GUADALAJARA --Alfonso Sosa confesó que en el instante en el que Humberto Hernández anota el gol de la victoria se le acumularon mil emociones. El técnico de los Leones Negros militó ahí durante muchos años y pese a que ya no vivió de cerca la desaparición de la franquicia en 1994, siempre esperó el retorno del llamado "Equipo que nació grande" como lo llamó el legendario locutor Ángel Fernández.
Sosa volvió a Leones para el Apertura 2011, y sufrió junto con su equipo los momentos más dramáticos cuando no les pagaban los sueldos.
Pero después de la angustia vino la alegría que la noche de este sábado disfrutó cuando el portero se puso el traje de héroe.
Mientras él miraba al cielo, a su alrededor el estadio Jalisco era una locura.
"Son tantas emociones. Piensa uno en muchas cosas, quieres hacer tanto y no sabes si reír, llorar, a quién abrazar, si tirarte al suelo o no", dijo en la conferencia de prensa posterior al triunfo en serie de penaltis ante Estudiantes Tecos.
Sosa reconoció que el aliento incansable de la afición en el momento más crítico fue clave para sobrevivir al golpe psicológico que significó el gol en contra.
"Nunca habíamos cerrado de local, y el factor de local fue determinante, entramos en shock cuando cae el gol pero el empuje de la gente fue vital".
El año pasado Sosa fue tentado por el Atlas, pero prefirió continuar con el proyecto de los Leones, y ahora ya está en la Primera División.
"En lo personal es un logro, yo quería dirigir en Primera y la oportunidad se me da, eso significa el vivir una doble satisfacción, y ahora con este equipo es tan importante que no tengo palabras para explicarlo".
Lo que viene ahora es sentarse con la directiva para rediseñar a un equipo que es del Máximo Circuito.