
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