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Nadal, a otra final de Masters 1000: define Madrid ante Nishikori

MADRID -- Dejando bien atrás las dudas de Monte Carlo y Barcelona, Rafael Nadal venció por 6-4 y 6-3 a Roberto Bautista en semis de Madrid y avanzó a una nueva final de Masters 1000, su 39ª en este tipo de torneos, donde se erige como el más ganador de la historia (26 títulos). Allí espera por Kei Nishikori (desde el lunes, N°9 del mundo), que sacó a David Ferrer por 7-6 (5), 5-7 y 6-3 en un partido increíble, tras 10 match points y un último game de 20 minutos.

Nadal tuvo un partido con ocasionales vaivenes promediando ambos sets, pero un dominio global que lo clasificó con claridad. El N°1 terminó con 26 winners y 21 errores no forzados, contra 14 y 26, respectivamente, de su rival.

En la manga inicial, el manacorí quebró de entrada y se adelantó por 3-1, pero cierta inestabilidad al servicio (ganó apenas 11 de sus primeros 22 puntos) le abrió una puerta a Bautista y la igualdad se reestableció en 3-3.

Como acostumbra, Nadal mostró inmediata capacidad de reacción, volvió a romper el servicio de su compatriota y de allí en más dio vuelta la estadística con su saque, llevándose ocho de los nueve tantos siguientes y sellando el set de ventaja.

Bautista buscaba ser agresivo y se recostaba en el poder de su derecha, pero Nadal lo neutralizaba de fondo con tiros altos al revés y lograba desbordarlo cada vez que este se adelantaba hacia la red.

En el arranque del segundo parcial esa tendencia se acentuó y Nadal se escapó a un ya decisivo 4-0. Bautista logró descontar un quiebre y se puso 4-3, pero un sólido juego de servicio y otro break para alejar fantasmas le dio el triunfo final al mallorquín.

Así, el N°1 del mundo pasa a liderar la tabla de triunfos ATP en la temporada, con 29, por delante de Roger Federer (28) y Marin Cilic (27). Ahora, irá por otra corona de Masters 1000 y la 63ª en total (este año ya ganó Doha y Río de Janeiro).

En la segunda semifinal, todo rastro de asimetría quedó rápidamente fuera de escena. Ferrer y Nishikori no se dieron respiro en las casi tres horas de acción y la diferencia que inclinó la balanza para el japonés fue mínima. Tanto que el ganador se llevó 117 puntos, contra 116 del español.

Nishikori podría haber cerrado el triunfo en sets corridos, cuando Ferrer sacó 5-4 y 30-40 en la segunda manga. Minutos atrás, el español había quebrado para 4-3. Pero no podía confirmar y pronto se veía contra las cuerdas.

Un ace, un saque ganador y una mala devolución de Nishikori lo sacaron de ese aprieto. Pero el último punto además incluyó una polémica en la que el japonés quedó enredado, protestando porque el saque de Ferrer le había parecido largo; algo en lo que tenía razón, pero que quedaba invalidado al haber él mismo continuado la jugada.

Atado a esa situación y la chance perdida, Nishikori encadenó algunos errores en 5-5 y quedó 0-40, cambiando de manos el momento de oportunidad. Ferrer dejó pasar las tres, falló en una cuarta, pero nunca dejó de buscar y en su quinta chance de quiebre del game logró la ansiada ventaja. Minutos después y tras salvar otros dos break points sacando para set, el valenciano logró llevar las cosas a un tercer episodio.

Si el tramo final de esa segunda manga tuvo algo de drama, entonces qué decir del cierre del partido. Tras quebrar en el séptimo game, a Nishikori le llegó la chance para sellar la victoria con su saque en 5-3, juego en el que rápidamente quedó 40-0.

Pero inexplicablemente empezó a fallar una tras otra las instancias de cierre y fue engrosando cada vez más el casillero de errores no forzados (totalizó 56, contra 33 de su rival). De ese 40-0 pasó a estar dos veces break point abajo. Luego tuvieron lugar otros tres match points. Después dos nuevas chances para Ferrer...

En total, el español desaprovechó cuatro bolas de quiebre en ese game final. Nishikori, ocho match points. En el noveno (y décimo en total), llegó una pelota ancha de Ferrer y el alivio del japonés, que sigue en un gran momento tras ganar Barcelona y ya acumula 13 victorias en sus últimos 13 partidos jugados (en el medio, una no presentación ante Djokovic, en Miami).

Ahora, el asiático, que se subirá al Top 10 por primera vez en su carrera, disputará su primera final de Masters 1000, ante un rival con quien cedió en las seis ocasiones previas.