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LOS ÁNGELES -- El jueves se voltearon los roles e increíblemente Chris Arreola fue el boxeador más calmado en el podio. A la hora de la conferencia de prensa previa a su pelea ante Bermane Stiverne por el título de peso completo del Consejo Mundial de Boxeo, el pugilista México-americano se mostró tranquilo, y pese algún insulto o amenaza, evitó entrar en el juego del haitiano. Stiverne lo acusó de poner excusas tras su primera pelea, y le pidió que no vuelva a utilizar sus problemas de peso para explicar una derrota. Además, lo trató de alcohólico. Sin embargo, Arreola mantuvo el temple. "Es bueno ver un poco de emoción viniendo de Bermane", dijo irónicamente tras recibir los embates verbales de su oponente. "Mi sangre está hirviendo". El angelino intentaba hacer sus declaraciones pero el radicado en Canadá lo interrumpía tras cada frase, y eso se convirtió en una especie de conversación. "Sé que me rompiste la nariz, yo fui el que lo dije", reconoció. "Ahora estoy en mi mejor forma". Al final, Arreola se reservó un par de ataques propios. "Este sábado te voy a [destruir]", aseguró. "Si no fuera por el título ni lo pelearía pero ahora lo voy a destrozar". Por último, el apodado "La Pesadilla" prometió que los aficionados que se hagan presente en el Galen Center de la Universidad de California presenciarán algo inédito. "Verán historia en vivo este sábado", dijo en referencia a la chance de convertirse en el primer campeón pesado oriundo de México. "Este mexicano lo hará. Mírenlo".
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