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Sevilla, el campeón de la Europa League

BUENOS AIRES -- Sevilla tiene un color especial, cantan 'Los del Río', y es cierto. Ciudad que te enamora. Por el calor y la simpatía de su gente. La seducción de su historia, que corre por las venas de las callecitas angostas del Casco Histórico. Por el placer de desgustar un generoso plato de jamón pata negra con una cervecita, a metros de la ribera de Triana. Por joyas fabulosas como La Giralda, la Catedral, la Torre del Oro, la Plaza de España, La Isla de la Cartuja --con sus recuerdos de la Expo '92--, y la Plaza de Toros de La Maestranza. Pero también cautiva por la pasión que le imprime a cada una de sus jugadas el Sevilla Club de Fútbol, nuevo Campeón de la Europa League y orgullo de media ciudad.

El cuadro nervionense se alzó con la tercera UEFA Europa League de su historia en las últimas 9 temporadas. La de 2013-14 se une a las que había conseguido en 2005-06 y 2006-07. Sólo un equipo había consagrado coronarse tricampeón de la segunda copa europea de clubes en importancia en apenas una década. El Inter de Milán, entre 1990 y 2000. El equipo sevillista ha igualado ese registro e irrumpe entre los grandes del Viejo Continente gracias a este rush impactante.

Para ello ha sido vital el formidable desempeño de cinco jugadores sudamericanos. Los centrales argentinos Federico Fazio y Nicolás Pareja, exinternacionales de la absoluta albiceleste en la época de Sergio Batista y Diego Maradona como seleccionadores. El lateral brasileño Alex Mendonça 'Cicinho'. El volante uruguayo Sebastián Cristóforo, internacional sub20 por la celeste. Y el sensacional delantero centro colombiano Carlos Bacca, quien disputará el Mundial de Brasil 2014 con el equipo dirigido por José Pekerman.

El cuadro hispalense ha disputado 19 partidos en la Europa League 2013-14, de los que ganó 11, empató 5 y perdió 3. Las únicas derrotas llegaron en los encuentros de ida de las eliminatorias del KO. Frente al Betis de Gabriel Calderón (0-2), su máximo rival, en octavos de final. Contra el Porto (1-0) portugués, en cuartos. Y ante el Valencia de Juan Antonio Pizzi (3-1), en las semifinales. Marcó 38 goles, es decir que promedió 2 tantos por partido, y le convirtieron 16. Cifras que reflejan lo que se ha podido ver sobre el césped. Un equipo aguerrido, constante en la presión, muy peligroso en el contragolpe y las jugadas de estrategia, con una columna vertebral inalterable de tres ejes. Pareja y Fazio en la defensa, el portugués Daniel Carriço y el camerunés Stephane M'Bia en el doble pivote, el croata Ivan Rakitic como catalizador del juego, y el ariete Carlos Bacca como hombre de referencia en el ataque.

El arquero portugués Beto, gran figura en la tanda de penales que consagró al equipo en la final frente al Benfica, y jugadores como los laterales Coke y Moreno --revelación--, y los mediapuntas Reyes --exReal Madrid y Arsenal-- y Vitolo, muy aptos para el juego exterior, completan un once que sale casi de memoria. Párrafo aparte para el veterano lateral Fernando Navarro, surgido en la cantera del FC Barcelona, jugador al que sustituyó Lionel Messi el día de su debut en el primer equipo del Barça, quien ha sobrepasado esta temporada los 250 partidos como sevillista. La profundidad de banco del equipo dirigido por el entrenador vasco Unai Emery se subraya con hombres como los internacionales alemanes Marko Marin y Piotr Trochowski, más el francés Kevin Gameiro, también jugador internacional con su selección.

El martes 12 de agosto de 2014 este equipo afrontará su próximo reto. Ganar la Supercopa de Europa en el Millenium, el Cardiff City Stadium, a Real Madrid o Atlético de Madrid (merengues y colchoneros van a jugar la final de la UEFA Champions League el próximo miércoles 24 de mayo). El desafío, repetir el impacto que lograra el equipo entonces dirigido por Juande Ramos el 25 de agosto de 2006, cuando vapuleó al FC Barcelona de Frank Rijkaard al golearlo por 3-0 en el Stade Louis II de Mónaco. Han pasado 8 años de aquello. El destino quiso que aquel partido fuera el principio del fin del Barça que había ganado su segunda Copa de Europa en la historia. El destino ha querido, nuevamente, que el Sevilla se las vea con un equipo español para dirimir en el verano galés la supremacía del continente.